Estudios diagnósticos en pacientes con palpitaciones
Las palpitaciones son una queja común en la práctica clínica, y su evaluación requiere un enfoque sistemático para determinar la causa subyacente. Los estudios diagnósticos desempeñan un papel crucial en esta evaluación, y el electrocardiograma (ECG) es una herramienta fundamental en este sentido.
El ECG de 12 derivaciones es el punto de partida para evaluar a los pacientes con palpitaciones. Aunque en muchos casos no se detectará una arritmia específica, este estudio puede proporcionar importantes pistas diagnósticas. Por ejemplo, la presencia de evidencia de un infarto de miocardio previo en el ECG, como ondas Q, indica un mayor riesgo de taquicardia ventricular. Esta información es crucial para estratificar el riesgo del paciente y guiar el manejo clínico.
Otro hallazgo importante en el ECG es la preexcitación ventricular, como en el síndrome de Wolff-Parkinson-White. Esto se sugiere por un intervalo PR corto (menos de 0.20 ms) y la presencia de ondas delta, que son segmentos PR ascendentes. Identificar esta condición es crucial ya que los pacientes con síndrome de Wolff-Parkinson-White tienen un mayor riesgo de arritmias graves, como la fibrilación auricular.
Hablando de fibrilación auricular, el agrandamiento de la aurícula izquierda, evidenciado por una fuerza de onda P terminal en V1 más negativa que 0.04 ms y muescas en la derivación II, es un hallazgo importante que refleja un aumento del riesgo de esta arritmia. Identificar este agrandamiento auricular en el ECG es crucial para la estratificación del riesgo y la planificación del tratamiento.
Además, el ECG también puede proporcionar información sobre otros trastornos del ritmo cardíaco, como el síndrome del QT largo. Un intervalo QT prolongado y una morfología anormal de la onda T en el ECG pueden sugerir esta condición, lo que aumenta el riesgo de taquicardia ventricular y requiere una evaluación y manejo adecuados.
El monitoreo de pacientes con palpitaciones es crucial para identificar y caracterizar las arritmias cardíacas subyacentes, especialmente en aquellos con un alto riesgo de eventos cardiovasculares adversos. Los dispositivos de monitoreo desempeñan un papel fundamental en esta evaluación, permitiendo una vigilancia continua y la captura de eventos arrítmicos que pueden ser difíciles de detectar en una evaluación puntual.
El enfoque escalonado propuesto comienza con dispositivos de monitoreo ambulatorio, como el monitoreo ambulatorio de ECG, que es útil cuando se espera que las palpitaciones ocurran dentro de las próximas 72 horas. Para pacientes cuyas palpitaciones son menos frecuentes, el monitoreo de eventos puede ser más apropiado, permitiendo la captura de episodios arrítmicos ocasionales.
En casos donde la sospecha clínica de arritmia es alta pero la correlación entre los síntomas y el ritmo cardíaco no puede establecerse de otra manera, se puede recurrir al uso de un registrador de bucle implantable. Aunque tradicionalmente se ha reservado para pacientes con síncope, este dispositivo puede ser beneficioso en una gama más amplia de pacientes con palpitaciones recurrentes.
Para pacientes con palpitaciones recurrentes inexplicadas, el uso de un monitor adhesivo ambulatorio de parche liviano y de un solo electrodo, como el Parche Zio, durante 14-21 días ha demostrado aumentar el rendimiento diagnóstico mientras reduce los costos asociados con el diagnóstico.
En situaciones donde persiste la sospecha de arritmias graves a pesar de hallazgos normales en el monitoreo ambulatorio, se puede justificar el monitoreo continuo en el hospital. Además, si el monitor ambulatorio u hospitalario registra una arritmia preocupante, se debe considerar la realización de una prueba electrofisiológica invasiva para una evaluación más detallada.
Para pacientes con antecedentes de infarto de miocardio, el monitoreo cardíaco ambulatorio o el ECG promediado de señal pueden ser pasos apropiados para ayudar a excluir la presencia de taquicardia ventricular.
La prueba de ejercicio de ECG es apropiada en pacientes con sospecha de enfermedad coronaria y en aquellos que experimentan palpitaciones durante el esfuerzo físico, permitiendo una evaluación más completa de la función cardíaca bajo estrés.
En casos donde el examen físico o el ECG sugieren anomalías estructurales o disminución de la función ventricular, la ecocardiografía es una herramienta útil para una evaluación más detallada de la anatomía y la función cardíaca.
Anatomía del hígado
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