Tratamiento de la incontinencia urinaria por rebosamiento
La incontinencia por rebosamiento es una condición médica que presenta desafíos significativos en términos de manejo y tratamiento. En su mayoría, esta condición se presenta en hombres y está asociada con una uropatía obstructiva, que puede ser causada por diversos factores, como la hiperplasia prostática benigna (HPB) o la obstrucción uretral.
El tratamiento de la incontinencia por rebosamiento se centra en aliviar la retención urinaria, facilitar la evacuación de la vejiga y prevenir complicaciones adicionales, como las infecciones del tracto urinario. Para lograr estos objetivos, se emplea una estrategia terapéutica que aborda tanto la causa subyacente como los síntomas manifestados por el paciente.
En primer lugar, se considera la descompresión vesical como una medida inicial. Esto implica el uso de cateterización, ya sea intermitente o permanente, para vaciar la vejiga y reducir la distensión que conduce a la incontinencia por rebosamiento. La cateterización intermitente consiste en la inserción periódica de un catéter para drenar la vejiga, mientras que la cateterización permanente implica dejar un catéter en su lugar para un drenaje continuo.
Además de la descompresión vesical, se inicia el tratamiento farmacológico con agentes bloqueadores alfa, como terazosina, prazosina o tamsulosina. Estos medicamentos se administran por vía oral y actúan relajando el músculo liso en la próstata y el cuello de la vejiga, lo que mejora el flujo urinario y reduce la obstrucción, aliviando así los síntomas de la incontinencia por rebosamiento.
En casos donde la terapia médica no logra una evacuación vesical adecuada, se puede considerar la opción de descompresión quirúrgica, especialmente en pacientes con una próstata agrandada. La finasterida, un medicamento inhibidor de la 5-alfa reductasa, también puede ser útil para reducir el tamaño de la próstata y mejorar el flujo urinario en estos casos.
Medicamento | Dosis | Administración |
---|---|---|
Terazosin | 1–10 mg oralmente al día | Diario |
Prazosin | 1–5 mg oralmente dos veces al día | Dos veces al día |
Tamsulosin | 0.4–0.8 mg oralmente al día | Diario, 30 minutos después de una comida |
Finasteride | 5 mg oralmente al día | Diario |
Para aquellos pacientes que no son candidatos para intervenciones quirúrgicas o que prefieren evitarlas, existen diversas técnicas no quirúrgicas que pueden ser efectivas. Estas incluyen técnicas de micción aumentada, como la micción doble o la aplicación de presión suprapúbica, que pueden mejorar el vaciado de la vejiga y reducir la retención urinaria.
Es fundamental destacar que el uso de antibióticos debe ser prudente y limitado a casos de infecciones del tracto urinario sintomáticas o como profilaxis en pacientes que utilizan cateterización intermitente. Su uso indiscriminado puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana y otras complicaciones.
Síguenos en X: @el_homomedicus y @enarm_intensivo APRENDER CIRUGÍA