Vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23)

Vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23)
Vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23)

La indicación de la vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23) para adultos mayores de 65 años y aquellos con condiciones médicas específicas se basa en la necesidad de proteger a estos grupos de población vulnerables contra las infecciones neumocócicas y sus posibles complicaciones. La vacunación no solo beneficia a nivel individual, sino que también contribuye a la salud pública al reducir la carga de enfermedad en la comunidad.

Neumococo

El neumococo, científicamente conocido como Streptococcus pneumoniae, es una bacteria grampositiva que puede causar diversas infecciones en los seres humanos. Este microorganismo es responsable de una variedad de enfermedades, desde infecciones leves del tracto respiratorio hasta enfermedades más graves, como neumonía, meningitis y sepsis.

El Streptococcus pneumoniae es capaz de colonizar las vías respiratorias superiores, como la nariz y la garganta, de manera común y asintomática en muchas personas. Sin embargo, en ciertas circunstancias, puede desencadenar enfermedades si logra entrar en otras partes del cuerpo, como los pulmones, el torrente sanguíneo o el sistema nervioso central.

Las infecciones neumocócicas pueden presentarse en diversas formas:

  • Neumonía: Una infección de los pulmones que puede variar en gravedad, desde casos leves hasta formas más severas que requieren hospitalización.
  • Meningitis: Una infección de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Esta es una condición seria y potencialmente mortal.
  • Otitis media: Una infección del oído medio, que puede afectar principalmente a niños.
  • Sinusitis: Una inflamación de los senos paranasales que puede ser causada por el neumococo.

El neumococo es conocido por tener múltiples serotipos, es decir, diferentes variantes de la bacteria que se distinguen por las características de sus cápsulas exteriores. Esto es relevante en el contexto de las vacunas, ya que existen vacunas diseñadas para abordar varios de estos serotipos.

Dada su capacidad para causar una amplia gama de enfermedades, el Streptococcus pneumoniae es objeto de atención en la prevención a través de la vacunación, especialmente en grupos de mayor riesgo, como niños pequeños, adultos mayores y personas con condiciones médicas subyacentes. La vacuna antineumocócica es una medida crucial para reducir la incidencia y la gravedad de las infecciones asociadas con esta bacteria.

Indicación para la Vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23)

La vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23) emerge como un baluarte crucial en la protección de la salud, particularmente para aquellos que han alcanzado los 65 años o más, así como para adultos de menor edad que enfrentan ciertas condiciones médicas. Esta recomendación se erige sobre una base sustentada en varios aspectos esenciales de la salud pública.

En primer lugar, la edad desempeña un papel vital. A medida que envejecemos, nuestro sistema inmunológico tiende a declinar en eficacia, dejándonos más vulnerables a infecciones. La PPSV23 se erige como un escudo protector contra la bacteria Streptococcus pneumoniae, un agente causal frecuente de neumonía y otras infecciones respiratorias.

La importancia de esta vacuna se magnifica cuando se considera la prevención de enfermedades graves. Las infecciones neumocócicas pueden resultar en hospitalizaciones prolongadas, complicaciones severas e incluso la pérdida de vidas. La PPSV23 actúa como una barrera defensiva, reduciendo la incidencia y gravedad de estas infecciones.

Vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23)

Vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23)

La PPSV23 también se destaca por su capacidad para proporcionar inmunidad frente a una variedad de serotipos de Streptococcus pneumoniae. Con 23 serotipos abordados, la vacuna abarca una amplia gama de cepas, ofreciendo una defensa más completa contra la diversidad genética de esta bacteria.

La indicación de esta vacuna se extiende más allá de la edad y se dirige a aquellos con enfermedades subyacentes que aumentan el riesgo. Condiciones como enfermedades cardíacas, pulmonares, diabetes o inmunodeficiencias pueden acentuar la susceptibilidad a infecciones. La PPSV23 busca proteger a estos individuos, mitigando el riesgo de complicaciones asociadas con las infecciones neumocócicas.

Además, la vacunación no solo beneficia a nivel individual sino que también contribuye a la salud pública al reducir la transmisión de la bacteria en la comunidad. Al vacunar a aquellos en mayor riesgo, se crea un efecto de protección colectiva, salvaguardando no solo a los receptores de la vacuna sino también a aquellos que son más vulnerables, como los lactantes o aquellos con sistemas inmunológicos debilitados.

La vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23) está indicada para todas las personas de 65 años o más y para adultos de menor edad con determinadas enfermedades que los expongan a riesgo de complicaciones. Todas las personas de 65 años o más y las personas con 19 años o más afectadas por afecciones inmunodepresoras (incluidos la insuficiencia renal crónica y el síndrome nefrótico), asplenia funcional o anatómica, fugas de líquido cefalorraquídeo o implantes cocleares deben recibir una sola dosis de vacuna antineumocócica conjugada, preferiblemente antes de recibir la vacuna antineumocócica polisacárida. A las personas de 65 años o más se les debe administrar la vacuna antineumocócica polisacárida 1 año o más después de la vacuna antineumocócica conjugada. Los adultos con enfermedades inmunodepresoras han de recibir también una dosis de PPSV23 al menos 8 semanas después. Los adultos inmunodeprimidos a los que ya se les ha administrado la PPSV23 han de recibir de todos modos la vacuna antineumocócica conjugada 1 año o más después de la dosis de PPSV23. Tienen que ser revacunados con PPSV23 una vez después de la vacuna antineumocócica conjugada, cuando hayan pasado 5 años desde la primera dosis de PPSV23. La vacuna conjugada tiene una eficacia del 75% en la prevención de la enfermedad neumocócica invasiva causada por serotipos vacunales, y una del 45% en la prevención de la neumonía neumocócica no bacteriémica causada por serotipos presentes en la vacuna, pero no previene la neumonía adquirida en la comunidad (extrahospitalaria) debida a cualquier otra causa.

En conclusión, la recomendación de la vacuna antineumocócica polisacárida (PPSV23) para adultos mayores y aquellos con condiciones médicas específicas se fundamenta en la imperiosa necesidad de salvaguardar a estos segmentos de la población de las complicaciones potenciales asociadas con las infecciones neumocócicas. La adopción de esta medida no solo promueve la salud individual sino que también contribuye a la promoción de la salud pública al reducir la carga de enfermedad en la sociedad.

 

 

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