Ventilación con presión positiva no invasiva
La ventilación con presión positiva no invasiva (NIPPV, por sus siglas en inglés) es una estrategia terapéutica utilizada cuando la ventilación es adecuada pero la oxigenación es deficiente. Consiste en administrar presión positiva a través de una máscara facial cerrada, sin la necesidad de una intubación endotraqueal o una traqueostomía. La NIPPV se puede utilizar en diversas situaciones clínicas para mejorar la oxigenación y aliviar la dificultad respiratoria.
La NIPPV puede ser considerada como una medida temporal mientras se inician otros tratamientos específicos para abordar la causa subyacente de la insuficiencia respiratoria. Por ejemplo, en casos de edema pulmonar cardiogénico agudo, los nitratos pueden ser administrados simultáneamente con NIPPV para reducir la carga de líquidos en los pulmones y mejorar la función cardíaca.
Además, la NIPPV puede ser utilizada como parte del manejo de la vía respiratoria en situaciones en las que se necesita una preoxigenación antes de la intubación, como en el caso de procedimientos de emergencia o en pacientes con dificultad respiratoria aguda. Proporciona un soporte adicional para mantener las vías respiratorias abiertas y mejorar la oxigenación antes de la intervención.
En ciertos casos, la NIPPV puede ser una alternativa al manejo invasivo de la vía respiratoria, especialmente en pacientes que han expresado previamente su deseo de no recibir medidas invasivas o que tienen órdenes médicas de no resucitar (DNR, por sus siglas en inglés) o no intubar (DNI, por sus siglas en inglés). Esto permite brindar soporte respiratorio sin la necesidad de intubación endotraqueal y ventilación mecánica invasiva, respetando las preferencias del paciente y su calidad de vida.
La NIPPV se puede administrar a través de diferentes dispositivos, como ventiladores mecánicos, dispositivos reutilizables autónomos o dispositivos desechables (solo CPAP). Los modos más comunes de NIPPV son la presión positiva continua en la vía respiratoria (CPAP, por sus siglas en inglés) y la presión positiva de dos niveles en la vía respiratoria (BPAP, por sus siglas en inglés). La CPAP proporciona una presión constante durante la inspiración y una presión positiva al final de la espiración (PEEP, por sus siglas en inglés) durante la exhalación, generalmente en un rango de 5 a 10 mm Hg. Por otro lado, la BPAP permite ajustar el nivel de soporte de presión hasta 15 mm Hg sin aumentar la resistencia espiratoria para el paciente, que normalmente se mantiene entre 5 y 10 mm Hg. No existen estudios que demuestren una ventaja significativa de un sistema sobre otro, por lo que la elección dependerá de las necesidades clínicas y la disponibilidad de los dispositivos.
Anatomía del hígado
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