El tejido adiposo es la porción más profunda de la piel y la separa de la fascia muscular o el periostio subyacentes. Desempeña una función importante en la termorregulación, el aislamiento, el almacenamiento de energía y la protección de lesiones mecánicas.
Las células principales de la hipodermis son los adipocitos.
Los adipocitos son células grandes, redondas con un citoplasma lipídico (triglicéridos, ácidos grasos) que comprime el núcleo contra la membrana celular.
Los adipocitos están dispuestos en lóbulos primarios y secundarios, cuyas características morfológicas varían con el género sexual y la región del organismo.
Estos lóbulos están separados por tabiques de tejido conjuntivo que contienen células (fibroblastos, dendrocitos, células cebadas), la porción más profunda de las glándulas sudoríparas, y vasos y nervios que contribuyen a la formación de los plexos dérmicos correspondientes.