Longitud de la columna vertebral
La longitud de la columna vertebral varía con la talla del individuo. Es, término medio, de 73 a 75 centímetros en el sexo masculino, y de 60 a 65 centímetros en el femenino. Esta longitud disminuye en la vejez, como consecuencia del aplastamiento de los discos intervertebrales que aumenta la concavidad anteroposterior: la cifosis.
Curvaturas vertebrales
Son anteroposteriores y laterales.
Cifosis: curvatura de convexidad posterior
Lordosis: curvatura de convexidad anterior
Escoliosis: curvatura de convexidad lateral. Desviación lateral de la columna.
Curvaturas anteroposteriores
Se cuentan cuatro curvaturas.
- La primera, cervical, es convexa hacia adelante.
- la segunda, torácica, es convexa hacia atrás.
- la tercera, lumbar, es convexa hacia adelante.
- la cuarta, sacra, es convexa hacia atrás.
Solo la curvatura sacra es fija, las otras tres se modifican con los movimientos de flexión o de extensión.
Estas curvaturas existen en el esqueleto articulado y dependen por una parte, de la forma de los cuerpos vertebrales, pero también interviene la forma de los discos intervertebrales.
Las curvaturas anteroposteriores de la columna denotan la adaptación del humano a la posición de pie. En el recién nacido, la columna vertebral es regularmente convexa hacia atrás. En el tercero o cuarto mes después del nacimiento se esboza la curva tura cervical cuando el bebé comienza a levantar la cabeza. Cuando empieza a mantenerse de pie y a caminar, se dibuja la curvatura lumbar aproximadamente a los 2 años. Esta se afirma alrededor de los 5 años, cuando el niño salta, corre y desarrolla su caja torácica.
En el sexo femenino, la curvatura lumbar es más marcada que en el masculino.
El desarrollo de la musculatura cervical brinda a la cabeza la posición necesaria para la exploración visual del mundo que lo rodea, mientras que la curvatura lumbar demuestra que solo los miembros inferiores participan en la locomoción. Las apófisis (procesos) espinosas lumbares son horizontales así como las apófisis (procesos) transversas. Estas salientes ofrecen a los músculos que se insertan en ellas un apoyo orientado exactamente en el sentido requerido para la posición del pie.
Las posiciones mantenidas por largos períodos de tiempo o la repetición de un movimiento modifican sus curvaturas y alineación. Lo mismo ocurre frente a la realización de ejercicios físicos que fortalezcan la musculatura dorsal y mantengan la flexibilidad articular. Cuando la musculatura es débil y hay poca flexibilidad, la columna vertebral tiende a la posición de flexión.
Curvaturas laterales
Son imperceptibles en el desarrollo adecuado de la columna vertebral, con la excepción de una curvatura torácica convexa hacia el lado opuesto al miembro superior más hábil, que correspondería al predominio funcional del lado contrario.