Manejo de la hiperpotasemia

por Homo medicus · 15 de enero de 2024

El manejo de la hiperpotasemia tiene como objetivo principal estabilizar la membrana cardíaca y corregir los niveles elevados de potasio en el cuerpo. A continuación se explican en detalle las diferentes estrategias utilizadas en el manejo de la hiperpotasemia:

Estabilizar la membrana cardíaca: Dado que la hiperpotasemia puede afectar la función eléctrica del corazón y provocar arritmias potencialmente mortales, es fundamental estabilizar la membrana cardíaca. Una de las formas de lograrlo es mediante la administración de gluconato de calcio al 10% por vía intravenosa (IV). El calcio contrarresta los efectos del potasio elevado y ayuda a mantener la función cardíaca normal. Se administra en dosis de 10 mL IV durante 2-3 minutos y puede repetirse cada 5 minutos según sea necesario.
Desplazar el potasio al espacio intracelular: Para reducir los niveles de potasio en la sangre, se utilizan diferentes enfoques para desplazar el potasio del espacio extracelular al intracelular. Uno de estos enfoques implica la administración de insulina regular por vía intravenosa (IV). La insulina ayuda a transportar el potasio al interior de las células y se administra en dosis de 10 unidades IV junto con 25 gramos de dextrosa IV para evitar la hipoglucemia. Esto es especialmente útil en pacientes con déficit de insulina o en situaciones de cetoacidosis diabética.
Uso de albuterol (salbutamol): El albuterol, un agonista beta-adrenérgico, también puede ayudar a desplazar el potasio hacia el interior de las células. Se administra en forma de nebulización durante aproximadamente 10 minutos y puede ayudar a reducir los niveles de potasio en la sangre.
Bicarbonato de sodio: En casos de acidosis intensa asociada con hiperpotasemia, el bicarbonato de sodio puede utilizarse para corregir el desequilibrio ácido-base y reducir los niveles de potasio. Se administra en forma de bolo intravenoso de 50 mmol o en una concentración de 150 mmol/L a una velocidad de infusión variable.
Eliminación del potasio del cuerpo: Para eliminar el exceso de potasio del cuerpo, se pueden utilizar diuréticos como la furosemida (Lasix), que promueve la excreción de potasio a través de la orina. Se administra por vía intravenosa en forma de bolo de 40-80 mg.
Uso de poliestireno de sulfato de sodio (kayexalate): El poliestireno de sulfato de sodio se puede administrar oralmente en combinación con sorbitol al 70% para eliminar el potasio a través de las heces. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este enfoque no debe utilizarse en casos de obstrucción intestinal o íleo debido al riesgo de necrosis colónica.
Hemodiálisis: Si las medidas anteriores no son efectivas o si la hiperpotasemia es grave y potencialmente mortal, se puede requerir hemodiálisis. Este procedimiento implica filtrar la sangre a través de una máquina que elimina el exceso de potasio y otros productos de desecho. La hemodiálisis es altamente efectiva para reducir rápidamente los niveles de potasio en la sangre y puede ser necesaria en casos graves de hiperpotasemia que no responden a otras medidas.