Dolor: Tratamientos intervencionistas

Tratamientos intervencionistas para el dolor
Tratamientos intervencionistas para el dolor
Bloqueos nerviosos

Las infiltraciones constituyen un enfoque terapéutico, diagnóstico y pronóstico empleado en el tratamiento del dolor, siendo su aplicación diversa y basada en distintos propósitos. Desde una perspectiva mecánica, las infiltraciones con anestésicos locales desempeñan un papel crucial al liberar los nervios atrapados, incrementar el flujo sanguíneo y interrumpir los procesos asociados a la sensibilización central, lo que se traduce en la ruptura del ciclo del dolor.

La adición de corticoesteroides a los anestésicos locales confiere beneficios adicionales al bloquear la cascada inflamatoria, suprimir las descargas ectópicas de los nervios lesionados e inhibir la síntesis de prostaglandinas, algunas de las cuales sensibilizan los nociceptores. Esta combinación terapéutica no solo aborda el componente analgésico, sino que también atiende aspectos inflamatorios y neurofisiológicos relacionados con la generación y propagación del dolor.

Los efectos beneficiosos de las infiltraciones son múltiples, ya que pueden proporcionar alivio inmediato, así como beneficios a medio plazo. Además, facilitan la rehabilitación y contribuyen a mejorar la calidad de vida en aquellos pacientes adecuadamente seleccionados, lo que subraya la importancia de una evaluación cuidadosa para determinar la idoneidad de este enfoque en cada caso.

Específicamente, las infiltraciones dirigidas a puntos desencadenantes son eficaces para el dolor miofascial, mientras que las inyecciones intraarticulares son beneficiosas en casos de artrosis crónica. Los bloqueos nerviosos con corticoesteroides resultan útiles en los síndromes de atrapamiento, ofreciendo un abordaje terapéutico específico y dirigido.

En el ámbito del dolor canceroso, las intervenciones neurolíticas dirigidas al plexo celíaco para el dolor abdominal superior y al plexo hipogástrico superior en el dolor pélvico son destacadas por proporcionar un beneficio significativo de varios meses de duración. Estas intervenciones no solo lo alivian sino que también contribuyen a mejorar la calidad de vida en pacientes que enfrentan condiciones de dolor crónico asociado al cáncer.

 


Estimulación/neuromodulación eléctrica

La estimulación eléctrica ha sido una modalidad de tratamiento para el dolor que ha perdurado a lo largo de mucho tiempo. Una de las formas más comunes es la Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea (TENS), que implica el uso de corriente eléctrica para estimular los nervios a través de la piel.

Un enfoque más avanzado en el ámbito de la neuromodulación para el tratamiento del dolor crónico refractario es la estimulación de la médula espinal. Este procedimiento implica la inserción de un electrodo epidural con el propósito de estimular las columnas posteriores de la médula espinal. La base teórica que fundamenta esta técnica es la teoría de control de compuerta, que postula que la activación de las fibras sensitivas periféricas A puede atenuar la señal dolorosa transmitida por las fibras C, que conducen el dolor de manera más lenta. Inicialmente diseñada para abordar el tipo neuropático, los avances tecnológicos, como la estimulación de alta frecuencia y en ráfagas, han ampliado su aplicación para brindar beneficios también en trastornos nociceptivos.

La estimulación de las columnas posteriores constituye una modalidad de neuromodulación empleada en el tratamiento del dolor crónico refractario. Esta técnica, que implica la inserción de un electrodo epidural para estimular las columnas posteriores de la médula espinal, encuentra indicaciones destacadas en diversas condiciones, siendo las más habituales el síndrome poslaminectomía, el síndrome de dolor regional complejo, la neuropatía diabética y el dolor isquémico asociado a vasculopatía periférica o angina.

La fundamentación de esta terapia radica en la modulación de la transmisión de la señal dolorosa, buscando ofrecer alivio en situaciones donde estrategias conservadoras previas han demostrado ser ineficaces.

Por otro lado, en el contexto de pacientes que enfrentan dolor crónico resistente sin respuesta satisfactoria a medidas conservadoras, la estimulación encefálica profunda y de la corteza motora emerge como una alternativa beneficiosa. Esta modalidad terapéutica implica la aplicación directa de estimulación eléctrica en áreas específicas del cerebro, como la corteza motora. Su utilidad se manifiesta en cuadros clínicos complejos como el dolor del miembro fantasma, la cefalea en racimos y el dolor central.

La estimulación en estas regiones tiene como objetivo modular la actividad neural asociada al dolor, ofreciendo un enfoque terapéutico avanzado para condiciones debilitantes que no responden adecuadamente a los tratamientos convencionales.

Tratamientos intervencionistas para el dolor

Tratamientos intervencionistas para el dolor

Cirugía

Cuando las estrategias conservadoras, que abarcan desde medicamentos hasta terapias físicas, no logran proporcionar alivio sostenido, la opción quirúrgica se convierte en una consideración crucial para mejorar la calidad de vida del paciente.

El neuroma traumático, una consecuencia inevitable de la sección o quemadura de un nervio, subraya la complejidad del dolor crónico en ciertos contextos. Este neuroma se forma como resultado de la regeneración desorganizada y no regulada de las fibras nerviosas después de una lesión traumática. Su presencia ha sido asociada con la descarga de señales dolorosas ectópicas, generando un cuadro clínico caracterizado por un dolor significativo y, en ocasiones, debilitante. La naturaleza desorganizada de la regeneración nerviosa en el neuroma contribuye a su capacidad para generar sensaciones álgicas persistente.

Determinar cuándo la intervención quirúrgica está indicada puede ser un desafío significativo. La dificultad radica, en parte, en establecer una relación causal clara entre la enfermedad tratada y el dolor experimentado por el paciente. Esta ambigüedad puede surgir de la complejidad del sistema nervioso y de las diversas formas en que las lesiones o condiciones médicas pueden manifestarse como sensaciones álgicas. La toma de decisiones en torno a la cirugía implica un análisis exhaustivo de la historia clínica, los síntomas del paciente y los resultados de pruebas diagnósticas para determinar si la intervención quirúrgica es la opción más apropiada.

 

 

Homo medicus

 


 

 

 

 

 

 
Anatomía del hígado

Anatomía del hígado

Síguenos en X: @el_homomedicus  y @enarm_intensivo    

🟥     🟪     🟨     🟧     🟩     🟦

APRENDER CIRUGÍA

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

Avatar del usuario

Homo medicus

Conocimiento médico en evolución...

También te podría gustar...