¿Qué es la epididimitis aguda?

‍La epididimitis aguda es una afección en la cual el epidídimo, un tubo en forma de espiral ubicado en la parte posterior de los testículos, se inflama. Esta condición es mayormente causada por infecciones, lo que explica por qué la mayoría de los casos de epididimitis aguda son de origen infeccioso.

Existen diferentes tipos de infecciones que pueden causar epididimitis aguda. La causa más común de esta condición en hombres jóvenes y sexualmente activos es la transmisión sexual, en la cual las bacterias Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae son los agentes infecciosos principales. Estas infecciones de transmisión sexual suelen ir acompañadas de uretritis, que es la inflamación de la uretra, y pueden ocurrir en hombres menores de 40 años.

Por otro lado, las formas no transmitidas por contacto sexual de la epididimitis aguda suelen presentarse en hombres mayores y están asociadas con infecciones urinarias y prostatitis. En estos casos, las bacterias gramnegativas, como Escherichia coli y otras bacterias intestinales, son las responsables de la infección.

La vía de infección más probable en la epididimitis es desde la uretra en dirección al conducto eyaculador y luego hacia el conducto deferente hasta el epidídimo. Las bacterias pueden ascender desde la uretra hasta el epidídimo debido a factores como la anatomía, el flujo retrógrado de la orina o la obstrucción del tracto urinario. También se ha observado que los traumatismos en la zona genital, el esfuerzo físico o la actividad sexual vigorosa pueden desencadenar los síntomas de la epididimitis aguda.

La epididimitis de transmisión sexual casi siempre ocurren en varones <40 años, se acompañan de uretritis y se producen por Chlamydia trachomatis o Neisseria gonorrhoeae.

Las formas no transmitidas por contacto sexual suelen presentarse en varones mayores y se acompañan de infecciones urinarias y prostatitis, y son ocasionadas por bacilos gramnegativos.

La vía de infección probable en la epididimitis es desde la uretra en dirección del conducto eyaculador y luego el conducto deferente hasta el epidídimo.

 

Manifestaciones clínicas

Los síntomas de la epididimitis aguda pueden aparecer después de un esfuerzo físico, traumatismo o actividad sexual debido a la naturaleza sensible y delicada del epidídimo y los tejidos circundantes. Estas acciones pueden ejercer presión o tensión en la región escrotal, lo que puede desencadenar la inflamación y los síntomas característicos de la epididimitis.

El esfuerzo físico, como levantar objetos pesados, puede provocar un aumento de la presión en la zona inguinal y abdominal, lo que puede transmitirse al escroto. Esta presión adicional puede comprimir el epidídimo y los vasos sanguíneos, lo que lleva a la inflamación y los síntomas de la epididimitis aguda.

Los traumatismos en la zona genital también pueden desencadenar la epididimitis aguda. Un golpe directo en los testículos o una lesión en el área escrotal pueden causar daño a los tejidos del epidídimo y provocar inflamación. Además, el trauma puede interrumpir el flujo sanguíneo normal hacia el epidídimo, lo que puede contribuir a la aparición de los síntomas.

La actividad sexual vigorosa también puede desencadenar los síntomas de la epididimitis aguda. Durante la actividad sexual, el escroto y el epidídimo están sujetos a movimientos y fricciones intensas. Estos movimientos repetitivos y la fricción pueden irritar el epidídimo y los tejidos circundantes, lo que puede llevar a la inflamación y al dolor característico.

El dolor en la epididimitis aguda suele localizarse en el escroto, específicamente en el área del epidídimo afectado. Sin embargo, este dolor puede propagarse hacia el cordón espermático, la estructura que conecta el testículo con la cavidad pélvica, o hacia el flanco, el costado del abdomen. El aumento de volumen escrotal es otro síntoma común y está relacionado con la inflamación y la acumulación de líquido en la zona afectada. Además, la fiebre es frecuente en los casos de epididimitis aguda debido a la respuesta inflamatoria del cuerpo ante la infección.

 

Exámenes complementarios

La biometría hemática completa en pacientes con epididimitis aguda muestra leucocitosis con desviación a la izquierda.

En la variedad de epididimitis aguda de transmisión sexual, la tinción de Gram del frotis de secreción uretral puede ser diagnóstica para diplococos gramnegativos intracelulares (N. gonorrhoeae).

En la epididimitis aguda de variedad no transmitida por contacto sexual, el examen general de orina revela piuria, bacteriuria y grados variables de hematuria.

El signo de Prehn que consiste en la elevación del escroto por arriba de la sínfisis del pubis mejora el dolor de en la epididimitis aguda y puede ser un signo útil, pero no es confiable.

 

 

Tratamiento

En la fase aguda de la epididimitis, es importante que el paciente observe reposo en cama y eleve el escroto. Estas medidas ayudan a aliviar los síntomas y facilitan la recuperación.

El reposo en cama permite reducir la presión y la tensión en el área afectada. Al limitar la actividad física, se disminuye la inflamación y se evita el empeoramiento de los síntomas. Además, el reposo en cama ayuda a prevenir el trauma adicional en el área escrotal, lo que puede empeorar la condición.

La elevación escrotal implica elevar el escroto por encima del nivel del corazón. Esto se puede lograr colocando una almohada debajo de los testículos mientras se está acostado. La elevación escrotal ayuda a reducir la acumulación de líquido y la hinchazón en el escroto, aliviando así el malestar y el dolor. Además, mejora el flujo sanguíneo y el drenaje linfático en la zona afectada, lo que contribuye a una recuperación más rápida.

En el caso de la epididimitis aguda de transmisión sexual, el tratamiento principal consiste en el uso de antibióticos. Tanto el paciente como su pareja sexual deben recibir tratamiento con antibióticos durante un período de 10 a 21 días. Esto se debe a que la infección puede propagarse o reinfectarse si no se trata a ambos individuos. El tipo de antibiótico y la duración del tratamiento dependen de los agentes infecciosos específicos implicados, como Chlamydia trachomatis o Neisseria gonorrhoeae.

En el caso de la epididimitis aguda no transmitida por contacto sexual, el tratamiento también se basa en el uso de antibióticos. Sin embargo, el período de tratamiento es más prolongado, generalmente de 21 a 28 días. Esto se debe a que las bacterias gramnegativas, como Escherichia coli y otras bacterias intestinales, suelen ser las causantes de la infección en estos casos. Los antibióticos se seleccionan de acuerdo al agente causal identificado y se administran durante un período prolongado para asegurar la erradicación completa de la infección.

 

 

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