Aspiración de cuerpo extraño

Aspiración de cuerpo extraño
Aspiración de cuerpo extraño

La mayoría de los casos de aspiración de cuerpo extraño en niños pequeños ocurren durante las actividades cotidianas como comer o jugar. Durante el desarrollo normal, los niños en la fase de exploración oral son naturalmente curiosos y tienden a llevarse objetos a la boca para explorar su entorno. Este comportamiento es parte de su aprendizaje temprano sobre texturas y propiedades físicas de los objetos que los rodean.

Además, muchos niños pequeños lloran o corren con objetos en la boca, lo que aumenta el riesgo de aspiración accidental. A esta edad, la coordinación de la deglución aún no está completamente desarrollada y los mecanismos de protección de las vías respiratorias son menos eficientes. Esto significa que los objetos pequeños o trozos de alimentos pueden pasar fácilmente de la boca a las vías respiratorias, bloqueándolas parcial o completamente.

Diagnosticar estos incidentes en niños pequeños puede ser desafiante debido a su incapacidad para describir adecuadamente lo que les ha ocurrido. Por lo tanto, se requiere un alto índice de sospecha por parte de los cuidadores y los profesionales de la salud para detectar y tratar rápidamente estas situaciones.

Es crucial destacar que la aspiración de un cuerpo extraño puede tener consecuencias graves, siendo la asfixia secundaria una de las principales causas de muerte por lesión accidental en niños menores de 1 año.

La frecuencia más alta de cuerpos extraños en las vías respiratorias en niños en comparación con niñas se atribuye a varias razones anatomofisiológicas y comportamentales específicas de esta población infantil.

Primero, los niños pequeños, especialmente en edades tempranas, tienden a explorar su entorno de manera más activa y a menudo ponen objetos pequeños en sus bocas como parte de su proceso de descubrimiento y aprendizaje. Esta conducta exploratoria oral es más prevalente en los niños que en las niñas debido a diferencias en patrones de juego y desarrollo psicomotor.

Además, los niños que son víctimas de maltrato o negligencia pueden tener un mayor riesgo de aspiración de cuerpos extraños. La falta de supervisión adecuada y la presencia de objetos peligrosos en su entorno aumentan la probabilidad de incidentes de aspiración recurrentes o múltiples.

Desde el punto de vista anatómico, las vías respiratorias de los niños pequeños presentan características distintivas que también contribuyen a la mayor incidencia de aspiraciones. Las vías respiratorias infantiles son más cortas y de menor diámetro en comparación con las de los niños mayores y adultos. La posición anterior de la laringe en los niños pequeños puede dificultar la intubación orotraqueal y facilitar el acceso de cuerpos extraños hacia las vías respiratorias inferiores.

Un aspecto anatómico específico es la región subglótica, que es la zona más estrecha de las vías respiratorias infantiles. Esta estrechez puede hacer que los cuerpos extraños se queden atascados más fácilmente, aumentando el riesgo de obstrucción parcial o total.

Además, existe una predisposición conocida de los cuerpos extraños a dirigirse hacia el bronquio principal derecho. Esta preferencia se debe al mayor diámetro del bronquio derecho en comparación con el izquierdo, así como al ángulo de divergencia menos pronunciado que forma con la tráquea. Estas características anatómicas hacen que los cuerpos extraños que han sido aspirados tiendan a dirigirse de manera más frecuente hacia el pulmón derecho.


Manifestaciones clínicas

Los síntomas iniciales de la aspiración de cuerpos extraños en las vías respiratorias pueden variar significativamente, pero típicamente incluyen dificultad respiratoria, estridor y/o sibilancias. Además, puede manifestarse disfonía, caracterizada por un cambio leve en la voz o en el llanto del niño. Es importante destacar que muchos casos de aspiración ocurren sin testigos directos, lo que puede retrasar el reconocimiento y el tratamiento del problema.

En términos de manifestaciones específicas según la localización del cuerpo extraño, la patología laríngea suele provocar estridor inspiratorio, mientras que los cuerpos extraños localizados en la tráquea pueden causar estridor espiratorio. Aunque raro, es crucial mencionar que los cuerpos extraños pueden obstruir completamente la laringe o la tráquea, resultando en muerte súbita si no se manejan de manera urgente y adecuada.

Cuando los cuerpos extraños se vuelven crónicos o permanecen sin ser diagnosticados, pueden presentarse como enfermedades respiratorias persistentes. Los síntomas como tos crónica, atelectasia (colapso parcial del pulmón), neumonía recurrente o ronquera pueden ser indicativos de la presencia de un cuerpo extraño en las vías respiratorias.

Con el tiempo, otros hallazgos tardíos pueden incluir la formación de tejido de granulación (una respuesta inflamatoria del tejido), estenosis (estrechamiento de la vía aérea), perforación de la pared traqueal o bronquial, y bronquiectasias (dilatación anormal de los bronquios).

Exámenes complementarios

Después de una anamnesis exhaustiva, es fundamental realizar radiografías en proyección anteroposterior (AP) y lateral del cuello y del tórax para evaluar la presencia de cuerpos extraños en las vías respiratorias de los niños. En casos donde el niño coopera, las proyecciones en inspiración y espiración pueden proporcionar información adicional útil.

La inspección cuidadosa de las radiografías puede revelar hallazgos como hiperinsuflación o «retención de aire» en hasta el 60% de los niños afectados. Esto ocurre porque el cuerpo extraño puede actuar como una válvula unidireccional, causando enfisema obstructivo. Con el tiempo, este fenómeno puede llevar a un desplazamiento del mediastino. Además, las proyecciones en decúbito pueden ser beneficiosas, ya que un pulmón obstruido puede no desinflarse incluso cuando el niño está acostado.

Es relevante destacar que aproximadamente el 50% de los pacientes pueden presentar una radiografía de tórax inicialmente normal dentro de las primeras 24 horas después de la aspiración del cuerpo extraño.

Los cuerpos extraños que son radiopacos se identifican fácilmente en las radiografías debido a su capacidad para bloquear los rayos X. Por otro lado, los cuerpos extraños radiotransparentes pueden diagnosticarse clínicamente a través de signos radiográficos indirectos, como hiperexpansión pulmonar.

La detección de cuerpos extraños alojados en la laringe o tráquea es más alta, alcanzando alrededor del 90%, en comparación con aquellos alojados en los bronquios, donde la detección es aproximadamente del 70%.

Aunque las pruebas de imagen son valiosas en niños con antecedentes de asfixia o sospecha de aspiración de cuerpo extraño, la confirmación diagnóstica definitiva se obtiene mediante broncoscopia. Este procedimiento no solo permite visualizar directamente el cuerpo extraño, sino también realizar maniobras para su extracción segura, minimizando así el riesgo de complicaciones respiratorias graves.


Tratamiento

El tratamiento urgente de cuerpos extraños en las vías respiratorias representa una situación clínica que requiere manejo experto y coordinación cuidadosa debido a sus implicaciones potencialmente graves. Inicialmente, se realiza una anamnesis detallada para recabar información crucial, aunque en niños pequeños puede ser difícil obtener datos precisos debido a su capacidad limitada para comunicar síntomas y eventos.

La broncoscopia flexible es una herramienta diagnóstica fundamental para identificar y localizar el cuerpo extraño en las vías respiratorias. Esta técnica suele ser seguida por una broncoscopia rígida, que permite la extracción del cuerpo extraño de manera más efectiva. Ambos procedimientos se llevan a cabo bajo anestesia general en el quirófano, con el objetivo de asegurar la ventilación espontánea del paciente para mejorar las posibilidades de éxito y seguridad durante la extracción.

Durante el procedimiento, es esencial mantener una comunicación constante y directa con el anestesista. Esto es crucial porque muchos niños presentan riesgo de broncoespasmo, especialmente si se requiere pasar el broncoscopio varias veces para alcanzar y retirar el cuerpo extraño.

En algunos casos, puede ser necesario recurrir a la ventilación con presión positiva para estabilizar al paciente. Sin embargo, esta técnica conlleva el riesgo de desplazar el cuerpo extraño hacia áreas más distales de las vías respiratorias, lo cual debe ser cuidadosamente monitoreado y gestionado durante el procedimiento.

Para niños en estado crítico o en los que el traslado al quirófano representa un riesgo significativo, la broncoscopia rígida se ha realizado de manera segura en unidades de cuidados intensivos. Esta opción permite un manejo rápido y eficaz del problema respiratorio sin exponer al paciente a desplazamientos riesgosos o prolongados.

 

 

 

 

 

 

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