Son venas superficiales tortuosas y dilatadas en las extremidades inferiores. Pueden ser asintomáticas o relacionarse con fatiga, dolor o molestias inespecíficas. Con frecuencia son hereditarias, existe un incremento de la frecuencia después del embarazo.
La presión venosa alta, como permanecer de pie durante un tiempo prolongado o levantar objetos pesados, y con mayor frecuencia en mujeres después del embarazo son los factores que contribuyen a la aparición de las varices en las extremidades inferiores. Más de 20% de los adultos padece várices.
El reflujo venoso progresivo e hipertensión venosa caracteriza a la enfermedad venosa crónica. La afección incluye a las venas superficiales, casi siempre la vena safena mayor y sus tributarias, pero la vena safena menor también puede afectarse. La distensión de la vena evita la coartación de las valvas de las válvulas venosas, lo cual crea insuficiencia y reflujo de sangre hacia los pies. La dilatación venosa focal y el reflujo ocasionan aumento de la presión y distensión del segmento venoso inferior al nivel de la válvula; esto, a su vez, causa insuficiencia progresiva de la siguiente válvula venosa en sentido distal. Las venas perforantes que conectan los sistemas profundo y superficial algunas veces se dañan, lo que permite el reflujo de sangre hacia las venas superficiales procedentes del sistema profundo; ello incrementa aún más la presión venosa y causa distensión.
Las várices secundarias pueden surgir como consecuencia del daño valvular en el sistema venoso profundo después de tromboflebitis, o rara vez por oclusión venosa proximal debida a neoplasias o fibrosis.
Las fístulas arteriovenosas y malformaciones venosas congénitas o adquiridas también se relacionan con várices y deben considerarse en pacientes jóvenes con estas lesiones.
Cuadro Clínico
La gravedad de los síntomas no guarda relación con el número y el tamaño de las várices; es posible que grandes venas varicosas no causen síntomas, en tanto várices mínimas produzcan muchos síntomas. La sensación de dolor sordo, persistente o la fatiga desencadenada por permanecer en posición de pie suelen ser los síntomas más frecuentes. Tal vez aparezca prurito, a causa de dermatitis por estasis venosa, ya sea al nivel del tobillo o sobre las várices grandes.
Las venas dilatadas, tortuosas del muslo y la pantorrilla son visibles y palpables cuando el paciente se encuentra de pie. Las venas varicosas de evolución prolongada pueden progresar a insuficiencia venosa crónica, con aparición de:
- Edema de tobillos,
- Hiperpigmentación parda de la piel
- Induración
- Fibrosis cutánea crónicas.
El estudio de elección es una ecografía doble.
Diagnóstico diferencial
- Insuficiencia venosa crónica del sistema venoso profundo con edema, fibrosis, pigmentación y ulceración del tercio distal de la pierna (síndrome posflebítico).
- El dolor o la molestia secundaria a neuropatía
- Dolor por claudicación intermitente, que tiene lugar con una cantidad predecible de ejercicio y que desaparece con el reposo.
- Malformaciones congénitas
- Atresia de las venas profundas.
Complicaciones
- Tromboflebitis superficial de las venas varicosas es poco común.
- Trombosis venosa profundao mbolia , si la tromboflebitis afecta la vena safena mayor en la porción superior e interna del muslo.
- Hemorragia
Tratamiento
A. Tratamiento no quirúrgico
- Uso de medias elásticas de compresión graduada (20 a 30 mmHg de presión) reduce la presión venosa en la extremidad inferior y puede evitar la progresión de la enfermedad.
- Puede lograrse un buen control de los síntomas cuando se utilizan medias elásticas todos los días al caminar durante las horas diurnas y con elevación de las piernas, en especial durante la noche.
- Las medias de compresión son apropiadas para pacientes de edad avanzada o para quienes no desean la intervención quirúrgica.
B. Escleroterapia
- La inyección directa de fármacos esclerosantes induce fibrosis permanente de obliteración de las venas afectadas.
- Los irritantes químicos como glicerina o solución salina hipertónica se utilizan para las venas reticulares pequeñas, mayores de 4 mm y para las venas perforantes, con frecuencia sólo con anestesia local.
- La escleroterapia con espuma tiene resultados clínicos similares a la ablación térmica de la vena safena o a la safenectomía.
C. Tratamiento quirúrgico
- Ablación endovenosa
- Extirpación de la vena safena
- La flebectomía sin corrección del reflujo redunda en una alta tasa de recurrencias, ya que el reflujo sin corregir dilata de forma progresiva las venas adyacentes.
- El reflujo concurrente en el sistema venoso profundo detectado con ecografía no es contraindicación para el tratamiento del reflujo superficial, porque la mayor parte de la dilatación de las venas
- profundas es consecuencia de la sobrecarga de volumen.
Pronóstico
- La corrección quirúrgica de la insuficiencia venosa (reflujo) y la excisión de las venas varicosas producen resultados excelentes.
- La tasa de éxito a cinco años es de 85 a 90%.
- La ablación simple (flebectomía) o la escleroterapia por inyección sin corrección del reflujo se asocian con tasas más altas de recurrencia.