El íleo es un padecimiento en el que hay una alteración neurógena o pérdida de la peristalsis intestinal sin obstrucción mecánica alguna.
Causas
El íleo paralítico agudo se observa como resultado de procesos intraabdominales, por ejemplo, cirugía gastrointestinal o abdominal reciente o irritación peritoneal.
El íleo paralítico agudo puede ser consecuencia de:
-
- Neumonía.
- Insuficiencia respiratoria que obliga a intubación.
- Septicemia o infecciones graves.
- Uremia.
- Cetoacidosis diabética.
- Alteraciones electrolíticas (hipopotasemia, hipercalcemia, hipomagnesemia, hipofosfatemia).
- Fármacos que afectan la motilidad intestinal.
La frecuencia de íleo postoperatorio disminuye cuando se administra analgesia controlada por el paciente o epidural y se evitan los opioides intravenosos; con la deambulación temprana y el inicio de una dieta líquida.
Manifestaciones clínicas
- Los datos clínicos del íleo paralítico son:
- Molestia difusa leve y continua en el abdomen.
- Náusea y vómito.
- Distensión abdominal generalizada.
- Hipersensibilidad mínima del abdomen.
- No existen signos de irritación peritoneal.
- Ruidos intestinales abolidos o disminuidos.
Exámenes complementarios
- La radiografía simple del abdomen en pacientes con íleo paralítico muestra asas distendidas de intestino delgado y grueso llenas de gas. Es posible observar concentraciones de aire y líquido.
- La tomografía computarizada se utiliza en casos de sospecha de obstrucción intestinal para confirmar o descartar diagnóstico.
Tratamiento
- Es necesario diferenciar el íleo de la obstrucción mecánica de intestino delgado o colon proximal.
- Es necesario tratar la enfermedad médica o quirúrgica primaria que precipitó el íleo adinámico.
- Los pacientes con íleo paralítico responden a la restricción del consumo oral con liberalización gradual de la dieta a medida que se recupera la función intestinal.
- En el íleo grave o prolongado es necesaria la aspiración nasogástrica y administración parenteral de líquidos y electrólitos.