¿Qué es la bioequivalencia?

Los productos farmacológicos equivalentes son aquellos que contienen los mismos ingredientes activos en la misma forma de dosificación y vía de administración, y son idénticos en potencia o concentración. Estos productos son considerados equivalentes farmacéuticos porque se espera que tengan el mismo efecto terapéutico en el organismo.
La equivalencia farmacéutica es importante porque permite que los pacientes tengan acceso a opciones de tratamiento más asequibles y facilita la disponibilidad de medicamentos genéricos en el mercado. Los medicamentos genéricos son versiones equivalentes de los medicamentos de marca, pero a un costo menor, lo que ayuda a reducir los gastos de salud.
Para que dos productos farmacológicos sean considerados bioequivalentes, deben cumplir con criterios adicionales. La bioequivalencia se refiere a la comparación de la velocidad y la cantidad de ingrediente activo que se absorbe en el organismo a partir de dos productos diferentes, y es evaluada mediante estudios de biodisponibilidad.
La biodisponibilidad se refiere a la cantidad y la velocidad a la que un medicamento se absorbe y se hace disponible en la circulación sistémica, lo cual es necesario para que el fármaco ejerza su efecto terapéutico. Los estudios de bioequivalencia se realizan en voluntarios sanos y comparan la biodisponibilidad de los productos de prueba (por lo general, el medicamento genérico) con el producto de referencia (el medicamento de marca original).
En condiciones adecuadas e idénticas, se espera que los productos farmacéuticos bioequivalentes tengan perfiles de absorción similares, es decir, que la velocidad y la magnitud de absorción del ingrediente activo no sean significativamente diferentes. Esto significa que los dos productos se comportan de manera similar en el organismo y se espera que tengan el mismo efecto terapéutico.
Es importante destacar que, aunque los productos farmacéuticos equivalentes y bioequivalentes son comparables en términos de seguridad y eficacia, pueden existir diferencias en cuanto a excipientes (sustancias no activas) utilizados en la formulación, lo cual puede afectar aspectos como la apariencia, el sabor o la estabilidad del producto. Sin embargo, estas diferencias no deben afectar la seguridad y eficacia del medicamento.