Hipoglucemia en el recién nacido

Hipoglucemia en el recién nacido
Hipoglucemia en el recién nacido

La hipoglucemia en el recién nacido es un fenómeno clínico significativo que puede tener consecuencias graves si no se trata adecuadamente. Esta condición se caracteriza por niveles bajos de glucosa en sangre, generalmente definidos como inferiores a 50 mg/dl. Es fundamental comprender las causas, los signos clínicos y los factores de riesgo asociados con la hipoglucemia neonatal para garantizar una detección y manejo oportunos.

Los signos clínicos de hipoglucemia en los recién nacidos pueden ser inespecíficos y sutiles, lo que dificulta su diagnóstico. Sin embargo, las manifestaciones más graves, como convulsiones y coma, son indicadores importantes de hipoglucemia severa y requieren intervención inmediata. Es esencial estar atento a estos signos y síntomas para identificar y tratar la hipoglucemia de manera efectiva.

Varios factores de riesgo aumentan la probabilidad de hipoglucemia neonatal. Los recién nacidos prematuros, aquellos que presentan restricción del crecimiento intrauterino (PEG) o aquellos nacidos de madres con condiciones médicas como diabetes gestacional, preeclampsia grave o el síndrome HELLP (hemólisis, elevación de enzimas hepáticas, bajo recuento de plaquetas) tienen un riesgo más alto de desarrollar hipoglucemia. Estos bebés pueden tener una capacidad limitada para regular sus niveles de glucosa debido a factores como la inmadurez de su sistema de control glucémico o una producción insuficiente de glucosa endógena.

Varios mecanismos pueden contribuir al desarrollo de hipoglucemia en el recién nacido, incluyendo la rápida utilización de los depósitos de glucógeno hepático después del nacimiento, la falta de ingesta oral de nutrientes, la inmadurez del hígado y la limitada capacidad para realizar gluconeogénesis. Estos factores pueden llevar a una disminución de los niveles de glucosa en sangre, especialmente en situaciones de estrés metabólico o cuando se requiere una alta demanda energética.

Los recién nacidos que requieren intervenciones quirúrgicas enfrentan un riesgo particular de hipoglucemia debido a varios factores. Durante el período perioperatorio, el estrés metabólico asociado con la cirugía puede aumentar las demandas energéticas del cuerpo, lo que puede conducir a una rápida utilización de las reservas de glucosa y a una mayor probabilidad de hipoglucemia. Además, la interrupción del ayuno antes de la cirugía y la administración de anestesia pueden alterar la homeostasis glucémica y aumentar el riesgo de hipoglucemia en los recién nacidos.

Para prevenir y tratar la hipoglucemia en estos casos, se suele iniciar una infusión de glucosa al 10% en el momento del ingreso hospitalario. Esta infusión proporciona una fuente rápida de glucosa para satisfacer las demandas energéticas aumentadas durante el período perioperatorio y mantener la homeostasis glucémica. La concentración del 10% se elige debido a su capacidad para proporcionar una cantidad significativa de glucosa sin causar irritación vascular.

En caso de hipoglucemia, se trata con una infusión de glucosa al 10% administrada a una velocidad de 1-2 mg/kg/ (4-8 mg/kg/min). Esta terapia proporciona una corrección rápida de la hipoglucemia y ayuda a restablecer los niveles normales de glucosa en sangre.

Cuando se enfrenta a una cirugía de urgencia, se pueden necesitar concentraciones de glucosa más altas, hasta el 25%, para garantizar un suministro adecuado de glucosa durante el procedimiento. Esta concentración más alta proporciona una fuente concentrada de glucosa que puede satisfacer las demandas metabólicas aumentadas en situaciones de estrés agudo.

Tradicionalmente, se ha considerado que el acceso venoso central es necesario para administrar infusiones de glucosa con concentraciones superiores al 12,5% debido al riesgo de irritación vascular. Sin embargo, en algunos casos, se puede considerar el uso de acceso venoso periférico con precauciones adicionales para evitar complicaciones.

Durante las primeras 36-48 horas posteriores a una cirugía mayor, es común observar amplias variaciones en las concentraciones séricas de glucosa. Esto se debe a la respuesta metabólica del cuerpo al estrés quirúrgico y al proceso de recuperación, y subraya la importancia de una monitorización continua de la glucemia para detectar y tratar cualquier cambio en los niveles de glucosa.

 

 

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