Bloqueo y neurolisis del plexo celíaco

Bloqueo y neurolisis del plexo celíaco
Bloqueo y neurolisis del plexo celíaco

El bloqueo del plexo celíaco y la neurólisis del mismo son procedimientos médicos que se utilizan para aliviar el dolor abdominal, especialmente en casos de cáncer de páncreas u otras neoplasias malignas, así como en casos de pancreatitis crónica. Ambos procedimientos tienen como objetivo modular la actividad nerviosa en el plexo celíaco, una red de nervios ubicada detrás del estómago que es responsable de transmitir señales de dolor desde el abdomen hacia el sistema nervioso central.

El bloqueo del plexo celíaco implica la administración de un anestésico de acción prolongada, como la bupivacaína, con o sin un corticosteroide, como la metilprednisolona. Este procedimiento busca temporalmente interrumpir la transmisión de señales de dolor al bloquear la conducción nerviosa en el plexo celíaco. Con el uso de esteroides, el bloqueo puede proporcionar alivio durante un período de tiempo que va desde unas pocas semanas hasta varios meses, dependiendo de la duración de acción del medicamento utilizado.

Por otro lado, la neurólisis del plexo celíaco implica la inyección de un agente neurolítico, como el alcohol o el fenol, en el plexo celíaco. Este procedimiento tiene como objetivo destruir selectivamente las fibras nerviosas en el plexo, lo que interrumpe permanentemente la transmisión de señales de dolor. A diferencia del bloqueo, la neurólisis puede proporcionar un alivio del dolor más duradero y consistente, con efectos que pueden extenderse de 2 a 6 meses.

 

Indicacion

Si bien la indicación más común para estos procedimientos es el dolor asociado con el cáncer de páncreas, también pueden ser útiles en el manejo del dolor en otras neoplasias malignas que afectan áreas como el estómago, el hígado, el bazo, el riñón y el tracto gastrointestinal, así como en casos de pancreatitis crónica. La decisión de realizar un bloqueo del plexo celíaco o una neurólisis depende de varios factores, incluida la naturaleza y la gravedad del dolor, la respuesta al tratamiento previo y la condición clínica general del paciente.

Procedimiento

La aproximación más común para realizar un bloqueo del plexo celíaco es mediante un enfoque percutáneo posterior bajo la guía de fluoroscopia, utilizando agujas bilaterales dirigidas al plexo celíaco a nivel de T12-L1. Este método implica la inserción de agujas a través de la piel hasta llegar al área objetivo, con la ayuda de imágenes en tiempo real proporcionadas por la fluoroscopia para garantizar la precisión y la correcta colocación de las agujas.

La fluoroscopia es una técnica de imagen que utiliza rayos X para obtener imágenes en tiempo real del interior del cuerpo, lo que permite al médico visualizar la posición de las agujas y guiar su movimiento de manera segura y precisa hacia el plexo celíaco. Este enfoque percutáneo posterior bajo fluoroscopia se considera el estándar de oro debido a su alta tasa de éxito y su capacidad para minimizar el riesgo de complicaciones.

Además del enfoque percutáneo posterior bajo fluoroscopia, también se pueden utilizar otras modalidades de guía, como la ecografía, la tomografía computarizada (TC) o la endoscopia. La ecografía utiliza ondas sonoras para generar imágenes en tiempo real del interior del cuerpo, lo que puede ayudar a visualizar las estructuras anatómicas y guiar la inserción de las agujas con precisión. La TC ofrece imágenes detalladas en 3D del área objetivo, lo que puede ser útil para planificar la ruta de inserción de las agujas. La endoscopia, por otro lado, implica la inserción de un endoscopio flexible a través de la boca hasta el estómago, lo que permite una visualización directa del plexo celíaco y la inserción de las agujas bajo visión directa.

Es importante destacar que, mientras que los enfoques percutáneos generalmente requieren solo una sedación mínima para el paciente, la endoscopia puede requerir una sedación más profunda o incluso anestesia general debido a la naturaleza invasiva del procedimiento y la incomodidad asociada.

 

Medicamentos

La neuroólisis química con alcohol o fenol se utiliza para extender la duración de la analgesia a 2 o más meses en comparación con un bloqueo con anestésico local (por ejemplo, bupivacaína) y corticoide (por ejemplo, metilprednisolona), que produce una duración analgésica de semanas a meses. La neuroólisis química implica la introducción de un agente neurotóxico, como el alcohol o el fenol, en el área del plexo celíaco para destruir selectivamente las fibras nerviosas y bloquear la transmisión de señales de dolor.

El alcohol, específicamente el etanol, es el agente más utilizado en la neuroólisis química debido a su disponibilidad y capacidad para producir resultados eficaces. Una de las principales ventajas del etanol es que no requiere preparación especial, ya que se encuentra comúnmente disponible en su forma pura. Además, el etanol tiene una menor probabilidad de causar daño neurológico permanente en comparación con el fenol, lo que lo convierte en una opción más segura para este procedimiento.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la inyección de alcohol puede ser más dolorosa para el paciente en comparación con otros agentes neurotóxicos, como el fenol. Esto se debe a las propiedades irritantes del alcohol que pueden causar una sensación de ardor o molestia en el sitio de la inyección. A pesar de este inconveniente, el uso de alcohol en la neuroólisis química sigue siendo preferible debido a su perfil de seguridad y eficacia en la destrucción selectiva de las fibras nerviosas.

 

Ventajas y desventajas

La principal ventaja de la neuroólisis del plexo celíaco es la mejora en la analgesia sin necesidad de medicamentos sistémicos y sus efectos adversos asociados. Este enfoque terapéutico ofrece un alivio del dolor más efectivo al actuar directamente sobre las vías nerviosas implicadas en la transmisión del dolor, sin requerir la administración de medicamentos que pueden tener efectos secundarios indeseables en todo el cuerpo.

La neuroólisis del plexo celíaco ha demostrado ser efectiva en alrededor del 70-80% de los pacientes que la reciben. Esta alta tasa de éxito se debe a la capacidad del procedimiento para bloquear de manera selectiva las señales de dolor que se transmiten a través del plexo celíaco, lo que proporciona un alivio significativo a la mayoría de los pacientes.

Aunque la neuroólisis del plexo celíaco es generalmente segura y bien tolerada, existen efectos secundarios comunes asociados con este tipo de intervenciones. Entre ellos se incluyen la hipotensión transitoria (una caída temporal de la presión arterial) y la diarrea transitoria (un aumento temporal en la frecuencia y la solidez de las deposiciones). Estos efectos secundarios suelen ser leves y autolimitados, y tienden a desaparecer poco después del procedimiento.

Es importante destacar que, si bien el daño transitorio o permanente a la médula espinal es poco frecuente (ocurre en aproximadamente el 0-0.2% de los casos), existe un mayor riesgo de su ocurrencia con la neuroólisis química del plexo celíaco en comparación con el bloqueo anestésico del plexo. Este riesgo aumentado se debe al uso de agentes neurotóxicos, como el alcohol o el fenol, que pueden dañar las fibras nerviosas de manera más pronunciada que los anestésicos locales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en general, estos eventos adversos graves son raros y el beneficio potencial del alivio del dolor puede superar el riesgo asociado en muchos casos.

 

 

 

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