Métodos alternativos para administración de fármacos

Métodos alternativos para administración de fármacos
Métodos alternativos para administración de fármacos

Los dispositivos liberadores de fármacos, como los stents y otros dispositivos similares, son tecnologías innovadoras que se utilizan para administrar fármacos directamente en el lugar de acción específico, maximizando su eficacia y reduciendo la exposición sistémica. Estos avances en la administración de fármacos han revolucionado el campo médico al permitir tratamientos más precisos y dirigidos.

Uno de los dispositivos más conocidos es el stent, que se utiliza en procedimientos de angioplastia para tratar enfermedades arteriales. Un stent es un pequeño tubo de metal o polímero que se coloca en una arteria obstruida para restaurar el flujo sanguíneo normal. Los stents liberadores de fármacos, también llamados stents medicados, están recubiertos con una capa especial que contiene fármacos. Estos fármacos se liberan lentamente en el sitio de la obstrucción durante un período de tiempo específico, ayudando a prevenir la recurrencia de la obstrucción y reduciendo la formación de tejido cicatricial.

El recubrimiento del stent puede contener polímeros biocompatibles que actúan como vehículos para los fármacos. Estos polímeros se diseñan de manera que permitan una liberación controlada y sostenida del fármaco en el sitio objetivo. A medida que el stent se implanta en la arteria, los fármacos se disuelven gradualmente en el entorno circundante y se absorben en los tejidos adyacentes, donde ejercen su acción terapéutica.

Además de los stents medicados, existen otros dispositivos que utilizan sistemas de liberación de fármacos similares. Por ejemplo, algunos implantes ortopédicos, como tornillos o placas, pueden estar recubiertos con materiales que liberan fármacos para promover la regeneración ósea o prevenir infecciones. Estos dispositivos proporcionan una liberación localizada y prolongada del fármaco en el sitio de la lesión o procedimiento quirúrgico, mejorando la eficacia del tratamiento y reduciendo la necesidad de administración sistémica de medicamentos.

Además de los polímeros, las nanopartículas también han demostrado ser útiles en la administración de fármacos. Las nanopartículas son pequeñas partículas en la escala nanométrica que pueden cargarse con fármacos y dirigirse específicamente a ciertos tejidos o células. Estas nanopartículas pueden estar compuestas de materiales biocompatibles, como polímeros o lípidos, y pueden liberar gradualmente el fármaco en el sitio objetivo. Esto permite una administración precisa y controlada del fármaco, minimizando la exposición sistémica y reduciendo los efectos secundarios no deseados.

 

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