Adicción a la nicotina
Fumar cigarrillos es el método más frecuente de consumo de tabaco (> 90%), aunque también son habituales otras formas, como el tabaco para pipa, los puros y el tabaco sin humo. La nicotina es el ingrediente activo que actúa, en todas las formas de tabaco, reforzando su uso.
Fumar cigarrillos es la causa principal de morbimortalidad en el mundo occidental. Las enfermedades atribuibles al tabaquismo incluyen cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad cardiovascular e ictus. El consumo de tabaco sin humo (p. ej., tabaco de mascar) ha aumentado, contribuyendo a unas tasas más elevadas de patologías orales como lesiones orales precancerosas y cáncer de boca y de nasofaringe.
El hábito de fumar comienza a edades menores entre los nuevos fumadores, las tasas de tabaquismo en las mujeres van en aumento, y más fumadores pertenecen a estratos socioeconómicos bajos.
La nicotina es el principal refuerzo que se encuentra en el tabaco, pero más de 4.000 componentes contribuyen en los aspectos sensoriales (no nicotínicos) de fumar cigarrillos. El sitio principal de acción de la nicotina es el receptor nicotínico de acetilcolina (nAChR) α4β2 en el que la acetilcolina es el neurotransmisor endógeno.
La activación de los nAChR provoca un flujo de Na+/Ca2+ a través de los canales iónicos y despolarización de la membrana neuronal. Los nAChR se localizan presinápticamente en varios tipos de neuronas del SNC secretoras de neuro neurotransmisores, como las neuronas dopaminérgicas mesolímbicas que se proyectan desde el área ventral tegmentaria hacia el núcleo accumbens (NAc), provocando la secreción de dopamina en el NAc.
La mayoría de los fumadores son consumidores diarios y presentan dependencia fisiológica de la nicotina. Los fumadores describen generalmente un «subidón» y sensaciones de alerta, relajación y «satisfacción» cuando fuman, ya que la nicotina presenta efectos tanto estimulantes como ansiolíticos, dependiendo del nivel basal de excitación.
La estimulación de las vías respiratorias es un aspecto importante del hábito de fumar, y aditivos como el mentol potencian la experiencia al mejorar el sabor y disminuir la aspereza del tabaco fumado.
Los efectos positivos de fumar cigarrillos (sabor, satisfacción) parecen depender de componentes no nicotínicos del tabaco, como el alquitrán. Además del refuerzo positivo, la abstinencia y el ansia, existen efectos secundarios de la nicotina y del consumo de tabaco que pueden contribuir tanto al mantenimiento del hábito como a la recaída, que incluyen la modulación del humor (disminución de sentimientos negativos), la reducción del estrés y el control del peso. Además, estímulos condicionados pueden provocar el impulso de fumar incluso después de períodos prolongados de abstinencia.
La nicotina también beneficia a los fumadores que desean perder peso y a los que tienen presentaciones psiquiátricas (modulación del estado de ánimo, potenciación cognitiva, reducción del estrés).
El pronóstico para fumadores de tabaco que dejan el hábito es excelente en términos de años y calidad de vida ganados, y el abandono temprano del mismo parece asociarse a aumento de la esperanza y mejora de la calidad de vida.
Nuevos y prometedores tratamientos e intervenciones preventivas, como la vacuna contra la nicotina.
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