Concepto
Neoplasia significa literalmente “nuevo crecimiento“. Las células neoplásicas están transformadas y se replican, al parecer, con independencia a las influencias reguladoras que controlan las células normales. Las neoplasias disfrutan de cierto grado de autonomía y tienden a aumentar de tamaño independientemente del ambiente local aunque dependen del huésped para su nutrición e irrigación y algunas derivadas de los tejidos sensibles a hormonas también necesitan apoyo endocrino.
Una neoplasia se suele denominar como “tumor”.
- Un tumor es benigno se identifica cuando sus características macroscópicas y microscópicas se consideran relativamente inócuas, lo que hace pensar que se quedará localizado y podrá ser extirpado mediante cirugía local.
- Un tumor maligno se identifica cuando una neoplasia puede infiltrar y destruir estructuras adyacentes y diseminarse a lugares alejados (metastatizar) para ocasionar la muerte.
Los tumores malignos se denominan en conjunto cánceres, término que deriva del latín «cangrejo» y que alude a que se adhieren a cualquier parte y se agarran de forma obstinada, como les ocurre a los cangrejos.
Todos los tumores, benignos y malignos, tienen dos com ponentes básicos:
- el parénquima, que corresponde a células transformadas o neoplásicas.
- el estroma de soporte no neoplásico y derivado del huésped, constituido por tejido conjuntivo, vasos y células inflamatorias derivadas del huésped.
El parénquima de la neoplasia condiciona en gran medida su comportamiento biológico y es el componente que da nombre al tumor. El estroma es esencial para el crecimiento de la neoplasia, porque transporta los vasos y permite el crecimiento de las células parenquimatosas.
Tres características fundamentales permiten distinguir a la mayor parte de los tumores benignos y malignos:
- diferenciación y anaplasia
- infiltración local
- metástasis.
Nomenclatura
Los tumores benignos se denominan añadiendo el sufijo –oma al tipo celular del cual se originan.
- adenoma
- lipoma
- condroma
- fibroma
Las neoplasias malignas originadas en los tejidos mesenquimatosos «sólidos» o sus derivados se llaman sarcomas.
- adenosarcoma
- liposarcoma
- condrosarcoma
- fibrosarcoma
Las neoplasias originadas en las células mesenquimatosos de la sangre reciben el nombre de leucemias o linfomas.
Las neoplasias malignas originadas en las células epiteliales se llaman carcinomas independientemente del tejido de origen.
- Los carcinomas que crecen formando un patrón glandular se llaman adenocarcinomas.
- Los carcinomas que forman células escamosas se llaman carcinomas epidermoides.
Los tumores tengan escasa o nula diferenciación se denominan carcinomas poco diferenciados o indiferenciados.
Hamartoma es una masa de tejido propio de un lugar determinado, como el pulmón o el hígado, pero desordenada.
Algunas neoplasias malignas están incongruentemente nominadas como benignas por el sufijo:
- linfoma.
- mesotelioma.
- melanoma.
- seminoma.
Origen
Las células transformadas de una neoplasia, tanto benigna como maligna, se suelen parecer entre ellas, lo que es compatible con un origen común a partir de una sola célula progenitora transformada.
En algunos casos las células sufren una diferenciación divergente, generando los llamados tumores mixtos. Los tumores mixtos tienen un
origen monoclonal, pero la célula progenitora en estos casos tiene capacidad de diferenciarse a más de una estirpe.
El teratoma es un tipo especial de tumor mixto que contiene células o tejidos maduros o inmaduros reconocibles derivados de más de una capa de células germinales. Los teratomas se originan a partir de células germinales totipotenciales.
Las células madre pueden diferenciarse a cualquiera de los tipos celulares existentes en el cuerpo adulto similares al hueso, el epitelio, el músculo, la grasa, el nervio u otros tejidos.
