Candidiasis oral

Candidiasis oral
Candidiasis oral

La candidiasis oral, también conocida como muguet oral, es una infección fúngica causada por la levadura Candida albicans. Esta infección puede afectar la boca y la garganta, manifestándose comúnmente en forma de lesiones blancas cremosas en la lengua, el interior de las mejillas, el paladar y, en ocasiones, las encías y las amígdalas.

Candida albicans es un microorganismo comensal que habitualmente se encuentra en pequeñas cantidades en la boca, la piel, el tracto gastrointestinal y el tracto genital femenino de individuos sanos. La candidiasis oral ocurre cuando hay un desequilibrio que permite que Candida albicans se multiplique de manera excesiva.

 

Factores de riesgo

La candidiasis oral es comúnmente asociada con diversos factores de riesgo que predisponen al individuo a la proliferación excesiva de este hongo, que normalmente se encuentra en pequeñas cantidades en la cavidad bucal. A continuación, se explican ampliamente estos factores de riesgo:

  • Uso de dentaduras postizas: Las dentaduras postizas, especialmente si no se ajustan bien o no se limpian adecuadamente, crean un ambiente favorable para el crecimiento de Candida. La acumulación de alimentos y la humedad bajo la dentadura proporcionan un medio nutritivo y anaeróbico que facilita la proliferación del hongo.
  • Estado debilitado con mala higiene bucal: Las personas con un estado de salud debilitado, como los ancianos o aquellos con enfermedades crónicas, a menudo tienen una higiene bucal deficiente. La acumulación de placa bacteriana y residuos alimenticios crea un ambiente propicio para el crecimiento de Candida. La falta de cuidado oral disminuye la resistencia de la mucosa bucal, permitiendo que el hongo colonice más fácilmente.
  • Diabetes mellitus: Los pacientes con diabetes mellitus tienen niveles elevados de glucosa en la saliva, lo que proporciona un sustrato adicional para el crecimiento de Candida. Además, la diabetes mal controlada puede comprometer el sistema inmunológico, reduciendo la capacidad del cuerpo para combatir infecciones fúngicas.
  • Anemia: La anemia, particularmente la anemia ferropénica, reduce la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno de manera eficiente, lo que puede afectar la salud de la mucosa oral. La falta de oxígeno y nutrientes adecuados puede debilitar las defensas locales de la mucosa, facilitando la infección por Candida.
  • Quimioterapia o irradiación local: Los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia y la radioterapia dirigida a la cabeza y el cuello, pueden dañar la mucosa bucal y reducir la producción de saliva. La saliva tiene propiedades antimicrobianas que inhiben el crecimiento de Candida. La reducción de saliva y el daño tisular crean un ambiente favorable para la infección fúngica.
  • Uso de corticosteroides (oral o sistémico): Los corticosteroides, utilizados para tratar diversas condiciones inflamatorias y autoinmunes, pueden suprimir la respuesta inmune del cuerpo. Esto incluye tanto los corticosteroides inhalados (utilizados en el tratamiento del asma) como los sistémicos (utilizados para condiciones más generalizadas). La inmunosupresión facilita la colonización y el crecimiento excesivo de Candida en la mucosa oral.
  • Antibióticos de amplio espectro: El uso de antibióticos de amplio espectro puede alterar el equilibrio normal de la microbiota oral. Estos antibióticos no solo eliminan las bacterias patógenas, sino también las bacterias comensales que ayudan a mantener en equilibrio la población de Candida. Sin la competencia de estas bacterias, Candidapuede crecer sin control y causar infección.

 

Manifestaciones clínicas

La candidiasis oral es una infección fúngica común causada por el hongo Candida, principalmente Candida albicans, que afecta la mucosa de la boca y la garganta. Esta condición se presenta típicamente en individuos inmunocomprometidos, como pacientes con VIH/SIDA, diabetes no controlada, usuarios de corticosteroides inhalados, y aquellos bajo tratamiento con antibióticos de amplio espectro.

La razón principal por la cual la candidiasis oral suele ser dolorosa se debe a varios factores relacionados con las características de la infección y su efecto sobre los tejidos mucosos. Las lesiones típicas de la candidiasis oral se manifiestan como manchas blancas cremosas que pueden desprenderse fácilmente, revelando una mucosa subyacente enrojecida (eritema). Estas manchas blancas tienen una consistencia similar a la cuajada blanca y están adheridas a la superficie de la mucosa bucal y de la lengua.

Las áreas afectadas por la candidiasis oral son sensibles y pueden ser fácilmente irritadas o frotadas, por ejemplo, al pasar un depresor de lengua sobre ellas durante un examen clínico. Esto puede causar molestias y dolor debido a la sensibilidad de los tejidos inflamados.

Debajo de las manchas blancas, se presenta eritema irregular en la mucosa. El eritema indica inflamación de los tejidos debido a la presencia del hongo y la reacción del sistema inmunológico. La inflamación en sí misma puede ser dolorosa y sensible.

La candidiasis oral no es solo una capa blanca superficial; implica una infección activa de la mucosa oral. El hongo Candida puede invadir y dañar las células epiteliales de la mucosa, lo que desencadena una respuesta inflamatoria local y, por ende, dolor.

Por otro lado, la manifestación conocida como queilitis angular también puede estar asociada con la candidiasis oral. La queilitis angular se caracteriza por fisuras o grietas en las comisuras de los labios, acompañadas a menudo de enrojecimiento e inflamación. Esta condición puede presentarse en pacientes con deficiencias nutricionales, pero también puede ser un signo de infección por Candida en la zona afectada, conocida como estomatitis angular.

 

Exámenes complementarios

Una de las técnicas diagnósticas utilizadas es la preparación húmeda con hidróxido de potasio (KOH), la cual se emplea para analizar muestras clínicas como raspados de la mucosa oral. El hidróxido de potasio actúa disolviendo las células epiteliales y otros materiales celulares, lo que facilita la observación microscópica de estructuras fúngicas. En el caso de la candidiasis, esta preparación revelará la presencia de esporas fúngicas y puede mostrar micelios no septatos. Los micelios no septatos son característicos de Candida, donde las hifas no presentan septos o presentan septos muy escasos, lo que es distintivo en el diagnóstico micológico.

Además de la preparación húmeda con KOH, otro método diagnóstico importante es la biopsia de las lesiones sospechosas. En el caso de la candidiasis oral, la biopsia revelará pseudomicelia intraepitelial de Candida albicans. Las pseudomicelias son estructuras fúngicas formadas por hifas que se ramifican y se entrelazan, penetrando el tejido epitelial afectado. La presencia de pseudomicelias intraepiteliales en la biopsia es altamente indicativa de una infección por Candida.

Es importante destacar que la candidiasis oral puede ser una manifestación inicial de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). El VIH compromete el sistema inmunológico del individuo, predisponiéndolo a diversas infecciones oportunistas, incluida la candidiasis. Por lo tanto, en pacientes con candidiasis oral sin una causa predisponente conocida para el crecimiento excesivo de Candida, se debe considerar la prueba del VIH como parte del diagnóstico y manejo adecuado del paciente.

 

Tratamiento

Para lograr una terapia antifúngica efectiva en el tratamiento de la candidiasis oral, se dispone de varias opciones farmacológicas, cada una con mecanismos de acción y consideraciones específicas que influyen en su eficacia y uso clínico.

  • Fluconazol: Es un antifúngico azólico que se administra por vía oral a una dosis de 100 mg una vez al día durante 7 días. Actúa inhibiendo la síntesis del ergosterol en la membrana celular fúngica, lo que compromete su integridad y función. El fluconazol es eficaz en el tratamiento de candidiasis, pero en pacientes con VIH, donde puede haber una mayor carga fúngica y resistencia, podrían necesitarse ciclos terapéuticos más prolongados.
  • Ketoconazol: También es un antifúngico azólico, pero su absorción oral requiere un ambiente gástrico ácido, por lo que se administra con el desayuno. Las dosis varían entre 200-400 mg al día durante 7-14 días. Actúa de manera similar al fluconazol al inhibir la síntesis de ergosterol. Sin embargo, su uso se ha visto limitado debido a preocupaciones sobre efectos adversos y disponibilidad de tratamientos más seguros.
  • Pastillas de clotrimazol: Se trata de tabletas que contienen 10 mg de clotrimazol que se disuelven en la boca y se administran cinco veces al día. El clotrimazol es un antifúngico imidazólico que altera la permeabilidad de la membrana celular fúngica, lo que lleva a la muerte celular. Es útil en casos de candidiasis oral leve a moderada y es bien tolerado.
  • Enjuagues bucales de nistatina: Cada enjuague contiene 500,000 unidades de nistatina, que se mantienen en la boca antes de tragar tres veces al día. La nistatina actúa uniéndose al ergosterol en la membrana celular fúngica, lo que provoca su ruptura y la muerte del hongo. Es un tratamiento efectivo para la candidiasis oral, especialmente en pacientes pediátricos y en aquellos que requieren un tratamiento tópico local.

En pacientes con infección por VIH, donde la candidiasis oral puede ser recurrente y resistente, es posible que se requieran ciclos más prolongados de fluconazol o considerar alternativas como el itraconazol oral (200 mg/día), que es otro azol antifúngico utilizado en casos refractarios. Es importante destacar que muchas especies de Candida en estos pacientes pueden desarrollar resistencia a los azoles de primera línea, lo que justifica el uso de antifúngicos más nuevos como el voriconazol en casos seleccionados.

Además de la terapia farmacológica, los enjuagues bucales con clorhexidina o peróxido de hidrógeno de media fuerza pueden proporcionar alivio local al reducir la carga microbiana en la cavidad oral. Para pacientes que utilizan dentaduras postizas, el polvo de nistatina aplicado varias veces al día y enjuagado durante semanas puede ayudar a prevenir o tratar la candidiasis asociada a las prótesis dentales.

 

 

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