Diferenciación entre «gastropatía» y «gastritis»

Diferenciación entre "gastropatía" y "gastritis"
Diferenciación entre "gastropatía" y "gastritis"

El uso preciso de los términos «gastropatía» y «gastritis» es fundamental para evitar ambigüedades en la descripción de las patologías del estómago, así como para garantizar una adecuada correlación entre los hallazgos clínicos, endoscópicos e histopatológicos. Aunque en la práctica médica los términos suelen ser empleados de manera indistinta, su correcta definición tiene implicaciones tanto diagnósticas como terapéuticas.

Diferenciación entre «gastropatía» y «gastritis»

  1. Gastropatía
    El término «gastropatía» debe reservarse para describir aquellas condiciones en las que existe daño epitelial o endotelial en la mucosa gástrica sin evidencia de inflamación histológica significativa. Este daño puede manifestarse clínicamente con hallazgos endoscópicos tales como eritema, erosiones superficiales, hemorragias subepiteliales o congestión vascular. Sin embargo, al realizar un análisis histopatológico, no se observa una respuesta inflamatoria que involucre infiltrados de células inmunes en la lámina propia ni otros signos de inflamación crónica o aguda.

Por lo tanto, la gastropatía suele ser el resultado de agresiones químicas, físicas o isquémicas a la mucosa gástrica. Ejemplos comunes incluyen:

  • Gastropatía inducida por antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), donde los medicamentos erosionan la barrera mucosa sin provocar inflamación significativa.
  • Gastropatía congestiva secundaria a hipertensión portal, caracterizada por dilatación de los vasos sanguíneos gástricos.
  • Gastropatía reactiva, asociada con el reflujo biliar o intervenciones quirúrgicas.

En estos escenarios, la ausencia de inflamación histológica justifica el término «gastropatía» para distinguirlos de verdaderas entidades inflamatorias.

  1. Gastritis
    Por otro lado, el término «gastritis» debe utilizarse exclusivamente cuando existe evidencia histológica de inflamación en la mucosa gástrica. Esta inflamación se caracteriza por la infiltración de células inmunitarias en la lámina propia, como neutrófilos en procesos agudos o linfocitos y células plasmáticas en procesos crónicos.

La gastritis puede clasificarse en diferentes categorías según sus características clínicas, histológicas y endoscópicas:

  • Gastritis no erosiva, inespecífica o histológica: Este tipo de gastritis no presenta cambios endoscópicos evidentes, pero el estudio histopatológico revela inflamación crónica leve a moderada. Es frecuente en infecciones por Helicobacter pylori.
  • Gastritis erosiva y hemorrágica: Aunque comúnmente se etiqueta como «gastritis» en la práctica clínica, en realidad corresponde a gastropatía debido a la falta de inflamación significativa. Está asociada con agresiones químicas, como el uso de AINEs, alcohol, estrés fisiológico severo o lesiones vasculares.
  • Gastritis específicas: Estas incluyen enfermedades caracterizadas por hallazgos histológicos y endoscópicos distintivos, como:
    • Gastritis granulomatosa, asociada con enfermedades como la tuberculosis, sarcoidosis o enfermedad de Crohn.
    • Gastritis eosinofílica, caracterizada por infiltrados predominantes de eosinófilos en la mucosa.
    • Gastritis linfocítica, vinculada con la enfermedad celíaca y otras alteraciones inmunológicas.
    • Gastritis atrófica y metaplásica, relacionada con infecciones crónicas por Helicobacter pylori o gastritis autoinmunes.

Implicaciones en la práctica clínica

En la práctica médica, es común referirse a las alteraciones gástricas superficiales o a los hallazgos endoscópicos inespecíficos bajo el término general de «gastritis». Sin embargo, este uso impreciso puede generar confusión entre médicos, patólogos y pacientes, particularmente cuando los estudios histológicos contradicen la presunción clínica de inflamación.

Por ejemplo, una endoscopía que muestra erosiones superficiales y petequias puede interpretarse erróneamente como gastritis, cuando en realidad se trata de una gastropatía erosiva sin evidencia histológica de inflamación. Esta distinción no es trivial, pues tiene implicaciones en el tratamiento y en el enfoque etiológico. Mientras que la gastropatía requiere un manejo enfocado en eliminar la agresión mucosa (por ejemplo, suspendiendo AINEs o controlando el reflujo biliar), la gastritis demanda la identificación y tratamiento de factores inflamatorios subyacentes (como la erradicación de Helicobacter pylori en casos de gastritis crónica).

 

 

 

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Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
  2. Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
  3. Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.

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