Prurito anogenital

Prurito anogenital
anogenital

El prurito anogenital, caracterizado por irritación y picazón en el área perianal y genital, puede ser atribuido a diversas condiciones dermatológicas y médicas. Entre las causas primarias se incluyen enfermedades inflamatorias de la piel como el intertrigo, psoriasis, liquen simplex chronicus, dermatitis seborreica y liquen escleroso, todas las cuales inducen inflamación cutánea y, consecuentemente, prurito en la región afectada.

Además, la dermatitis de contacto, provocada por el contacto con irritantes tales como jabones, toallitas húmedas, colonias, duchas y tratamientos tópicos, puede desencadenar una respuesta alérgica localizada que resulta en prurito anogenital. Asimismo, la presencia de secreciones irritantes, como la diarrea, leucorrea o tricomoniasis, puede ocasionar irritación y picazón en la zona afectada.

Las infecciones también son una causa común de prurito anogenital. Las infecciones fúngicas, como la candidiasis y la dermatofitosis, así como las infecciones bacterianas, como el eritrasma, pueden causar inflamación y prurito en el área afectada. El eritrasma, en particular, puede diagnosticarse mediante fluorescencia de coral con luz de madera y se trata comúnmente con eritromicina.

Es importante destacar que el prurito anogenital puede ser un síntoma de condiciones más serias, como el carcinoma de células escamosas del ano y la enfermedad de Paget extramamaria, aunque estas son causas raras. En el caso del prurito anal, las hemorroides son una causa común, pero también se debe considerar la posibilidad de fuga de moco y bacterias del recto distal a la piel perianal.

En cuanto al prurito vulvar, es común entre las mujeres y puede tener múltiples causas, que van desde infecciones hasta dermatitis. Por otro lado, el prurito del escroto en hombres puede manifestarse sin prurito anal y puede estar relacionado con condiciones similares a las mencionadas anteriormente.

Finalmente, hasta un tercio de los casos de prurito anogenital sin causa identificada pueden atribuirse a irritación nerviosa de la columna lumbosacral, lo que subraya la importancia de evaluar la salud de la columna en pacientes con prurito anogenital de origen desconocido y terapia tópica ineficaz. Este aspecto destaca la complejidad diagnóstica del prurito anogenital y la necesidad de una evaluación médica integral para identificar la causa subyacente.

 

Manifestaciones clínicas

La picazón, también conocida como prurito, es el síntoma principal y característico asociado con diversas condiciones que afectan el área anogenital. A menudo, es el único síntoma que experimentan los pacientes que sufren de prurito anogenital. Este síntoma puede variar desde una leve molestia hasta una sensación intensa e incapacitante de picazón.

En muchos casos, los hallazgos físicos en el área anogenital pueden ser mínimos o incluso estar ausentes en el examen clínico inicial. Sin embargo, en algunos casos, se pueden observar ciertos cambios cutáneos que acompañan a la picazón. Estos cambios pueden incluir:

  • Eritema: Enrojecimiento de la piel que puede ser indicativo de inflamación, irritación o infección en el área afectada.
  • Fisuras: Pequeñas grietas o cortes en la piel, que pueden ser el resultado de la irritación crónica debido al rascado repetido.
  • Maceración: Ablandamiento y humedad excesiva de la piel, que puede ocurrir debido a la exposición prolongada a la humedad, como en el caso de la dermatitis de contacto o infecciones por hongos.
  • Liquenificación: Engrosamiento y endurecimiento de la piel debido a una irritación crónica y persistente, que puede ser una respuesta protectora de la piel contra el rascado constante.
  • Excoriaciones: Áreas de la piel que están erosionadas o ulceradas debido al rascado repetido y vigoroso.
  • Cambios sugestivos de candidiasis o tinea: Estos cambios pueden incluir placas eritematosas con bordes bien definidos en el caso de la tinea, o placas blancuzcas o enrojecidas en el caso de la candidiasis.

La presencia de estos hallazgos físicos puede ayudar a orientar el diagnóstico hacia ciertas condiciones específicas, como infecciones por hongos (candidiasis o tinea) u otras dermatitis irritativas o inflamatorias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la ausencia de hallazgos físicos no excluye la posibilidad de una condición subyacente, especialmente en las etapas iniciales de la enfermedad o en casos leves.

Por lo tanto, la evaluación clínica completa, que incluye la historia clínica detallada, el examen físico cuidadoso y, en algunos casos, pruebas diagnósticas adicionales como cultivos de piel, raspados cutáneos o pruebas de alergia, puede ser necesaria para llegar a un diagnóstico preciso y establecer un plan de tratamiento adecuado para el prurito anogenital.


Hallazgos de laboratorio

El examen microscópico o el cultivo de raspaduras de tejido pueden revelar levaduras o hongos. El examen de las heces puede mostrar lombrices. Los estudios radiológicos pueden demostrar una enfermedad de la columna vertebral de la sacral lumbar.


Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial etiológico consiste en la infección por Candida, la parasitosis, la irritación local de los contactos o los irritantes, la irritación nerviosa y otros trastornos primarios de la piel del área genital, como psoriasis, seborrea, intertrigo o liquen escleroso.

 

Prevención

Instruir al paciente en una higiene anogenital adecuada después de tratar afecciones sistémicas o locales.


Tratamiento

El tratamiento del estreñimiento, especialmente mediante el consumo de una dieta rica en fibra, como el psyllium, puede desempeñar un papel fundamental en el manejo del prurito anogenital. El estreñimiento puede contribuir al prurito anogenital al aumentar la presión intraabdominal y causar irritación en el área perianal durante las evacuaciones intestinales. Por lo tanto, al aliviar el estreñimiento y promover evacuaciones intestinales regulares y suaves, se reduce la irritación y la inflamación en el área anal, lo que puede ayudar a aliviar el prurito.

Además, se recomienda al paciente que utilice tejido o algodón muy suave o humedecido para limpiar el área perianal después de las evacuaciones intestinales. Este enfoque suave y delicado ayuda a evitar el trauma adicional en la piel, lo que puede agravar el prurito. Del mismo modo, las mujeres deben tomar precauciones similares después de orinar para reducir la irritación en el área genital.

En algunos casos, el prurito anogenital puede estar relacionado con alergias a ciertos productos, como la metilcloroisotiazolinona o la metilisotiazolinona, que son conservantes comunes en toallitas para bebés y otros productos de cuidado personal. Las pruebas de parche pueden ser útiles para identificar alergias relevantes en aproximadamente el 20% de los pacientes.

Para el tratamiento directo del prurito anogenital, se pueden utilizar diferentes opciones tópicas. La crema o loción de pramoxina o la hidrocortisona-pramoxina, en concentraciones del 1% o 2.5%, son eficaces para aliviar la picazón y la irritación en el área afectada. Estos medicamentos deben aplicarse después de cada evacuación intestinal para proporcionar alivio continuo. Además, la crema de doxepina tópica al 5% también ha demostrado ser efectiva en el alivio del prurito anogenital, aunque puede tener efectos sedantes que deben tenerse en cuenta.

Los inhibidores tópicos de la calcineurina, como el tacrolimus al 0,03%, han demostrado ser efectivos en el tratamiento del prurito anal en pacientes con dermatitis atópica. Estos medicamentos actúan reduciendo la inflamación y la respuesta inmunitaria en la piel, lo que ayuda a aliviar la picazón y la irritación en el área anal.

Mantener una buena higiene personal para prevenir la irritación y el empeoramiento del prurito. Esto incluye cambiar la ropa interior diariamente para evitar la acumulación de humedad y bacterias en el área genital y anal. En el caso de los hombres, es crucial que la costura de los “boxers” no roce ni entre en contacto con el escroto, ya que esto puede causar irritación adicional y empeorar el prurito.

Para algunos pacientes con prurito escrotal o anal que no responden a otros tratamientos, la crema de capsaicina al 0,006% puede ser una opción. La capsaicina es un compuesto que se encuentra en los pimientos picantes y actúa aliviando el dolor y el picor al bloquear los receptores de dolor en la piel.

En casos en los que las terapias tópicas no han sido efectivas, se puede considerar el uso de medicamentos orales como la gabapentina o la pregabalina. Estos medicamentos son anticonvulsivos que también se utilizan para tratar el dolor neuropático, y pueden ayudar a reducir la sensación de picazón en el área anal o escrotal al modular la actividad nerviosa en la región afectada.

Es importante destacar que el uso de corticosteroides tópicos de alta potencia en el área genital debe evitarse, ya que pueden causar efectos secundarios graves, como adelgazamiento de la piel y supresión del sistema inmunológico.


Pronóstico

Aunque el prurito benigno, anogenital es a menudo persistente y recurrente.

 

 

 

Homo medicus


 
Anatomía del hígado

Anatomía del hígado

Síguenos en X: @el_homomedicus  y @enarm_intensivo    

🟥     🟪     🟨     🟧     🟩     🟦

APRENDER CIRUGÍA

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

Avatar del usuario

Homo medicus

Conocimiento médico en evolución...

También te podría gustar...