Ronquidos

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El ronquido es un fenómeno sonoro generado durante el sueño debido a la vibración de estructuras del tracto aerodigestivo superior, principalmente en el orofaringe y la base de la lengua. Este fenómeno es extremadamente común, afectando hasta el 59% de la población, y se considera clínicamente relevante cuando interfiere significativamente con el sueño propio o el de los demás. Aunque el ronquido no interrumpe el flujo de aire como ocurre en la apnea obstructiva del sueño (OSA), puede ser un marcador de la misma y comparte algunas causas subyacentes.

Los mecanismos que predisponen al ronquido incluyen el estrechamiento del tracto aerodigestivo superior durante el sueño, influenciado por factores como cambios posturales, tono muscular reducido y la presencia de hipertrofia o laxitud del tejido blando. La posición supina tiende a agravar el problema, ya que favorece el colapso de las vías aéreas superiores debido a la gravedad y la relajación muscular.

Es crucial diferenciar el ronquido simple de la apnea del sueño, donde se producen episodios repetidos de obstrucción completa o parcial de las vías respiratorias, causando interrupciones en la respiración y bajos niveles de oxígeno en sangre. A diferencia del ronquido, la OSA conlleva riesgos significativos para la salud, como la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, y alteraciones metabólicas.

A pesar de su alta prevalencia y su asociación frecuente con la OSA, el manejo del ronquido sigue siendo un área relativamente menos estudiada. Las opciones de tratamiento van desde cambios en el estilo de vida (como la pérdida de peso y la posición durante el sueño) hasta dispositivos intraorales diseñados para mantener abiertas las vías respiratorias superiores. En casos severos, la cirugía puede considerarse para corregir anormalidades anatómicas específicas que contribuyen al estrechamiento de las vías aéreas.

 

 

Manifestaciones clínicas

Es fundamental realizar una evaluación integral en pacientes que reportan ronquido, dado que este puede ser un síntoma indicativo de la apnea obstructiva del sueño (OSA), un trastorno grave que puede tener consecuencias significativas para la salud si no se diagnostica y trata adecuadamente.

Aunque el ronquido es un síntoma común de la OSA, no todos los que roncan tienen este trastorno, pero la evaluación sistemática es crucial debido a la alta prevalencia de la OSA entre los roncadores. Hasta el 30% de los pacientes que presentan síntomas típicos de OSA, como ronquido, somnolencia diurna excesiva, dolores de cabeza diurnos y aumento de peso, pueden no mostrar apneas u obstrucciones demostrables en estudios formales, lo que subraya la importancia de una evaluación clínica detallada.

El examen clínico debe abarcar la evaluación de varias estructuras anatómicas que podrían contribuir a la obstrucción de las vías respiratorias superiores durante el sueño. Esto incluye la cavidad nasal, nasofaringe, orofaringe y laringe. Es crucial descartar otras causas de obstrucción dinámica de las vías respiratorias, como malformaciones estructurales, pólipos nasales, hipertrofia de amígdalas o adenoides, y la presencia de masas en la laringe.

En muchos casos de ronquido aislado, se observa un agrandamiento y alargamiento del paladar blando y la úvula, con exceso de mucosa que cuelga debajo de la porción muscular del paladar. Estos hallazgos pueden sugerir la presencia de tejido blando redundante que contribuye al colapso de las vías aéreas superiores durante el sueño, aumentando así el riesgo de ronquido y OSA.

 

 

Exámenes complementarios

Para evaluar adecuadamente a los pacientes que reportan ronquido, la polisomnografía es la herramienta diagnóstica principal recomendada. Este estudio permite registrar diversas variables fisiológicas durante el sueño, incluyendo la actividad cerebral, los movimientos oculares, el tono muscular, la actividad respiratoria y los niveles de oxígeno en sangre. Es especialmente útil para diagnosticar la apnea obstructiva del sueño (OSA) y determinar su gravedad.

Las imágenes radiográficas de la cabeza o el cuello generalmente no son necesarias en la evaluación rutinaria de pacientes con ronquido, a menos que exista una indicación específica basada en hallazgos clínicos que sugieran una obstrucción anatómica significativa que no pueda ser completamente evaluada por otros medios.

Una prueba adicional que puede ser útil en algunos casos es la endoscopia del sueño, que proporciona una visualización directa de las vías respiratorias superiores durante el sueño. Esto puede ser útil para evaluar la anatomía específica de las estructuras del tracto aerodigestivo superior y determinar si hay obstrucciones dinámicas que contribuyan al ronquido o la apnea. Sin embargo, la endoscopia del sueño no es tan ampliamente disponible como la polisomnografía y generalmente se reserva para evaluaciones más detalladas o casos complejos.

 

 

Tratamiento

El manejo del ronquido presenta desafíos significativos, especialmente dado que muchas soluciones rápidas y económicas frecuentemente muestran poco o ningún beneficio duradero.

Opciones no quirúrgicas
  • Modificación de la dieta y ejercicio físico: Estas intervenciones pueden ser útiles mediante la pérdida de peso, que puede reducir el ronquido al mejorar el tono faríngeo y la condición física general. Sin embargo, los resultados pueden variar y dependen de la causa subyacente del ronquido en cada individuo.
  • Cambio de posición durante el sueño: Dormir de lado en lugar de boca arriba puede ser efectivo para algunos individuos, ya que reduce la presión sobre las vías respiratorias superiores y puede prevenir el colapso que causa el ronquido. Estrategias como colocar una pelota de golf o tenis en un bolsillo cosido en la parte posterior del pijama pueden ayudar a mantener esta posición lateral durante el sueño.
  • Terapias farmacológicas: Aunque se han recomendado varios medicamentos para el ronquido, su utilidad no ha sido consistentemente demostrada en estudios clínicos. La falta de eficacia significativa limita su uso generalizado.
  • Manejo anatómico: Similar a la apnea del sueño, el ronquido puede originarse en diferentes sitios del tracto aerodigestivo superior. Las intervenciones médicas o quirúrgicas dirigidas a mejorar la obstrucción nasal pueden ser beneficiosas para algunos pacientes al facilitar un flujo de aire más adecuado a través de la nasofaringe y orofaringe.
  • Dispositivos de avance mandibular: Estos dispositivos están diseñados para avanzar la mandíbula y, con ella, la base de la lengua, abriendo así las vías respiratorias superiores durante el sueño. Aunque pueden ser efectivos para algunos roncadores, la adherencia a estos dispositivos puede ser problemática debido a la falta de percepción de beneficios fisiológicos inmediatos en roncadores sin apnea del sueño, en comparación con pacientes con OSA.
  • Presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP): Este tratamiento implica el uso de una máscara facial o nasal que administra aire a presión para mantener abiertas las vías respiratorias. Aunque es altamente efectivo para la apnea del sueño, muchos roncadores sin OSA pueden encontrarlo incómodo o innecesario debido a la falta de episodios de apnea.

 

Opción quirúrgica

La corrección quirúrgica del ronquido se focaliza primordialmente en el paladar blando, reconocido por su papel crítico en la generación de vibraciones que caracterizan el fenómeno del ronquido durante el sueño. Los procedimientos históricos, como la uvulopalatofaringoplastia (UPPP), comúnmente involucran la resección de mucosa redundante y la úvula, con el objetivo de fortalecer el paladar y reducir las vibraciones que causan el ronquido.

No obstante, estos procedimientos quirúrgicos enfrentan desafíos significativos que limitan su eficacia clínica. El dolor postoperatorio es frecuente y a menudo requiere manejo intensivo con analgésicos. La administración de anestesia general aumenta los costos y los riesgos asociados. Además, las tasas de recurrencia del ronquido después de la cirugía son altas, atribuidas a factores como la cicatrización del tejido, la recuperación de la elasticidad y la posible regeneración de tejido redundante en el paladar.

Estos procedimientos quirúrgicos suelen centrarse en endurecer el paladar para prevenir las vibraciones, en lugar de abordar completamente las causas subyacentes del ronquido, lo cual puede limitar su efectividad, especialmente en casos con etiologías multifactoriales.

Se han investigado y utilizado diversas técnicas alternativas, como la inyección de esclerosantes, la fibrosis térmica mediante radiofrecuencia y dispositivos implantables en el paladar. Sin embargo, la efectividad de estas opciones puede ser variable y la tolerancia del paciente puede ser un problema debido a la incomodidad o el dolor asociado con estos procedimientos.

La durabilidad a largo plazo de los resultados quirúrgicos para aliviar los síntomas del ronquido sigue siendo poco clara, y los fracasos tardíos pueden requerir procedimientos adicionales costosos y potencialmente dolorosos, lo que puede generar frustración tanto en pacientes como en profesionales de la salud.

 

 

 

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