Causas de ascitis no relacionadas con hipertensión portal

Las causas más frecuentes de ascitis no relacionada con hipertensión portal son diversas y pueden incluir infecciones, neoplasias malignas intraabdominales, trastornos inflamatorios del peritoneo y alteraciones ductales. Para comprender por qué estas condiciones pueden causar ascitis, es necesario examinar cada una de ellas en detalle:
- Infecciones (Peritonitis Tuberculosa):
La peritonitis tuberculosa es una forma de tuberculosis que afecta al peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal y los órganos internos. La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Cuando esta bacteria afecta al peritoneo, desencadena una inflamación en la cavidad abdominal que conduce a la acumulación de líquido en la forma de ascitis. La inflamación y la formación de tejido cicatricial pueden dificultar la reabsorción normal del líquido, contribuyendo a la ascitis.
- Neoplasia Maligna Intraabdominal:
Los tumores malignos que se originan en órganos abdominales como el ovario, el estómago, el colon o el páncreas pueden crecer y comprimir las estructuras circundantes. Esto puede bloquear el flujo normal de líquido linfático y sanguíneo en la cavidad abdominal, lo que lleva a la acumulación de líquido en el peritoneo y, por lo tanto, a la ascitis. Además, en el caso de ciertos cánceres, como el carcinoma ovárico, las células cancerosas pueden secretar líquido en la cavidad peritoneal directamente, lo que agrava la ascitis.
- Trastornos Inflamatorios del Peritoneo:
Los trastornos inflamatorios del peritoneo, como la peritonitis esclerosante encapsulante (también conocida como síndrome de Abdomen Frosted), son afecciones en las que el peritoneo se inflama y forma una cápsula fibrosa alrededor de los órganos abdominales. Esta cápsula puede limitar la capacidad de los órganos para moverse y puede causar la acumulación de líquido en la cavidad peritoneal.
- Alteraciones Ductales (Quilosas, Pancreáticas, Biliares):
Las alteraciones ductales se refieren a problemas en los conductos que transportan líquidos y secreciones en el cuerpo. Por ejemplo, la ascitis quilosa se produce cuando el conducto linfático que transporta la linfa desde el intestino resulta dañado o bloqueado, lo que provoca la filtración de líquido linfático rico en grasa en la cavidad abdominal. Asimismo, las alteraciones ductales pancreáticas o biliares pueden llevar a la acumulación de líquido en la cavidad abdominal debido a la fuga de jugo pancreático o bilis, respectivamente.