Delirio en adultos mayores

Delirio en adultos mayores
Delirio en adultos mayores

El delirio, según la definición del DSM-5, es una alteración aguda y transitoria en la atención y la conciencia del entorno, que se caracteriza por un cambio significativo respecto a la línea de base del individuo y tiende a fluctuar en su intensidad. Esta condición también está acompañada de cambios en la cognición, lo que puede manifestarse en desorientación temporal y espacial, dificultades en la concentración y la memoria, y alteraciones en el pensamiento y la percepción.

Esta perturbación cognitiva aguda suele ser secundaria a una condición médica subyacente o al efecto adverso de medicamentos. En el caso de los adultos mayores, el delirio es una complicación común que ocurre en un porcentaje significativo de pacientes hospitalizados, con una prevalencia que varía entre el 29% y el 64%.

Las causas subyacentes del delirio en los adultos mayores suelen ser diversas y pueden incluir infecciones, isquemia coronaria, hipoxemia, trastornos metabólicos, deshidratación, cambios en la medicación o la presencia de múltiples comorbilidades. La vulnerabilidad de los adultos mayores a estas condiciones médicas y la fragilidad asociada pueden aumentar el riesgo de desarrollar delirio en este grupo de población.

El impacto clínico del delirio en los adultos mayores es significativo y se asocia con peores resultados en la salud y el bienestar. Las consecuencias adversas del delirio pueden incluir una mayor mortalidad tanto durante la hospitalización como después del alta, una prolongación en la duración de la estancia hospitalaria, una recuperación física más lenta y limitada, y una mayor probabilidad de requerir colocación en centros de enfermería o atención a largo plazo.

La identificación y el manejo temprano del delirio son fundamentales para minimizar su impacto negativo en la salud y el funcionamiento del paciente. Esto puede incluir estrategias de prevención, como la optimización de la atención médica y la gestión adecuada de los factores de riesgo, así como intervenciones terapéuticas dirigidas a abordar la causa subyacente del delirio y proporcionar un entorno de atención que sea propicio para la recuperación cognitiva y funcional del paciente.

El delirio, a menudo asociado con una presentación hiperactiva y agitada en la mente del público, es solo una manifestación de esta condición compleja y multifacética. Es importante comprender que el delirio puede presentarse de diversas formas, incluidas variantes hipoactivas y mixtas, y que la identificación de estas presentaciones menos evidentes es crucial para un diagnóstico y manejo efectivos, especialmente en adultos mayores hospitalizados.

Aunque el delirio hiperactivo puede ser más llamativo y fácilmente reconocible debido a su manifestación agitada y desorganizada, estudios clínicos han demostrado que el delirio hipoactivo, caracterizado por una disminución en la actividad motora y una aparente lentitud cognitiva, es en realidad más común en adultos mayores hospitalizados. Esta presentación menos evidente puede pasar desapercibida si no se presta atención a los signos sutiles de deterioro cognitivo, falta de atención o desorientación en el paciente.

El deterioro cognitivo es un factor de riesgo importante para el desarrollo del delirio en adultos mayores, ya que puede dificultar la capacidad del individuo para procesar y responder a la información del entorno, lo que aumenta la susceptibilidad al delirio. Otros factores de riesgo incluyen la edad avanzada, la presencia de enfermedades graves, la polifarmacia, el uso de medicamentos psicoactivos, el deterioro sensorial (como la pérdida de visión o audición), la depresión y el trastorno por consumo de alcohol.

Estos factores de riesgo pueden interactuar de manera compleja y contribuir al desarrollo y la manifestación del delirio en adultos mayores. Por ejemplo, la polifarmacia y el uso de medicamentos psicoactivos pueden alterar el equilibrio químico del cerebro y aumentar el riesgo de delirio, especialmente en personas con deterioro cognitivo subyacente. Del mismo modo, la presencia de enfermedades graves puede desencadenar una respuesta inflamatoria sistémica que afecta al funcionamiento cerebral y aumenta la vulnerabilidad al delirio.

Es importante que los profesionales de la salud estén alerta a estos factores de riesgo y sospechen del delirio incluso en ausencia de una presentación hiperactiva y agitada. La evaluación sistemática de la cognición y la atención, así como la monitorización continua de los pacientes en riesgo, son fundamentales para la detección temprana y el manejo efectivo del delirio en adultos mayores hospitalizados. Esto puede incluir intervenciones dirigidas a abordar las causas subyacentes del delirio, como la optimización de la medicación, la gestión de comorbilidades médicas y la promoción de un entorno de cuidado que sea propicio para la orientación y el bienestar del paciente.

 

 

Homo medicus

 


 

¡Gracias por visitarnos!

 
Anatomía del hígado

Anatomía del hígado

Síguenos en X: @el_homomedicus  y @enarm_intensivo    

🟥     🟪     🟨     🟧     🟩     🟦

APRENDER CIRUGÍA

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

Avatar del usuario

Homo medicus

Conocimiento médico en evolución...

También te podría gustar...