¿Cuáles son las fases principales del ciclo cardiaco?
La secuencia de una sístole ventricular seguida de una diástole ventricular se denomina ciclo cardiaco. Este ciclo es una representación del funcionamiento del corazón y comprende los eventos que ocurren desde el inicio de un latido cardiaco hasta el inicio del siguiente. Es esencial para el bombeo efectivo de la sangre y el mantenimiento de la circulación sanguínea.
El ciclo cardiaco consta de dos fases principales: la sístole ventricular y la diástole ventricular. Estas fases se refieren a la contracción y relajación de los ventrículos, las cámaras inferiores del corazón que son responsables de bombear la sangre hacia el sistema circulatorio.
Durante la sístole ventricular, los ventrículos se contraen de manera coordinada y vigorosa. Esta contracción tiene varios propósitos clave. En primer lugar, la contracción de los ventrículos aumenta la presión en su interior, lo que lleva al cierre de las válvulas atrioventriculares (la válvula tricúspide en la aurícula derecha y la válvula mitral en la aurícula izquierda). Esto evita que la sangre fluya hacia las aurículas y asegura que la sangre se dirija hacia las arterias principales.
Además, durante la sístole ventricular, la contracción del ventrículo derecho impulsa la sangre hacia la arteria pulmonar, mientras que la contracción del ventrículo izquierdo impulsa la sangre hacia la arteria aorta. Esto lleva a la oxigenación de la sangre en los pulmones y al suministro de sangre rica en oxígeno a todo el cuerpo.
Después de la sístole ventricular, comienza la diástole ventricular. Durante esta fase, los ventrículos se relajan y se llenan de sangre nuevamente. La presión en los ventrículos disminuye y las válvulas semilunares (válvula pulmonar y válvula aórtica) se cierran para evitar el reflujo de la sangre de las arterias hacia los ventrículos.
A medida que los ventrículos se relajan, las aurículas se llenan de sangre venosa proveniente de las venas principales. El flujo de sangre hacia los ventrículos se produce a través de las válvulas atrioventriculares que se abren, permitiendo que la sangre fluya desde las aurículas hacia los ventrículos.
Esta fase de diástole ventricular es esencial para permitir que los ventrículos se llenen adecuadamente antes de la siguiente contracción. El llenado completo de los ventrículos durante la diástole ventricular garantiza un volumen adecuado de sangre para ser bombeado en la próxima sístole ventricular.
Anatomía del hígado
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