¿Qué reacciones transfusionales se presentan mayoritariamente?
Las reacciones transfusionales, aunque comúnmente asociadas con la hemólisis de los glóbulos rojos, abarcan una gama más amplia de respuestas inmunológicas y fisiopatológicas. Es importante destacar que la mayoría de estas reacciones no son hemolíticas, sino que involucran la respuesta inmunitaria del receptor a los antígenos presentes en los leucocitos transfundidos. Esta distinción es fundamental para comprender la diversidad de las complicaciones asociadas con las transfusiones sanguíneas.
Los Antígenos Leucocitarios Humanos (HLA, por sus siglas en inglés Human Leukocyte Antigens) son un conjunto de proteínas ubicadas en la superficie de las células nucleadas del cuerpo humano, incluyendo los leucocitos o glóbulos blancos. Estos antígenos son cruciales para el sistema inmunológico ya que desempeñan un papel fundamental en el reconocimiento de lo propio (células del propio organismo) frente a lo ajeno (células o sustancias extrañas).
Los HLA son altamente polimórficos, lo que significa que existen múltiples variantes o alelos para cada gen HLA en la población humana. Esta diversidad genética es esencial para la adaptabilidad del sistema inmunológico, ya que permite reconocer y responder a una amplia gama de antígenos extraños. Los genes HLA se localizan en el cromosoma 6 y se expresan de manera codominante, lo que significa que tanto la copia heredada del padre como la de la madre se expresan por igual en las células.
La principal función de los HLA es presentar fragmentos de proteínas extrañas, llamadas antígenos, a los linfocitos T, un tipo de glóbulo blanco importante en la respuesta inmunológica. Los linfocitos T son capaces de reconocer estos antígenos presentados por las proteínas HLA como “propios” o “extraños”. Cuando los linfocitos T reconocen un antígeno como extraño, desencadenan una respuesta inmunitaria específica contra él.
¿Qué reacciones transfusionales se presentan mayoritariamente?
Los antígenos HLA juegan un papel crucial en muchos procesos biológicos, incluyendo la respuesta inmune contra infecciones, el rechazo de trasplantes de órganos y tejidos, y la susceptibilidad a enfermedades autoinmunes y trastornos inmunológicos.
La presencia de antígenos leucocitarios humanos (HLA) en los leucocitos transfundidos puede desencadenar una respuesta inmune en receptores previamente sensibilizados. Los pacientes que han recibido transfusiones sanguíneas previas o han estado embarazadas tienen una mayor probabilidad de haber desarrollado anticuerpos contra estos antígenos. Esta sensibilización previa puede predisponer al receptor a una reacción inmunitaria exagerada cuando se exponen nuevamente a estos antígenos durante una transfusión subsiguiente.
La respuesta inmunitaria del receptor a los leucocitos transfundidos puede manifestarse como una reacción inflamatoria generalizada. Los leucocitos extraños son reconocidos por el sistema inmunológico del receptor, desencadenando la liberación de citocinas y otros mediadores inflamatorios. Esta cascada de eventos puede dar lugar a síntomas sistémicos como fiebre, escalofríos, taquicardia y hipotensión, sin necesariamente implicar la destrucción de los glóbulos rojos.
Además, las reacciones febriles no hemolíticas son una manifestación común de la respuesta inmunitaria del receptor a los leucocitos transfundidos. Estas reacciones se caracterizan por fiebre sin evidencia de hemólisis y pueden ocurrir incluso en ausencia de anticuerpos específicos contra los leucocitos. Se cree que la liberación de citocinas por parte de los leucocitos transfundidos desempeña un papel crucial en la patogénesis de estas reacciones febriles.
Anatomía del hígado
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