¿Qué es la queratitis amebiana?

Manifestaciones clínicas
El dolor intenso con infiltrados perineurales y anulares en el estroma corneal es un hallazgo clínico característico de la queratitis amebiana, particularmente en etapas avanzadas de la enfermedad. Sin embargo, es importante destacar que este tipo de presentación no es exclusivo ni específico de la queratitis amebiana, ya que otras condiciones oculares también pueden manifestarse de manera similar.
Las formas anteriores de queratitis amebiana, donde los cambios están confinados al epitelio corneal, pueden presentarse con síntomas más leves y menos específicos. Estas formas tempranas pueden incluir síntomas como sensación de cuerpo extraño en el ojo, lagrimeo, enrojecimiento ocular y visión borrosa. Aunque estos síntomas pueden ser indicativos de queratitis amebiana, no son exclusivos de esta condición y pueden presentarse en otras afecciones oculares, como la queratitis por herpes, la queratitis bacteriana o incluso una abrasión corneal.
La razón por la que el dolor intenso y los infiltrados anulares en el estroma corneal no son específicos de la queratitis amebiana radica en la respuesta inflamatoria del cuerpo a la infección. El dolor intenso puede ser atribuible a la irritación del nervio corneal debido a la inflamación y la invasión del tejido por parte de las amebas. Los infiltrados anulares en el estroma corneal pueden ser el resultado de la respuesta inmunitaria del cuerpo a la presencia de organismos invasores.
Es importante destacar que el diagnóstico definitivo de queratitis amebiana requiere la identificación de la presencia de amebas en muestras obtenidas del ojo afectado, ya sea mediante raspado corneal o cultivo microbiológico. Además, la historia clínica del paciente, incluido el uso de lentes de contacto y la exposición a agua dulce contaminada, junto con los hallazgos clínicos y la respuesta al tratamiento, también son consideraciones importantes en el proceso diagnóstico.
Diagnóstico
Tratamiento
El tratamiento de la queratitis amebiana implica el uso de agentes tópicos intensivos como la biguanida compuesta (polihexametileno o clorhexidina) de manera inmediata, con la posibilidad de añadir diamidina (propamidina o hexamidina) según la gravedad del caso. Este enfoque terapéutico busca eliminar las amebas y controlar la progresión de la infección. Sin embargo, el tratamiento no se limita a un corto período, sino que se requiere un enfoque a largo plazo para garantizar la erradicación completa de la infección y prevenir recurrencias.
Es crucial realizar una estrecha monitorización de la toxicidad sistémica durante el uso de estos agentes tópicos, ya que pueden causar efectos adversos como vómitos, diarrea, elevación de las transaminasas y alteraciones en la función renal.
El diagnóstico y tratamiento oportunos son fundamentales para prevenir complicaciones y preservar la visión. El retraso en el diagnóstico y el tratamiento previo con corticosteroides tópicos pueden empeorar el pronóstico visual, ya que estos fármacos pueden favorecer la proliferación de las amebas y la progresión de la infección.
En algunos casos, especialmente cuando la infección ha causado daño corneal significativo, puede ser necesario realizar un injerto de córnea para restaurar la visión una vez que la infección se ha resuelto. Este procedimiento puede ser crucial para recuperar la función visual en pacientes con queratitis amebiana avanzada.
Si la infección ha afectado la esclera, el tratamiento puede requerir el uso de medicación antiinflamatoria e inmunosupresora sistémica para controlar el dolor y la inflamación. Sin embargo, el pronóstico en estos casos suele ser pobre, y el manejo de estas complicaciones puede ser complejo y requerir un enfoque multidisciplinario.
Originally posted on 13 de junio de 2024 @ 6:12 AM
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