Tratamiento de la dermatitis por contacto
Existen varias cremas muy eficaces que se pueden aplicar antes del contacto para prevenir o reducir la magnitud de la dermatitis por contacto. Estas cremas se conocen como barreras cutáneas o protectores cutáneos y funcionan como una capa protectora entre la piel y la sustancia irritante o alérgena.
La aplicación de una barrera cutánea antes del contacto ayuda a evitar que la sustancia desencadenante entre en contacto directo con la piel y minimiza la absorción de la misma. Estas cremas suelen contener ingredientes que forman una película en la superficie de la piel, creando una barrera física que impide que los irritantes o alérgenos penetren en la piel y desencadenen la reacción inflamatoria.
La elección de la crema protectora dependerá del tipo de sustancia a la que se está expuesto y de la sensibilidad individual de cada persona. Algunos ingredientes comunes en estas cremas incluyen dimeticona, petrolato, glicerina, cera de abejas, aceites vegetales, siliconas y polímeros protectores. Estos ingredientes ayudan a mantener la hidratación de la piel, formar una barrera física y reducir la fricción en la superficie cutánea.
Además de utilizar cremas protectoras, la prevención de la dermatitis por contacto también implica identificar el agente desencadenante y evitar la exposición a este. En caso de ser necesario, se pueden utilizar ropas y guantes protectores para reducir el contacto directo de la piel con la sustancia irritante o alérgena.
Si bien las medidas locales, como el uso de cremas y la protección adecuada, son fundamentales en el manejo de la dermatitis por contacto, en casos de afectación grave o diseminada, puede ser necesario el uso de corticosteroides sistémicos. Esto se debe a que, en algunas ocasiones, los corticosteroides tópicos de mayor potencia no son efectivos en lesiones vesiculares y exudativas.
El tratamiento de la dermatitis por contacto causada por irritantes generalmente implica la protección contra el irritante y el uso de corticosteroides tópicos, similares al tratamiento de la dermatitis atópica.
En casos de dermatitis exudativa aguda, se utilizan con frecuencia compresas y se realiza una limpieza suave de las lesiones. La aplicación de lociones de calamina o pasta de óxido de zinc entre apósitos húmedos puede ser útil, especialmente cuando las áreas intertriginosas están afectadas o hay una exudación moderada. En algunos casos, se pueden utilizar corticosteroides tópicos de alta potencia en forma de gel o crema para suprimir la dermatitis aguda por contacto y aliviar el prurito.
En la dermatitis subaguda, se emplean corticosteroides tópicos de potencia media a alta para controlar la inflamación y los síntomas.
En la dermatitis crónica, que se caracteriza por piel seca y liquenificada (engrosada), se utilizan ungüentos de corticosteroides de potencia alta a muy alta. En el caso de las manos, la oclusión con el uso de guantes de algodón puede ser útil para mejorar la eficacia del tratamiento.
En casos graves y agudos de dermatitis por contacto, cuando la afectación es extensa, se puede administrar prednisona por vía oral durante un período de 12 a 21 días. El régimen de dosificación generalmente comienza con una dosis alta que se reduce gradualmente durante varias semanas.
Es fundamental proporcionar suficiente corticosteroide de manera temprana para lograr un efecto clínico y luego disminuir gradualmente la dosis para evitar el efecto de rebote y minimizar los posibles efectos secundarios de los corticosteroides.
Es importante tener en cuenta que la dermatitis alérgica por contacto puede curarse por completo si se evita una nueva exposición al alérgeno desencadenante. Sin embargo, el proceso de curación puede llevar de dos a tres semanas, ya que la piel necesita tiempo para recuperarse y repararse por completo. Durante este tiempo, es fundamental mantener una adecuada protección y cuidado de la piel para evitar la recurrencia de la dermatitis.
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