Trombocitopenia por causas nutricionales

La trombocitopenia, que se refiere a una disminución en el número de plaquetas en la sangre, puede ser causada por deficiencias nutricionales, particularmente de ácido fólico, vitamina B12 e hierro. Estas deficiencias impactan negativamente la producción de células sanguíneas en la médula ósea, afectando no solo la producción de plaquetas, sino también otras líneas celulares como los glóbulos rojos. A continuación, se detallan los mecanismos detrás de la trombocitopenia asociada con cada una de estas deficiencias nutricionales.
Deficiencia de ácido fólico
El ácido fólico es una vitamina esencial para la síntesis de ADN y la maduración de las células sanguíneas. Es particularmente importante en la producción de glóbulos rojos, pero también influye en la maduración de los megacariocitos, las células precursoras de las plaquetas. La deficiencia de ácido fólico impide la adecuada replicación del ADN en los precursores hematopoyéticos, lo que lleva a una hematopoyesis defectuosa, con una producción inadecuada de plaquetas, glóbulos rojos y glóbulos blancos.
La trombocitopenia asociada con deficiencia de ácido fólico se presenta típicamente en conjunto con anemiamacrocítica, que es una forma de anemia caracterizada por glóbulos rojos de gran tamaño debido a la interrupción en su maduración. Esta deficiencia es común en personas con trastorno por consumo de alcohol, ya que el alcohol interfiere con la absorción y el metabolismo del ácido fólico. En este contexto, la trombocitopenia es parte de un cuadro hematológico generalizado, que también incluye la anemia y, a veces, leucopenia (bajo número de glóbulos blancos). La solución a esta deficiencia es la suplementación con ácido fólico, que permite la recuperación progresiva de la función hematopoyética y la normalización del recuento de plaquetas.
Deficiencia de vitamina B12
La vitamina B12, también conocida como cobalamina, es crucial para la síntesis de ADN y la maduración de todas las células sanguíneas, incluyendo las plaquetas. Una deficiencia de vitamina B12 afecta la hematopoyesis, lo que resulta en una producción deficiente de plaquetas y otras células sanguíneas. La deficiencia grave de vitamina B12 puede dar lugar a anemia macrocítica, similar a la que ocurre con la deficiencia de ácido fólico, pero también se asocia con síntomas neurológicos, como parestesias (sensación de hormigueo) y pérdida de equilibrio, que son signos característicos de la afectación de los nervios debido a la deficiencia de esta vitamina.
En cuanto a la trombocitopenia asociada con la deficiencia de vitamina B12, es importante señalar que generalmente está acompañada de anemia, y el cuadro clínico puede ser más complejo si se observan hallazgos neurológicos. El tratamiento consiste en la reemplazo de vitamina B12 a través de suplementos orales o inyectables, lo que generalmente mejora tanto la anemia como la trombocitopenia. La normalización del recuento de plaquetas puede ser más lenta que la recuperación de otros parámetros hematológicos debido a la intervención en la maduración de los megacariocitos.
Deficiencia de hierro
La deficiencia de hierro es una de las deficiencias nutricionales más comunes y suele estar asociada con la anemia ferropénica. En este caso, la trombocitopenia es raramente observada en comparación con la trombocitosis (un aumento en el número de plaquetas). Sin embargo, en casos de deficiencia severa de hierro, es posible que se observe trombocitopenia. El hierro es necesario para la producción de hemoglobina en los glóbulos rojos, y su deficiencia interfiere en la maduración de estos, dando lugar a una anemia microcítica hipocrómica. En algunos casos, la hematopoyesis también puede verse afectada de tal manera que la producción de plaquetas disminuye, aunque esto es menos frecuente.
Por lo general, la trombocitosis es mucho más común en los pacientes con deficiencia de hierro, ya que el cuerpo intenta compensar la anemia aumentando la producción de plaquetas. Sin embargo, cuando la deficiencia de hierro es extremadamente grave, puede producirse una disminución en el número de plaquetas, que se resuelve con la suplementación de hierro. El tratamiento adecuado con suplementos de hierro o, en casos más graves, con infusión intravenosa de hierro permite mejorar la producción de glóbulos rojos y, en consecuencia, restaurar el número de plaquetas.
Tratamiento y recuperación
En todos los casos mencionados, el tratamiento nutricional adecuado es la clave para corregir las deficiencias subyacentes y restaurar la función hematopoyética. La suplementación con los vitaminas y minerales faltantes (ácido fólico, vitamina B12 o hierro) suele ser eficaz para mejorar tanto la trombocitopenia como otras anomalías hematológicas, como la anemia. La recuperación del recuento de plaquetas puede ser más lenta en los casos de deficiencia de ácido fólico o vitamina B12, ya que estas vitaminas son esenciales para la maduración adecuada de los megacariocitos, pero es generalmente efectiva con el tiempo.
Fuente y lecturas recomendadas:
- Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
- Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
- Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.