¿Para que sirve la ciclofosfamida?
La ciclofosfamida es un antineoplásico indicado en el tratamiento de diversas neoplasias como son linfomas malignos, mieloma múltiple, leucemias, sarcomas, neuroblastoma, carcinoma ovárico y mamario, entre otros. También se utiliza para tratar enfermedad de Hodgkin, micosis fungoides, síndrome nefrótico, lupus eritematoso, artritis reumatoide grave y vasculitis reumatoide. Forma parte del régimen de acondicionamiento para trasplante de médula ósea.
La ciclofosfamida interfiere en la función normal del ADN por alquilación, e impidiendo la división celular mediante la formación de enlaces cruzados entre las cadenas de ADN, lo cual desequilibra el crecimiento intracelular y da por resultado la muerte celular. La ciclofosfamida también tiene una actividad inmunosupresora importante.
El fármaco se distribuye rápidamente tras su administración intravenosa por todo el organismo, incluidos encéfalo y el líquido cefalorraquídeo. El medicamento cruza la placenta y es encontrado en la leche materna.
La ciclofosfamida se une a proteínas en una proporción de 20% y sus metabolitos en una proporción de 60%. El profármaco inactivo debe ser hidroxilado para formar mostazas alquilantes activas. La oxidación ulterior origina la formación de metabolitos inactivos. La vida media plasmática de la ciclofosfamida fluctúa entre 4 y 8 horas y el fármaco primordial y sus metabolitos se eliminan por la orina en proporciones menores a 20, 85 y 90%, respectivamente. La ciclofosfamida es moderadamente dializable (20 a 50%).
Se utiliza en pacientes adultos sin problemas hematológicos, en la fase de inducción suele utilizarse una dosificación de 40 a 50 mg/kg en una sola o en dos a cinco dosis y luego se ajusta a la dosificación de mantenimiento, que es de 10 a 15 mg/kg por vía I.V. cada 7 a 10 días o de 3 a 5 mg/kg por vía I.V. dos veces por semana.
En los niños suele recomendarse una dosificación de 2 a 8 mg/kg o 60 a 250 mg/m2/día por vía I.V. durante seis días, en dosis administradas cada semana. La dosificación de mantenimiento es de 2 a 5 mg/kg o 50 a 150 mg/m2 V.O. dos veces por semana.
En pacientes pediátricos que padecen de lupus eritematoso sistémico, la dosificación I.V. recomendada es de 500 a 750 mg/m2 cada mes, con una dosis máxima de 1 g/m2.
En la artritis reumatoide juvenil con vasculitis se recomienda una dosis I.V. en los niños de 10 mg/kg cada dos semanas.
Como régimen de acondicionamiento en trasplante de médula ósea en los niños, suele recomendarse por vía I.V. 50 mg/kg una vez al día durante tres a cuatro días.
En pacientes disfunción renal con una depuración de creatinina >10 ml/minuto, se administrará 100% de la dosis normal. Cuando la depuración de creatinina es <10 ml/ minuto, se administra 75% de la dosis normal.
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