Lesiones del nervio cubital
Lesiones del nervio cubital

Lesiones del nervio cubital

Las lesiones del nervio cubital son particularmente frecuentes en la región del codo debido a la trayectoria anatómica vulnerable que este nervio sigue en dicha zona. El nervio cubital pasa por detrás del epicóndilo medial del húmero y desciende a través del túnel cubital, una estructura osteofibrosa que lo contiene en su trayecto hacia el antebrazo. En el surco condíleo, justo posterior al epicóndilo medial, el nervio se encuentra relativamente superficial y desprovisto de una protección muscular significativa, lo que lo deja expuesto a compresiones mecánicas, traumatismos directos o microtraumatismos repetitivos.

La disposición anatómica del túnel cubital lo convierte en un punto crítico de atrapamiento. Este túnel está delimitado por estructuras óseas y ligamentosas que, bajo ciertas condiciones, pueden sufrir engrosamiento, fibrosis o distorsión, estrechando su luz y comprometiendo el paso del nervio. Esta compresión puede verse agravada durante la flexión del codo, ya que el techo del túnel (formado principalmente por la expansión aponeurótica del músculo flexor cubital del carpo) se tensa, mientras que el piso puede protruir hacia adentro, disminuyendo aún más el espacio disponible para el nervio.

Además, cualquier incremento en el ángulo de carga del codo —ya sea de origen congénito, degenerativo o secundario a un traumatismo— puede inducir un estiramiento excesivo del nervio cubital, especialmente durante los movimientos de flexión. Esta elongación crónica genera tracción sobre el nervio, lo cual no solo contribuye a su lesión, sino que también puede provocar inflamación e irritación neurogénica, facilitando así la aparición de neuropatía compresiva.

Manifestaciones clínicas

Clínicamente, una lesión significativa del nervio cubital a nivel del codo se manifiesta con alteraciones sensitivas que afectan el quinto dedo y la mitad medial del cuarto, así como la porción medial de la palma y dorso de la mano. Además, se observa debilidad en los músculos inervados por el nervio cubital, tanto en el antebrazo como en la mano. Esta debilidad compromete funciones motoras esenciales, como la abducción y aducción de los dedos, la oposición del pulgar y la flexión de la articulación interfalángica distal del quinto dedo. No obstante, en el caso de lesiones localizadas exclusivamente en el túnel cubital, el músculo flexor cubital del carpo puede estar relativamente preservado, dado que sus fibras motoras se desprenden del nervio antes de su paso por el túnel.

Exámenes diagnósticos

Para una evaluación diagnóstica precisa, se recurre a estudios electrofisiológicos, particularmente a la estimulación nerviosa, que permiten localizar con exactitud el sitio de la lesión, evaluar el grado de afectación axonal y establecer la conducción nerviosa a lo largo del trayecto comprometido. Este enfoque facilita no solo el diagnóstico diferencial con otras neuropatías, sino también la planificación terapéutica adecuada, que puede incluir desde medidas conservadoras hasta intervenciones quirúrgicas de descompresión o transposición del nervio.

Tratamiento

El tratamiento inicial de las lesiones del nervio cubital se centra en eliminar o minimizar los factores mecánicos que contribuyen a la compresión o irritación del nervio, especialmente en la región medial del codo. Dado que el nervio cubital es particularmente susceptible a la presión en su trayecto posterior al epicóndilo medial del húmero y dentro del túnel cubital, una de las principales recomendaciones terapéuticas consiste en evitar el apoyo directo y prolongado de los codos sobre superficies duras, como los apoyabrazos de sillas o escritorios. Asimismo, durante el sueño, es frecuente adoptar posiciones que implican una flexión sostenida del codo, lo cual puede agravar la compresión del nervio. Para prevenir esta situación, se recomienda el uso de almohadillas protectoras en el codo y la adopción de medidas posturales que eviten la flexión prolongada, especialmente en las horas nocturnas.

Desde el punto de vista ortopédico, existen férulas diseñadas específicamente para mantener el codo en una posición de extensión parcial durante el reposo, limitando su flexión a un rango seguro que va, por lo general, de 45 a 90 grados. Estas férulas permiten disminuir la tensión longitudinal sobre el nervio cubital y previenen el estrechamiento del túnel cubital inducido por la flexión.

Si las medidas conservadoras no logran aliviar los síntomas ni frenar la progresión de la neuropatía, se recurre al tratamiento quirúrgico. La elección de la técnica quirúrgica depende de la localización precisa de la lesión. En los casos en los que la compresión ocurre en el surco condíleo (la región posterior al epicóndilo medial), se realiza una transposición del nervio cubital. Este procedimiento implica movilizar el nervio desde su posición original hacia una ubicación anterior, ya sea subcutánea, intramuscular o submuscular, con el objetivo de protegerlo de futuras compresiones y reducir su elongación durante la flexión del codo. Si la lesión se localiza dentro del túnel cubital, el abordaje quirúrgico más común es la liberación del túnel, mediante la escisión o descompresión del techo aponeurótico que lo cubre, aumentando así el espacio disponible para el nervio.

No obstante, las lesiones del nervio cubital no se limitan exclusivamente al codo. Pueden también desarrollarse en regiones más distales, como la muñeca o la palma de la mano, generalmente como consecuencia de traumatismos mecánicos repetitivos, compresión extrínseca por estructuras anatómicas anormales o masas benignas como gangliones o lipomas. En estos casos, la clasificación de la lesión depende del sitio anatómico comprometido, y el abordaje terapéutico varía en función de la causa subyacente. Las compresiones extrínsecas, por ejemplo, suelen requerir intervención quirúrgica para eliminar la estructura compresiva. En cambio, cuando la causa es un microtraumatismo de repetición asociado a actividades ocupacionales, se debe considerar una modificación del entorno laboral, la reeducación ergonómica o incluso la reorientación profesional, con el fin de evitar la recurrencia de la lesión y preservar la función neuromuscular del miembro afectado.

 

 

 

Homo medicus

 


 

Guías de estudio. Homo medicus.
Guías de estudio. Homo medicus.

¡Gracias por visitarnos!

Fuente y lecturas recomendadas:
  1. Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
  2. Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
  3. Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
  4. Rozman, C., & Cardellach López, F. (Eds.). (2024). Medicina interna (20.ª ed.). Elsevier España.
Síguenos en X: @el_homomedicus  y @enarm_intensivo  Síguenos en instagram: homomedicus  y en Treads.net como: Homomedicus  

🟥     🟪     🟨     🟧     🟩     🟦

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

Si te fue útil este resumen, compártelo por favor!