Abscesos y fístula perianal

Las glándulas anales, ubicadas en la base de las criptas anales a nivel de la línea dentada, son estructuras que pueden ser susceptibles a infecciones, lo que a menudo lleva a la formación de abscesos perianales. Estas glándulas tienen la función de secretar fluidos que contribuyen a la lubricación del canal anal. Sin embargo, cuando se obstruyen, se produce una acumulación de secreciones que puede propiciar un entorno propicio para la proliferación bacteriana, resultando en una infección aguda que se manifiesta como un absceso.
Existen otras causas que pueden conducir a la formación de abscesos anales, tales como las fisuras anales y la enfermedad de Crohn, una condición inflamatoria crónica que puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, incluyendo la región anal. En el caso de las fisuras, el trauma y la inflamación pueden facilitar la colonización bacteriana en la zona afectada, mientras que en la enfermedad de Crohn, la inflamación crónica puede comprometer la integridad de las estructuras anales, predisponiendo al paciente a infecciones.
Una característica distintiva de los abscesos perianales es su capacidad de extenderse tanto hacia arriba como hacia abajo a través del plano interesfinteriano, que es el espacio entre los músculos esfínteres interno y externo del ano. Esta capacidad de extensión es relevante para el diagnóstico y tratamiento de las infecciones, ya que puede influir en la presentación clínica y en la decisión sobre la intervención quirúrgica necesaria.
Los síntomas más comunes de un absceso perianal incluyen un dolor palpitante y continuo en la región perianal, que puede ser debilitante y afectar significativamente la calidad de vida del paciente. En la exploración física, se pueden observar signos como eritema, fluctuancia y edema en la región perianal, los cuales son indicativos de la presencia de una colección de pus. En algunos casos, una evaluación digital rectal puede revelar una masa o fluctuación en la fosa isquiorectal, que es una de las áreas donde pueden extenderse los abscesos.
El tratamiento de los abscesos perianales se basa en la incisión y drenaje local de la colección purulenta, lo que permite aliviar el dolor y prevenir complicaciones adicionales. Sin embargo, los abscesos isquiorectales, que se encuentran más profundos y pueden ser más complejos, requieren un drenaje quirúrgico en un entorno operatorio para asegurar una adecuada evacuación del material infectado y la gestión de posibles complicaciones.
Es importante tener en cuenta que, tras el drenaje de un absceso, un porcentaje significativo de pacientes presenta una fístula anal. Este es un tracto anormal que se forma entre el canal anal y la piel circundante, resultado de la inflamación crónica y la infección persistente. La identificación y tratamiento de las fístulas anales pueden ser desafiantes y a menudo requieren un manejo quirúrgico adicional para evitar recidivas y asegurar una recuperación completa.
La fístula anal, conocida también como fístula in ano, se desarrolla con mayor frecuencia a partir de una criptas anal y, en la mayoría de los casos, es precedida por la formación de un absceso anal. Este proceso inicia cuando se produce una obstrucción en las glándulas anales, lo que lleva a una acumulación de secreciones y, posteriormente, a una infección que forma un absceso. Una vez que el absceso se drena, puede dejar una comunicación anormal entre el canal anal y la piel circundante, estableciendo así la fístula.
En pacientes que presentan fístulas que se conectan directamente al recto, es fundamental considerar la posibilidad de trastornos subyacentes que podrían estar contribuyendo a la formación de la fístula. Entre estos trastornos, se incluyen condiciones inflamatorias como la enfermedad de Crohn, infecciones como la linfogranuloma venéreo y la tuberculosis rectal, así como procesos neoplásicos que podrían estar afectando la anatomía local. La enfermedad de Crohn, en particular, se asocia con la formación de fístulas debido a la inflamación crónica del intestino, que puede comprometer la integridad de los tejidos circundantes.
Las fístulas anales a menudo se caracterizan por la presencia de un drenaje purulento, que puede dar lugar a síntomas como picazón, sensibilidad y dolor en la región perianal. Este drenaje puede ser constante o intermitente y a menudo provoca incomodidad significativa en el paciente, afectando su calidad de vida.
El tratamiento de las fístulas relacionadas con la enfermedad de Crohn se discute en detalle en otros apartados, ya que requiere un enfoque específico que aborda tanto la fístula como la enfermedad inflamatoria subyacente. Por otro lado, el manejo de las fístulas idiopáticas simples in ano típicamente implica una intervención quirúrgica, que puede incluir la incisión o excisión de la fístula bajo anestesia. Es crucial que durante estas intervenciones se preserve la integridad de los esfínteres anales, ya que un daño a estas estructuras puede resultar en complicaciones como la incontinencia anal.
La realización de una fistulotomía quirúrgica para el tratamiento de fístulas complejas, que son aquellas que atraviesan el esfínter anal (fístulas transesfinterianas) o que están ubicadas en posiciones altas, conlleva un riesgo significativo de incontinencia. Por lo tanto, es importante considerar alternativas que busquen la curación de la fístula mientras se preservan las funciones esfinterianas. Entre las técnicas que han sido desarrolladas para lograr este objetivo se encuentran el uso de colgajos de avance endoanal que se colocan sobre la apertura interna de la fístula, así como la inserción de un tapón bioprostético en la abertura de la fístula. Estas técnicas están diseñadas para permitir la cicatrización de la fístula sin comprometer la función del esfínter anal, minimizando así el riesgo de complicaciones a largo plazo.
Fuente y lecturas recomendadas:
- Amato A et al. Evaluation and management of perianal abscess and anal fistula: SICCR position statement. Tech Coloproctol. 2020;24:127. [PMID: 31974827]
- Cooper CR et al. Perianal fistulas. Dis Colon Rectum. 2020;63:129. [PMID: 31914108]
- Wasmann KA et al. Treatment of perianal fistulas in Crohn’s disease, seton versus anti-TNF versus surgical closure following anti-TNF [PISA]: a randomised controlled trial. J Crohns Colitis. 2020;14:1049. [PMID: 31919501]