Clasificación de los tumores selares y supraselares
Los tumores selares y supraselares son neoplasias que afectan la región de la silla turca en la base del cráneo. La silla turca es una estructura ósea que alberga la glándula hipófisis, una parte crucial del sistema endocrino. Estos tumores pueden clasificarse de acuerdo a varios criterios.
Los adenomas hipofisarios, tumores originados en la glándula hipófisis, se clasifican según su tamaño, siendo esta clasificación fundamental para evaluar su impacto clínico. Se distinguen en tres categorías principales en función de su diámetro mayor:
Los microadenomas son aquellos con un diámetro mayor inferior a 10 mm. Estos tumores de pequeño tamaño generalmente se descubren de manera incidental durante estudios de imagen y, debido a su dimensión reducida, raramente causan una presión significativa en estructuras vecinas.
Los macroadenomas, por otro lado, presentan un diámetro mayor igual o superior a 10 mm. Dada su mayor envergadura, estos tumores pueden ejercer presión sobre estructuras cercanas, como el quiasma óptico, originando síntomas relacionados con el efecto de masa. Asimismo, pueden afectar la función hipofisaria y desencadenar síntomas hormonales.
Los adenomas gigantes, con un diámetro mayor igual o superior a 4 cm, constituyen tumores de gran tamaño. Su impacto en la anatomía circundante y en la función hipofisaria es más pronunciado. Estos adenomas, debido a su tamaño considerable, pueden generar síntomas notables tanto por el efecto de masa como por la posible disrupción hormonal.
Desde una perspectiva celular, los tumores hipofisarios presentan una diversidad en su capacidad de producción hormonal y actividad funcional, siendo esta variabilidad determinada por la célula de origen. La hipófisis, como glándula endocrina, está compuesta por distintos tipos de células, cada una encargada de la síntesis y liberación de hormonas específicas.
En esta categorización, los adenomas hipofisarios funcionales se distinguen por su capacidad de producir y secretar hormonas en exceso. Estos tumores se clasifican de acuerdo con la célula específica de la que derivan, como los prolactinomas (células productoras de prolactina), somatotropinomas (células productoras de hormona del crecimiento), o aquellos que generan hormona adrenocorticotrópica (ACTH), entre otros.
Contrastando con esta categoría funcional, existen los adenomas hipofisarios no funcionales, los cuales carecen de una actividad hormonal notable. Aunque no inducen desequilibrios hormonales significativos, estos tumores pueden ocasionar síntomas debido al efecto de masa que ejercen al crecer en la silla turca.
La clasificación basada en la célula de origen brinda una comprensión más detallada de la naturaleza y la función de estos tumores. Mientras algunos contribuyen a alteraciones hormonales, otros impactan principalmente por su tamaño y la presión que ejercen en las áreas circundantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) adopta una clasificación de los tumores hipofisarios basada en varios criterios, incluyendo la estirpe celular adenohipofisaria, marcadores inmunitarios y factores de transcripción. Este enfoque proporciona una caracterización más precisa de la variabilidad en la composición y comportamiento de estos tumores.
Desde la bolsa de Rathke, una estructura embrionaria relacionada con el desarrollo de la hipófisis, se desencadenan procesos de diferenciación celular bajo la influencia de factores de transcripción específicos. Entre estos factores se encuentran el PIT-1 (POU-specific class homeodomain), el SF-1 (steroidogenic factor 1) y el T-PIT (T-box family member TBX19). Cada uno de estos factores regula la diferenciación de estirpes celulares particulares en la adenohipófisis: PIT-1 está asociado con somatótropas, lactótropas y tirótropas acidófilas, SF-1 con gonadótropas, y T-PIT con corticótropas.
Adicionalmente, se destacan otros factores de transcripción que participan en la regulación y diferenciación de células hipofisarias. Estos incluyen el receptor estrogénico α (REα), que desempeña un papel en la respuesta a señales estrogénicas, y GATA2, perteneciente a la familia de proteínas reguladoras transcripcionales con dedo de zinc. SF-1 también se menciona nuevamente como un factor adicional.
Esta información subraya la complejidad de la regulación genética y la diferenciación celular en la hipófisis, lo que contribuye a la diversidad de tumores hipofisarios. La identificación y comprensión de estos factores de transcripción son esenciales para abordar de manera precisa la clasificación y el tratamiento de estos tumores.
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