Precarga y poscarga cardiaca
La precarga y la poscarga son dos conceptos fundamentales en la fisiología cardiovascular que están relacionados con el funcionamiento y la eficiencia del corazón. Estos términos describen las condiciones y demandas en las que el corazón trabaja para bombear sangre a través del sistema circulatorio.
Precarga
La precarga se refiere a la cantidad de sangre que regresa al corazón y llena los ventrículos (cavidades principales del corazón) durante la fase de diástole, que es el período de relajación y llenado del corazón. En otras palabras, es la cantidad de sangre que llega a los ventrículos antes de que comience la siguiente contracción (sístole) y se expulsen al sistema circulatorio.
La precarga está influenciada principalmente por la cantidad de sangre que regresa al corazón desde las venas principales, como la vena cava superior e inferior. Factores que pueden afectar la precarga incluyen la posición del cuerpo (por ejemplo, estar acostado versus estar de pie), la cantidad de líquido en el cuerpo (volumen sanguíneo) y la función de las válvulas cardíacas que evitan el reflujo de sangre.
Un aumento en la precarga generalmente provoca un estiramiento mayor de las fibras musculares del ventrículo durante la diástole. Este estiramiento, a su vez, permite que las fibras musculares generen una contracción más fuerte durante la sístole, lo que aumenta el volumen de sangre expulsado del corazón.
Poscarga
La poscarga se refiere a la resistencia que el corazón debe superar para poder expulsar la sangre fuera de los ventrículos y en la circulación sistémica (cuerpo) o pulmonar (pulmones). En términos más simples, es la presión que el corazón debe vencer para abrir las válvulas aórtica y pulmonar y enviar la sangre a la circulación.
La poscarga está influenciada por la resistencia vascular periférica (la resistencia que la sangre encuentra al moverse a través de los vasos sanguíneos) y la presión en las arterias principales, como la arteria aorta. Factores que afectan la poscarga incluyen la presión arterial, el tono de los vasos sanguíneos y la resistencia vascular.
Un aumento en la poscarga puede dificultar la capacidad del corazón para expulsar la sangre eficientemente. Si la poscarga es alta, el corazón tiene que trabajar más duro para vencer esa resistencia y puede aumentar su consumo de oxígeno y energía. Esto puede ser problemático en condiciones como la hipertensión arterial, donde la presión en las arterias es elevada.
Anatomía del hígado
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