Tratamiento quirúrgico del la enfermedad por reflujo gastroesofágico

Tratamiento quirúrgico del la enfermedad por reflujo gastroesofágico
Tratamiento quirúrgico del la enfermedad por reflujo gastroesofágico

El tratamiento quirúrgico del reflujo gastroesofágico, específicamente la funduplicatura, ofrece un alivio adecuado a excelente de los síntomas y una cicatrización de la esofagitis en más del 85% de los pacientes seleccionados de manera apropiada. Esta intervención puede realizarse mediante laparoscopia en la mayoría de los casos, lo que permite una recuperación más rápida y una menor tasa de complicaciones en comparación con técnicas quirúrgicas abiertas. Sin embargo, a pesar de la alta tasa de satisfacción de los pacientes, algunos inconvenientes deben ser considerados. En aproximadamente un 10 a 30% de los pacientes, los síntomas típicos de reflujo, como la acidez estomacal, tienden a reaparecer con el tiempo, lo que sugiere que la cirugía no garantiza una solución definitiva para todos los casos.

Además, más del 30% de los pacientes que se someten a fundoplicatura desarrollan nuevos síntomas postoperatorios. Entre estos se incluyen la disfagia (dificultad para tragar), distensión abdominal, aumento de flatulencias, dispepsia (malestar digestivo) o diarrea. Estos efectos secundarios pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida del paciente, lo que debe ser cuidadosamente considerado al tomar la decisión de someterse a la intervención.

En un ensayo clínico aleatorizado realizado en 2019, se evaluó a pacientes con acidez persistente y reflujo confirmado, ya sea ácido o no ácido, que no respondían adecuadamente al tratamiento con inhibidores de la bomba de protones administrados dos veces al día. Los resultados mostraron que, tras un año, el 67% de los pacientes que se sometieron a una fundoplicatura experimentaron un alivio adecuado de los síntomas, frente al 12 a 28% de los pacientes que continuaron con el tratamiento médico. Estos resultados subrayan la efectividad de la cirugía en comparación con el tratamiento farmacológico en pacientes con reflujo refractario a medicamentos.

Sin embargo, la cirugía no está indicada de manera rutinaria para todos los pacientes con reflujo gastroesofágico. En aquellos individuos que experimentan un control adecuado de sus síntomas con terapias médicas, la intervención quirúrgica no está recomendada. La fundoplicatura debe considerarse en pacientes con enfermedad por reflujo gastroesofágico grave que no desean seguir un tratamiento médico de por vida debido al costo, la incomodidad o los riesgos teóricos asociados a la medicación crónica. Además, es una opción viable para aquellos con síntomas de ERGE refractarios o con regurgitación molesta a pesar de recibir tratamiento con inhibidores de la bomba de protones.

Por otro lado, para los pacientes con obesidad que también padecen enfermedad por reflujo gastroesofágico, la opción de bypass gástrico debe considerarse por encima de la fundoplicatura. Esto se debe a que la cirugía bariátrica no solo puede abordar el reflujo al reducir la capacidad gástrica y modificar la dinámica del tracto gastrointestinal superior, sino que también puede resultar en una pérdida significativa de peso, lo que puede mejorar los síntomas de la enfermedad por reflujo.

El esfínter artificial magnético mínimamente invasivo ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para el tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) en pacientes con hernias hiatales de menos de 3 centímetros de tamaño. Este dispositivo innovador se presenta como una alternativa prometedora a la cirugía de fundoplicatura laparoscópica, con el beneficio adicional de ser una técnica menos invasiva y asociada a una menor tasa de efectos secundarios a largo plazo.

En los ensayos clínicos prospectivos realizados, algunos de los cuales han tenido un seguimiento de hasta cinco años, la técnica de aumento del esfínter magnético ha demostrado un alivio de los síntomas de la ERGE comparable al logrado con la fundoplicatura laparoscópica. Sin embargo, una ventaja significativa del esfínter magnético es que se asocia con menos efectos secundarios a largo plazo. Los estudios han reportado tasas mucho más bajas de disfagia persistente (dificultad para tragar) en el largo plazo, que oscilan entre el 4 y el 10%, distensión abdominal en un 8%, diarrea en un 2%, y náuseas o vómitos en un 2%. Estos porcentajes son considerablemente menores que los observados con la fundoplicatura, un procedimiento que, aunque efectivo, conlleva riesgos más altos de efectos adversos como disfagia, distensión abdominal y otros síntomas gastrointestinales.

El impacto de la augmentación magnética del esfínter en la regurgitación, un síntoma particularmente molesto y debilitante de la ERGE, ha mostrado resultados excepcionales. En pacientes con regurgitación moderada a severa, el uso del esfínter magnético llevó a una mejora significativa en el 96% de los casos, en comparación con solo un 19% de mejoría en aquellos tratados con inhibidores de la bomba de protones administrados dos veces al día. Este hallazgo subraya el potencial de la tecnología para proporcionar un alivio más efectivo en los casos más graves de la enfermedad.

El éxito de este dispositivo, tanto en términos de seguridad como de eficacia, ha sido respaldado por los datos obtenidos hasta la fecha, lo que lo convierte en una opción a considerar seriamente para pacientes con ERGE, especialmente aquellos que sufren de regurgitación problemática y tienen hernias hiatales de tamaño inferior a los 3 centímetros. La colocación del esfínter magnético se realiza mediante una técnica mínimamente invasiva, lo que implica una recuperación más rápida y una menor incidencia de complicaciones en comparación con la cirugía convencional.

En cuanto a los procedimientos endoscópicos, aunque se han desarrollado varias opciones para el tratamiento de la ERGE, ninguno de ellos ha logrado una aceptación generalizada, en gran parte debido a la eficacia limitada a largo plazo. A diferencia de estos enfoques, el esfínter magnético ha demostrado una notable consistencia en los resultados a lo largo del tiempo, lo que lo posiciona como una opción más viable y efectiva en la práctica clínica.

 

 

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Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
  2. Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
  3. Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
  4. Fass R. Gastroesophageal reflux disease. N Engl J Med. 2022;387: 1207. [PMID: 36170502]

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