¿Cuál fue el descubrimiento de William Harvey?
En 1628, William Harvey, un médico y científico inglés, realizó un descubrimiento trascendental que transformó nuestra comprensión del sistema cardiovascular y sentó las bases para el desarrollo de la medicina y la cirugía modernas. A través de sus investigaciones, Harvey demostró que el corazón funcionaba como una bomba que impulsaba la sangre a través de las arterias y que, después de recorrer el cuerpo, la sangre regresaba al corazón a través de las venas, formando así un sistema circulatorio cerrado.
Antes de este hallazgo, existían diversas teorías sobre la circulación sanguínea, muchas de las cuales se basaban en las enseñanzas de Galeno, un médico romano cuyas ideas prevalecieron durante siglos. Galeno, aunque había propuesto que la sangre circulaba en el cuerpo, creía que su movimiento era más bien un flujo errante, y se desconocían la función exacta y el mecanismo de la circulación. La teoría más ampliamente aceptada en ese momento era que la sangre se generaba en el hígado, pasaba al corazón, y luego se distribuía por todo el cuerpo, sin un retorno claro al punto de origen.
La investigación de Harvey, sin embargo, cuestionó y refutó estas concepciones. A través de observaciones detalladas y experimentos cuidadosos, mostró que el corazón actúa como un motor central que impulsa la sangre a través de un circuito continuo. Utilizó la disección y la experimentación con animales para entender el flujo sanguíneo, y, sobre todo, empleó una metodología rigurosa que le permitió demostrar que la sangre no se producía continuamente en el cuerpo, sino que circulaba repetidamente a través de un sistema cerrado de vasos sanguíneos. Este hallazgo, descrito en su obra Exercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus («Disertación anatómica sobre el movimiento del corazón y la sangre en los animales»), cambió radicalmente la comprensión médica sobre la fisiología humana.
El descubrimiento de Harvey no solo alteró la teoría sobre la circulación sanguínea, sino que también tuvo enormes implicaciones para la medicina y la cirugía. En particular, la relación entre la anatomía y la intervención quirúrgica se vio profundamente afectada. Antes de Harvey, la comprensión de la estructura y función de los órganos internos del cuerpo humano era limitada, y la cirugía se realizaba en gran medida de forma empírica, sin un conocimiento completo de los procesos biológicos que subyacían a las patologías que se trataban. La nueva comprensión del sistema circulatorio facilitó una mejor apreciación de la anatomía humana, lo que a su vez permitió a los cirujanos realizar intervenciones más precisas y seguras.
El entendimiento de que la circulación sanguínea era un circuito cerrado permitió que los médicos y cirujanos comprendieran mejor las consecuencias de las heridas, las hemorragias y otras condiciones patológicas relacionadas con el sistema circulatorio. En particular, permitió a los cirujanos identificar cómo las lesiones en las arterias y venas afectaban al cuerpo y cómo podían intervenir de manera más efectiva para detener las hemorragias y restaurar la circulación. Además, el conocimiento de que el corazón bombea la sangre a través de un sistema cerrado facilitó los avances en la cirugía cardíaca y en el tratamiento de enfermedades del corazón en siglos posteriores.
Además, la demostración de Harvey tuvo un impacto significativo en el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas. El entendimiento detallado del sistema circulatorio permitió el avance de prácticas como la ligadura de vasos sanguíneos durante las intervenciones quirúrgicas, lo que redujo significativamente el riesgo de sangrados incontrolados. A medida que los cirujanos adquirían más conocimientos sobre la anatomía interna, también pudieron desarrollar mejores técnicas de sutura y otras prácticas quirúrgicas que mejoraban los resultados para los pacientes.
Por último, la obra de Harvey fue fundamental en la transición hacia un enfoque más científico y experimental en la medicina. Su énfasis en la observación, la experimentación y la verificación de las hipótesis marcó un punto de inflexión en la historia de la medicina, donde las teorías médicas comenzaron a basarse más en datos empíricos y en el conocimiento acumulado a través de la práctica científica, en lugar de depender únicamente de las ideas filosóficas o los textos antiguos.
Fuente y lecturas recomendadas:
- Townsend, C. M., Beauchamp, R. D., Evers, B. M., & Mattox, K. L. (2022). Sabiston. Tratado de cirugía. Fundamentos biológicos de la práctica quirúrgica moderna (21.ª ed.). Elsevier España.
- Brunicardi F, & Andersen D.K., & Billiar T.R., & Dunn D.L., & Kao L.S., & Hunter J.G., & Matthews J.B., & Pollock R.E.(2020), Schwartz. Principios de Cirugía, (11e.). McGraw-Hill Education.