Nervios del hígado

Los nervios del hígado tienen su origen en dos fuentes principales: el tronco vagal anterior, específicamente los ramos hepáticos, y la porción celíaca del plexo celíaco. Esta inervación es crucial para la regulación de las funciones hepáticas y la comunicación entre el hígado y el sistema nervioso autónomo.

Nervios del hígado

1. Tronco Vagal Anterior (Ramos Hepáticos):
   • Los ramos hepáticos del tronco vagal anterior son una fuente de inervación nerviosa para el hígado. El tronco vagal es una parte del nervio vago, que es un componente importante del sistema nervioso parasimpático. Este sistema es conocido por su papel en la regulación de funciones “de reposo y digestión”. Los ramos hepáticos llevan fibras parasimpáticas al hígado, influenciando actividades como la producción de bilis y otros procesos metabólicos.
2. Plexo Celíaco (Porción Celíaca):
   • La porción celíaca del plexo celíaco es otra fuente de inervación para el hígado. El plexo celíaco es un conjunto de nervios entrelazados ubicado en la región abdominal, y su porción celíaca se encarga de la inervación de varios órganos abdominales, incluido el hígado. Este plexo contiene fibras tanto simpáticas como parasimpáticas, lo que le otorga una función mixta.

En cuanto a la naturaleza de los nervios hepáticos, se destaca que, a excepción de los ramos hepáticos del tronco vagal anterior, la mayoría de los nervios del hígado son mixtos, es decir, contienen tanto fibras simpáticas como parasimpáticas. Este carácter mixto refleja la complejidad de la regulación nerviosa en el hígado, ya que implica tanto procesos de activación como de inhibición.

Distribución de los nervios del hígado

Se ha observado la presencia de dos plexos en el hígado: uno anterior y otro posterior. Estos plexos representan la interconexión de los nervios que forman una red intrincada en el órgano. La existencia de estos plexos subraya la riqueza de la inervación hepática y sugiere una organización anatómica compleja para la transmisión de señales nerviosas.

Plexo Anterior:

El plexo anterior se encuentra dispuesto como una red alrededor de la arteria hepática común y se extiende en las colaterales arteriales. Después del codo de la arteria hepática común, donde se continúa como la arteria hepática propia, surgen verdaderos troncos nerviosos que siguen las vías biliares. Estos troncos emiten ramas hacia la vesícula y penetran en el hígado a través del porta hepático, distribuyéndose principalmente en el hígado izquierdo y en el lóbulo caudado. La disposición de este plexo alrededor de la arteria hepática común y su conexión con las vías biliares y estructuras hepáticas sugiere su función en la regulación de funciones metabólicas y biliares específicas.

Plexo Posterior:

El plexo posterior tiene su origen en la parte derecha del plexo celíaco y se dirige hacia la cara posterior de la vena porta hepática, contorneando su borde derecho. En esta región, se individualiza el nervio posterior del colédoco, que se comunica con el plexo anterior. Los ramos hepáticos del plexo posterior penetran en el porta hepático y se distribuyen hacia el hígado derecho y el lóbulo cuadrado. La trayectoria del plexo posterior por detrás de la vía biliar principal sugiere su participación en la regulación de la actividad nerviosa asociada con la circulación sanguínea hepática y las funciones biliares.

Ramos Hepáticos:

Los ramos hepáticos son parte de la inervación hepática y tienen su origen en el tronco vagal anterior, generándose a nivel del cardias. Estos ramos se dirigen horizontalmente hacia la derecha y llegan al porta hepático a través del omento menor, donde se comunican con el plexo anterior. La conexión directa con el plexo anterior indica una integración de señales nerviosas parasimpáticas con la inervación hepática, y esta ruta específica sugiere una adaptación anatómica para una inervación eficiente del hígado.

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Anatomía del hígado

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