Vasos linfáticos del hígado
Los vasos linfáticos constituyen una parte integral del sistema linfático, una red compleja y fundamental en el cuerpo humano. Estos vasos, similares a las venas pero más delgados y transparentes, se extienden por todo el organismo, desempeñando funciones vitales en la circulación del líquido linfático y en la respuesta inmunológica.
Estructuralmente, estos vasos están compuestos por una capa de células endoteliales que facilita la entrada de la linfa, un fluido claro que contiene glóbulos blancos, productos de desecho, nutrientes y lípidos absorbidos del sistema digestivo. Su función principal es el drenaje linfático, recogiendo el exceso de líquido intersticial, conocido como linfa, que se filtra desde los capilares sanguíneos hacia los tejidos, contribuyendo así al equilibrio de fluidos en el cuerpo.
Estos vasos transportan la linfa desde los tejidos periféricos hacia los ganglios linfáticos, pequeños órganos en forma de guisante que filtran y purifican la linfa. Los ganglios son centrales en la respuesta inmunológica, sirviendo como sitios de detección y respuesta a sustancias extrañas. Además, los vasos linfáticos desempeñan un papel esencial en la absorción de lípidos en el sistema digestivo a través de estructuras especializadas llamadas lacteales.
A medida que los vasos linfáticos convergen, forman conductos linfáticos más grandes que eventualmente se conectan con las venas subclavias, reintroduciendo la linfa en la circulación sanguínea. Esta conexión entre el sistema linfático y el sistema circulatorio es fundamental para la distribución eficiente de la linfa.
Vasos linfáticos del hígado
Los linfáticos del hígado constituyen un sistema crucial para el drenaje linfático de este órgano vital. Habitualmente, se dividen en colectores superficiales y colectores profundos, cada uno con rutas y destinos específicos.
Colectores superficiales:
- Son linfáticos subperitoneales que forman una red en las caras del hígado.
- En la cara diafragmática:
- A la derecha, los colectores más bajos se dirigen al porta hepático, mientras que los más altos y laterales contornean la porción posterior hacia el ligamento triangular derecho y al ligamento coronario. Los mediales van al ligamento falciforme y, a través del triángulo esternocostal, se conectan con los nodos linfáticos yuxtapericárdicos.
- En la parte media, se encuentran las vías hiliares, las del ligamento falciforme y una corriente que llega a un nodo linfático situado contra la vena cava inferior.
- A la izquierda, las vías posteriores se dirigen a la región celíaca a través del ligamento triangular izquierdo y a la cadena gástrica izquierda.
- En la porción posterior, hay dos vías principales: las vías subdiafragmáticas hacia la región celíaca y las diafragmáticas hacia los nodos linfáticos torácicos yuxtapericárdicos y yuxtaesofágicos.
- Cara visceral: Todos los colectores convergen hacia los nodos linfáticos hiliares y la raíz hepática, excepto en la región posterior y a la derecha, donde algunos vasos linfáticos alcanzan los nodos aórticos laterales derechos.
Colectores profundos:
- Se dividen en vías ascendentes y descendentes.
- Vías ascendentes: Siguen las venas hepáticas, conectándose con los nodos linfáticos de la vena cava inferior y atravesando el diafragma para llegar al mediastino.
- Vías descendentes: Son las más significativas y convergen en el porta hepático mediante una encrucijada de nodos alrededor de la vena porta hepática. Esta encrucijada se extiende hacia abajo con nodos linfáticos de la raíz hepática, numerosos y con destino retropancreático y celíaco.
Anatomía del hígado
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