¿En que consiste la exploración pélvica ginecológica?

La exploración pélvica ginecológica se efectúa con la paciente en posición supina, las extremidades inferiores en posición de litotomía dorsal y los pies descansando en los estribos. La cabecera de la camilla se eleva 30 grados para relajar los músculos de la pared abdominal, permitiendo así la exploración bimanual.
Es importante describir a la paciente cada parte de la exploración antes de llevarla a cabo. Y se debe advertir que la exploración se puede detener e interrumpir en cualquier momento.
Como muchos canceres e infecciones pélvicas drenan en los ganglios linfáticos inguinales, estos se deben palpar durante la exploración física. Posteriormente se realiza una inspección metódica del periné desde el monte de Venus en posición ventral hasta los pliegues genitocrurales en posición lateral y el ano.
Muchas infecciones y neoplasias de la vulva abarcan la piel perianal, por lo cual de igual modo es importante inspeccionarla. Se debe palpar la zona en busca de anomalias de las
glandulas de Bartholin y parauretrales.
La exploración con espejo vaginal se realiza mediante espejos vaginales tanto de metal como de plastico, cada uno en diversos tamanos segun la longitud y flacidez de la vagina. Algunos espejos de plástico estan equipados con una pequena luz. El espejo de metal requiere de una fuente luminosa externa. La vagina y el cuello uterino se observan luego
de colocar un espejo de Graves o de Pederson. Previo a introducirlo, el espejo se calienta.
El lubricante reduce las molestias durante la inserción. En caso de utilizar un lubricante en gel, se coloca una gota por fuera de la superficie externa de las hojas del espejo. Antes de introducirlo, los labios menores se separan con delicadeza y se identifica la uretra. A causa de la sensibilidad uretral, el espejo se introduce debajo del meato urinario.
Otro método, antes de introducir el espejo, es colocar el dedo índice en la vagina aplicando presión en sentido posterior. A continuación, se pide a la mujer que relaje los músculos de la pared posterior para facilitar la introducción del espejo. Este método es especialmente útil en aquellas que se someten a su primera exploración y en quienes tienen relaciones sexuales esporádicas, las que padecen dispareunia o las pacientes que padecen mucha ansiedad.
Al introducir el espejo, la vagina se contrae y algunas mujeres sienten presión o molestia. Si se hace una pausa en este punto, los músculos vaginales se relajan. Después de introducir completamente el espejo, se forma un ángulo de ~30° en sentido inferior para llegar hasta el cuello uterino. Por lo general, el útero yace en anteversión y el ectocérvix se halla sobre la pared vaginal posterior. Una vez que se abre el espejo, se identifica el ectocérvix.
Las paredes vaginales y el cuello uterino se observan en busca de tumores, úlceras, despigmentación o secreción anómala. Se obtiene una muestra para citología vaginal y, si es necesario, otras muestras para cultivo o valoración microscópica.
La exploración bimanual se lleva a cabo después de la exploración con espejo o antes de introducir el espejo para identificar mejor la ubicación del cuello uterino.
Durante la exploración bimanual, se valoran el tamaño del útero y los anexos, su movilidad y la presencia de hipersensibilidad. Para las mujeres con una histerectomía y ooforectomía previas, la exploración bimanual es útil para excluir otras anomalías pélvicas.
Durante la exploración bimanual, se introducen los dedos índice y medio con guante de forma simultánea en la vagina hasta llegar al cuello uterino. Para facilitar la introducción, se aplica un lubricante. Una vez que se alcanza el cuello uterino, se analiza la orientación del útero mediante el dedo índice hacia el interior sobre la cara anterior del cuello uterino.
Para explorar los anexos, el médico utiliza dos dedos dentro de la vagina con el propósito de levantar los anexos del fondo de saco posterior o la fosa ovárica hacia la pared abdominal anterior. Los anexos se sostienen con estos dedos vaginales y mediante la otra mano se ejerce presión en sentido inferior hasta la parte inferior del abdomen. Cuando el tamaño del útero es normal, lo mejor es colocar la mano del abdomen por arriba del ligamento inguinal.
La exploración rectovaginal se llevar a cabo en toda paciente con alguna indicación específica, como dolor pélvico, un tumor pélvico o síntomas rectales.
Entre la exploración bimanual y la rectovaginal, los guantes se cambian para evitar contaminar el recto con microorganismos vaginales potencialmente patógenos. Se busca sangre oculta en heces fecales durante esta etapa, el guante se cambia luego de la exploración bimanual. De esta manera se llevan al mínimo los resultados positivos falsos por contaminación con sangre vaginal. Inicialmente, el dedo índice se coloca en la vagina y el dedo medio en el recto entonces se deslizan uno contra otro como si fueran una tijera para buscar cicatrices o adherencias peritoneales en el tabique rectovaginal. El dedo índice se extrae y el dedo medio se desliza en sentido circular en la cúpula rectal para excluir la posibilidad de la existencia de tumores.
Cuando está indicado realizar de inmediato una prueba oculta de sangre en heces fecales, se puede obtener una muestra en esta parte de la exploración.