El asma es una enfermedad crónica que se considera un problema global de salud pública debido a su alta prevalencia, a la afección de la calidad de vida de los pacientes y al impacto socioeconómico que ocasiona. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas en la que intervienen diversas células y mediadores químicos; se acompaña de una mayor reactividad de las vías aéreas, provocando en forma recurrente tos, sibilancias, disnea y aumento del trabajo respiratorio, como consecuencia de una obstrucción extensa y variable del flujo aéreo que puede ser reversible de forma espontánea o como respuesta al tratamiento.
Los síntomas de asma como disnea, sibilancias y tos, son variables, principalmente se presentan por las noches, después de un esfuerzo físico o como resultado de una exposición a agentes que desencadenan el cuadro. Se presentan signos de obstrucción bronquial. El asma también puede ser desencadenado por una infección viral, o exacerbarse en algunas estaciones del año.
Existe evidencia de antecedentes familiares de atopia o asma en los pacientes. La lactancia materna previene la aparición de asma en los niños con antecedentes familiares. La exposición al humo del tabaco de los niños puede provocar o exacerbar los síntomas asmáticos. Se recomienda a los padre fumadores idealmente abandonar el hábito o de forma secundaria evitar fumar cerca de los niños.
El contacto con pelo de mascotas puede provocar cuadros por lo que se recomienda que habiten en los interiores, reducir los ácaros del polvo puede disminuir los síntomas de asma. La limpieza y el higiene de las casas reduce la humedad para evitar la proliferación de hongos que causan síntomas de asma.