¿Cuále son las complicaciones de la punción arterial?
La punción arterial es considerada un procedimiento invasivo que conlleva riesgos de complicaciones importantes, por lo cual es crucial priorizar la seguridad del paciente durante su realización. El incumplimiento de las técnicas de seguridad adecuadas puede resultar en lesiones que afecten la forma y función del área distal al sitio de punción arterial. Además, el riesgo de complicaciones aumenta cuando se intentan realizar múltiples punciones en el mismo lugar.
Una de las complicaciones más frecuentes es la hemorragia o la formación de un hematoma en el sitio de punción. Estas complicaciones ocurren con mayor frecuencia en punciones realizadas en la región del hombro (humerales) y la ingle (femorales) que en las realizadas en la arteria radial. Utilizar agujas de menor calibre reduce el riesgo de hemorragia o hematoma. Para disminuir el riesgo de hematoma, es importante aplicar presión rápida y continua en el sitio de punción durante al menos 10 minutos después del procedimiento.
La trombosis es más común en la arteria radial que en las arterias humerales o femorales. Es más probable que ocurra cuando se realiza una punción en un vaso con enfermedad oclusiva. La trombosis puede provocar isquemia (falta de flujo sanguíneo) y gangrena en el área distal al sitio de punción. Además, la trombosis puede dar lugar a la formación de un coágulo o una placa que se desprenden y obstruyen otras arterias. Si ocurre una embolia arterial, es vital reconocerla y tratarla rápidamente para evitar la pérdida de función en las manos o dedos. El riesgo de trombosis se puede reducir variando el lugar de las punciones repetidas y utilizando agujas de menor calibre. Antes de realizar una punción en la arteria radial, es obligatorio confirmar la presencia de una circulación colateral adecuada mediante la prueba de Allen modificada.
Otra posible complicación es el espasmo arterial transitorio durante o después de la punción arterial. Si ocurre un espasmo, es importante monitorear la circulación colateral. Si la circulación colateral se mantiene normal, se debe consultar a un cirujano vascular. Sin embargo, si la circulación colateral se ve comprometida, puede ser necesaria una intervención quirúrgica inmediata.
Existe también el riesgo de lesiones nerviosas causadas por la inserción inadvertida de la aguja dentro de un haz nervioso o por una compresión excesiva del nervio debido a un hematoma adyacente. Este riesgo se incrementa en pacientes con trastornos de la coagulación. Además, aunque poco frecuente, existe la posibilidad de infección si no se sigue una técnica estéril adecuada o si se selecciona un lugar de punción donde la piel esté rota o lesionada
Anatomía del hígado
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