Ojo seco

Ojo seco
Ojo seco

El ojo seco es un trastorno oftalmológico común y crónico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una falta de adecuada lubricación y humectación de la superficie ocular debido a una variedad de razones, lo que resulta en molestias oculares y visuales significativas. Esta condición se presenta cuando hay una alteración en la estabilidad de la película lagrimal, el delgado film de lágrimas que cubre la superficie del ojo para mantenerlo lubricado y protegido.

Una película lagrimal saludable consiste en una combinación de agua, mucina y lípidos que se distribuyen uniformemente sobre la superficie ocular cada vez que parpadeamos. La falta de cualquiera de estos componentes puede llevar al desarrollo de síntomas de ojo seco.

Existen varias causas subyacentes que pueden contribuir al desarrollo del ojo seco:

  • Hipofunción de las glándulas lagrimales: Esto puede resultar en una pérdida del componente acuoso de las lágrimas, conocida como keratoconjuntivitis sicca. Esta disminución en la producción de lágrimas puede deberse a una variedad de factores, incluyendo el envejecimiento, trastornos hereditarios, enfermedades sistémicas como el síndrome de Sjögren, o el uso de ciertos medicamentos sistémicos que afectan la función de las glándulas lagrimales.
  • Evaporación excesiva de las lágrimas: Esto puede ser causado por factores ambientales, como pasar mucho tiempo frente a pantallas digitales, exposición a ambientes con aire acondicionado o calefacción, o vivir en áreas con clima ventoso. Además, anomalías en el componente lipídico de la película lagrimal, como en el caso de la blefaritis, pueden aumentar la evaporación de las lágrimas y contribuir al desarrollo del ojo seco.
  • Deficiencia de mucina: La mucina es una parte crucial de la película lagrimal, ya que ayuda a distribuir las lágrimas uniformemente sobre la superficie del ojo. La deficiencia de mucina puede ser causada por una variedad de condiciones, como la deficiencia de vitamina A o la cicatrización conjuntival debido a enfermedades como el tracoma, el síndrome de Stevens-Johnson, el pemfigoide de la membrana mucosa, la enfermedad del injerto contra huésped, quemaduras químicas o la toxicidad tópica de ciertos medicamentos.

 

Hallazgos clínicos

La queja del paciente sobre sequedad ocular, enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño y visión variable es característica de los síntomas asociados con el ojo seco. Estos síntomas reflejan los efectos adversos de la falta de lubricación adecuada en la superficie del ojo. La sequedad ocular puede causar irritación, ardor y molestias persistentes, mientras que el enrojecimiento ocular es el resultado de la irritación crónica y la inflamación de los tejidos oculares.

La sensación de cuerpo extraño también es común en el ojo seco y se debe a la falta de lubricación adecuada para proteger la superficie del ojo. Esta sensación puede ser causada por la fricción entre el párpado y la córnea, lo que puede provocar una incomodidad significativa y dificultar la apertura y el cierre suave de los párpados.

La visión variable es otro síntoma común del ojo seco, ya que la falta de una película lagrimal estable puede afectar la calidad óptica de la superficie ocular. Esto puede provocar fluctuaciones en la visión, especialmente durante actividades que requieren un enfoque visual prolongado, como leer o mirar una pantalla de computadora.

En casos graves de ojo seco, los síntomas pueden empeorar y pueden estar acompañados de fotofobia (sensibilidad a la luz), dificultad para mover los párpados y secreción excesiva de moco. Estos síntomas pueden indicar un daño más significativo en la superficie ocular y una mayor inflamación de los tejidos.

Aunque la inspección inicial del ojo puede no revelar anomalías evidentes, el examen más detallado utilizando una lámpara de hendidura puede mostrar anomalías en la estabilidad de la película lagrimal y una reducción en el volumen de lágrimas. En casos más graves, las células corneales y conjuntivales dañadas pueden teñirse con colorantes como la fluoresceína y el verde lisamina, lo que indica un daño significativo en la superficie ocular.

Además, la prueba de Schirmer, que mide la tasa de producción del componente acuoso de las lágrimas, puede ser útil para evaluar la función de las glándulas lagrimales y determinar la gravedad del ojo seco. Una puntuación baja en la prueba de Schirmer puede indicar una disminución en la producción de lágrimas y contribuir al diagnóstico de ojo seco.

En los casos más graves de ojo seco, la marcada inyección conjuntival, la secreción mucoide y la pérdida del brillo conjuntival y corneal normal pueden ser evidentes en la inspección ocular. La queratopatía epitelial, que se tiñe con colorantes como la fluoresceína, puede indicar un daño significativo en la superficie corneal y, en casos extremos, puede progresar a ulceración corneal franca, lo que representa una amenaza para la visión y requiere tratamiento inmediato.

 

Tratamiento

La deficiencia acuosa en el ojo seco puede tratarse eficazmente con el uso de gotas o ungüentos artificiales que ayudan a reponer y mantener la humedad en la superficie ocular. Estos productos están diseñados para imitar las propiedades de las lágrimas naturales y proporcionar alivio de los síntomas asociados con el ojo seco.

Las preparaciones más simples, como las soluciones fisiológicas (0,9%) o hipoosmóticas (0,45%) de cloruro de sodio, pueden ser efectivas para aliviar temporalmente la sequedad ocular. Estas soluciones pueden usarse con la frecuencia necesaria, pero en la mayoría de los casos, solo se necesitan aplicar tres o cuatro veces al día para proporcionar un alivio adecuado de los síntomas.

Para lograr una duración de acción más prolongada, se pueden utilizar preparaciones para gotas que contengan agentes mucomiméticos, como la hidroxipropilmetilcelulosa (HPMC) o la carboximetilcelulosa (carmelosa). Estos agentes ayudan a estabilizar la película lagrimal y a retener la humedad en la superficie ocular durante períodos más prolongados, lo que reduce la necesidad de aplicaciones frecuentes.

Es importante tener en cuenta que, si bien los preparados para lágrimas artificiales son generalmente seguros y bien tolerados, algunas formulaciones pueden contener conservantes para mantener la esterilidad del producto. Sin embargo, estos conservantes pueden ser potencialmente tóxicos y alergénicos, especialmente con el uso frecuente a largo plazo.

Las reacciones adversas a los conservantes pueden incluir irritación, sensación de ardor, enrojecimiento y sequedad ocular. Estas reacciones pueden ser malinterpretadas como un empeoramiento del ojo seco y pueden llevar a un uso más frecuente de las lágrimas artificiales, lo que a su vez puede empeorar el problema. Es importante que los pacientes sean conscientes de los posibles efectos adversos de los conservantes y que consulten a su oftalmólogo si experimentan algún síntoma de irritación ocular.

En casos en los que se presente una reacción adversa a los conservantes, se puede considerar cambiar a una preparación para lágrimas artificiales sin conservantes. Estas formulaciones están diseñadas para ser más suaves para la superficie ocular y pueden ser una opción más segura para aquellos que requieren un uso frecuente de gotas oculares.

Las preparaciones sin conservantes son recomendadas para cualquier frecuencia de uso superior a cuatro veces al día debido a los posibles efectos adversos de los conservantes en la superficie ocular. Aunque los conservantes son necesarios para mantener la esterilidad de las preparaciones para lágrimas artificiales, su uso frecuente puede causar irritación y toxicidad en la superficie ocular. Esto es especialmente cierto en pacientes con ojo seco, cuyos ojos pueden ser más sensibles a los irritantes.

Los conservantes pueden causar una serie de efectos adversos, incluyendo irritación, sensación de ardor, enrojecimiento y sequedad ocular. Además, con el uso prolongado y frecuente, los conservantes pueden provocar una reacción alérgica o una respuesta inflamatoria crónica en la superficie ocular, lo que empeora los síntomas de ojo seco en lugar de aliviarlos.

Por otro lado, las gotas para los ojos que afirman “sacar el rojo” no son recomendadas para el tratamiento del ojo seco, ya que suelen contener vasoconstrictores que reducen temporalmente la apariencia de enrojecimiento ocular al contraer los vasos sanguíneos en la superficie del ojo. Sin embargo, con el uso prolongado, estos vasoconstrictores pueden causar toxicidad e hiperemia de rebote, lo que significa que el enrojecimiento puede empeorar después de suspender el uso de estas gotas. Esto puede llevar a una dependencia crónica de las gotas para aliviar el enrojecimiento ocular, lo que no aborda la causa subyacente del problema y puede empeorar la salud ocular a largo plazo.

Dado que el ojo seco se considera una enfermedad inflamatoria de la superficie ocular, el tratamiento puede requerir en algunos casos el uso episódico de gotas de corticosteroides de baja potencia para controlar la inflamación y aliviar los síntomas. Sin embargo, es importante que el uso de corticosteroides tópicos sea supervisado por un profesional de la vista, ya que su uso prolongado puede causar efectos secundarios como aumento de la presión intraocular y desarrollo de cataratas.

Además de los corticosteroides, se pueden usar gotas antiinflamatorias que no contienen corticosteroides, como la ciclosporina o el lifitegrast, para controlar la inflamación y mejorar los síntomas del ojo seco. Estos medicamentos pueden ayudar a modular la respuesta inflamatoria en la superficie ocular sin los efectos secundarios asociados con los corticosteroides.

En casos graves de ojo seco, la oclusión puntal lacrimal por tapones canaliculares o cauterio puede ser útil para conservar las lágrimas naturales y mejorar la hidratación de la superficie ocular. La blefaritis, una afección común asociada con el ojo seco, también debe tratarse según las pautas recomendadas, que pueden incluir medidas de higiene, antibióticos tópicos y otras intervenciones específicas según la causa subyacente de la blefaritis.

 

 

 

Homo medicus


 
Anatomía del hígado

Anatomía del hígado

Síguenos en X: @el_homomedicus  y @enarm_intensivo    

🟥     🟪     🟨     🟧     🟩     🟦

APRENDER CIRUGÍA

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

Avatar del usuario

Homo medicus

Conocimiento médico en evolución...

También te podría gustar...