¿Qué es una fibra muscular?

Una célula del músculo esquelético más comúnmente llamada fibra muscular, es en realidad un sincitio multinucleado. Una fibra muscular se forma durante el desarrollo por la fusión de pequeñas células musculares individuales denominadas mioblastos. Cuando se observa en un corte transversal, la fibra muscular multinucleada madura revela una forma poligonal con un diámetro de 10 a 100 micrómetros. La longitud varía desde unos pocos milímetros hasta casi un metro.
Los núcleos de la fibra muscular esquelética están ubicados en el citoplasma justo debajo de la membrana plasmática, también denominada sarcolema en estas células. El sarcolema está compuesto por la membrana plasmática de la célula muscular, su lámina externa y la lámina reticular que la rodea. El músculo esquelético consiste en fibras musculares estriadas que se mantienen juntas por el tejido conjuntivo.
El tejido conjuntivo que rodea tanto a las fibras musculares individuales como a los haces de fibras musculares, es imprescindible para la transducción de fuerzas. En el extremo del músculo, el tejido conjuntivo continúa en la forma de un tendón o alguna otra estructura de fibras de colágeno que sirve para fijarlos, por lo general, a huesos.
El tejido conjuntivo asociado con músculo se designa de acuerdo con su relación con las fibras musculares:
- El endomisio es una capa delicada de fibras reticulares que rodea inmediatamente las fibras musculares individuales. En el endomisio sólo se encuentran vasos sanguíneos de pequeño calibre y ramificaciones nerviosas muy finas, que transcurren en forma paralela a las fibras musculares.
- El perimisio es una capa de tejido conjuntivo más gruesa que rodea un grupo de fibras para formar un haz o fascículo. Los fascículos son unidades funcionales de fibras musculares. El perimisio presenta vasos sanguíneos grandes y nervios.
- El epimisio es la vaina de tejido conjuntivo denso que rodea todo el conjunto de fascículos que constituyen el músculo. Los principales componentes de la irrigación y la inervación del músculo penetran el epimisio.