Diverticulosis no complicada
Diverticulosis no complicada

Diverticulosis no complicada

La diverticulosis colónica es una afección caracterizada por la formación de pequeñas protuberancias o divertículos en la pared del colon. Su prevalencia aumenta significativamente con la edad, observándose un incremento del 5% en personas menores de 40 años, que se eleva a más del 50% en aquellos que alcanzan los 60 años, especialmente en sociedades occidentales. Este fenómeno ha generado un interés considerable en la investigación sobre los factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad.

Durante décadas, se ha sostenido la hipótesis de que la diverticulosis se origina como resultado de una dieta baja en fibra, junto con el estreñimiento crónico. Se argumenta que la ingesta insuficiente de fibra reduce el volumen de las heces, lo que, a su vez, podría aumentar la presión intraluminal en el colon, favoreciendo la formación de divertículos. Sin embargo, estudios epidemiológicos recientes han desafiado esta noción. La falta de una clara asociación entre una baja ingesta dietética de fibra y la prevalencia de diverticulosis asintomática sugiere que otros factores podrían estar implicados en su desarrollo.

La etiología de la diverticulosis sigue siendo incierta. Uno de los factores que se ha considerado es la motilidad colónica anormal. Se ha observado que algunas personas pueden tener un tránsito intestinal irregular, lo que podría contribuir a la formación de divertículos, aunque el mecanismo exacto no está completamente comprendido. Además, los factores genéticos también parecen jugar un papel importante en la predisposición a la enfermedad diverticular. Se ha identificado que individuos con tejido conectivo anormal, como aquellos que padecen el síndrome de Ehlers-Danlos, el síndrome de Marfan o la esclerosis sistémica, tienen una mayor predisposición a desarrollar diverticulosis. Estos trastornos pueden comprometer la integridad del tejido colónico, facilitando la formación de divertículos.

En cuanto a la morfología de los divertículos, estos pueden variar considerablemente en tamaño, desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros, y en número, oscilando entre uno y varias docenas. La localización más frecuente de los divertículos es en el colon sigmoide y descendente, mientras que solo alrededor del 15% de los pacientes presenta divertículos en el colon proximal.

A pesar de la alta prevalencia de diverticulosis, la mayoría de los individuos son asintomáticos y a menudo la condición se descubre incidentalmente durante procedimientos como una endoscopia o un enema de bario. Las complicaciones asociadas con la diverticulosis, que incluyen el sangrado gastrointestinal y la diverticulitis, ocurren en menos del 5% de los casos, lo que refleja la naturaleza generalmente benigna de la enfermedad en la mayoría de los pacientes.

Más del noventa por ciento de los pacientes que presentan diverticulosis colónica tienen una enfermedad no complicada, lo que significa que no experimentan síntomas específicos y su condición es generalmente asintomática. En la mayoría de los casos, la diverticulosis se descubre de manera incidental durante la realización de una colonoscopia, un procedimiento utilizado para examinar el interior del colon. Esta alta tasa de asintomatología se debe a la naturaleza benigno de la enfermedad en su forma inicial.

Sin embargo, algunos pacientes pueden presentar quejas inespecíficas como estreñimiento crónico, dolor abdominal o cambios en los hábitos intestinales. Estas manifestaciones, aunque pueden ser incómodas, no son necesariamente indicativas de complicaciones severas asociadas con la diverticulosis. El dolor abdominal a menudo se localiza en la región del cuadrante inferior izquierdo, donde es más frecuente la presencia de divertículos, específicamente en el colon sigmoide y en el colon descendente.

En el examen físico, los hallazgos suelen ser normales, aunque en algunos casos puede haber una leve sensibilidad en el cuadrante inferior izquierdo del abdomen. Esto puede estar asociado con un engrosamiento palpable de las paredes del colon sigmoide y descendente, lo que sugiere cambios estructurales debido a la presencia de divertículos. Sin embargo, es importante destacar que la ausencia de otros signos clínicos significativos suele ser característica de la diverticulosis no complicada.

Los estudios de laboratorio de rutina, que se suelen realizar para evaluar la salud general del paciente, generalmente arrojan resultados normales en aquellos que presentan diverticulosis sin complicaciones. Esto refuerza la idea de que la enfermedad no complicada no altera significativamente el estado general de salud del individuo.

No existen fundamentos suficientes para realizar estudios de imagen con el objetivo de diagnosticar la diverticulosis asintomática y no complicada. Esto se debe a que los divertículos son fácilmente identificables a través de procedimientos como la colonoscopia y la tomografía computarizada. Durante la colonoscopia, los médicos pueden observar directamente la mucosa del colon y detectar la presencia de divertículos, así como evaluar su número y características. Además, en casos de diverticulosis, los segmentos del colon involucrados pueden presentar estrechamiento y deformaciones, lo que puede ser visualizado adecuadamente en estudios de imagen si fuese necesario, pero no es imprescindible para el diagnóstico inicial en pacientes asintomáticos.

En pacientes en los que se identifica diverticulosis, es recomendable fomentar un aumento en la ingesta de fibra dietética. Esta puede obtenerse mediante la incorporación de alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales, o a través de suplementos de fibra como el psyllium o la metilcelulosa. Estudios prospectivos han demostrado que una mayor ingesta de fibra está asociada con un menor riesgo de desarrollar diverticulitis, una complicación que puede surgir de la diverticulosis.

Además, la evidencia sugiere que otros factores de estilo de vida también pueden contribuir a la reducción del riesgo de diverticulitis. La práctica regular de ejercicio físico se ha asociado con un menor riesgo de complicaciones relacionadas con la diverticulosis, así como la limitación del consumo de carnes rojas y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), que también pueden tener un impacto negativo en la salud del colon.

Por lo tanto, la estrategia de manejo de pacientes con diverticulosis asintomática se centra en la prevención de complicaciones a través de modificaciones en el estilo de vida, en lugar de recurrir a estudios de imagen innecesarios. Fomentar hábitos alimentarios saludables y un estilo de vida activo se considera fundamental para minimizar el riesgo de desarrollar diverticulitis y promover el bienestar general del paciente.

 

 

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Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Long B et al. Emergency medicine updates: acute diverticulitis. Am J Emerg Med. 2023;76:1. [PMID: 37956503]
  2. Morris AM et al. Recurrent lower abdominal pain, altered bowel habits, and malaise: conservative or surgical approach to a common disorder. Gastroenterology. 2023;164:541. [PMID: 36657527]
  3. Strate L et al. Tips for the medical management of diverticulitis. Am J Gastroenterol. 2023;118:585. [PMID: 36434810]
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Originally posted on 25 de octubre de 2024 @ 1:40 PM

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