Las enfermedades intestinales inflamatorias son la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la colitis indeterminada.
La frecuencia de colitis ulcerosa llega al máximo durante el tercer decenio de vida y de nueva cuenta en el séptimo.
La enfermedad de Crohn tiene una incidencia bimodal; la mayor parte de los casos ocurre entre los 15 y 30 años de edad y los 55 a 60 años.
En los pacientes con enfermedad intestinal inflamatoria en los cuales no es posible diferenciar la colitis ulcerosa de la colitis de Crohn; se considera que estos sujetos tienen colitis indeterminada.
La colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, ambos padecimientos se caracterizan por inflamación intestinal en 85% de los casos es posible diferenciar estos trastornos.
La colitis ulcerosa es un proceso mucoso en el cual se infiltran con células inflamatorias la mucosa y submucosa del colon. La mucosa puede ser atrófica y con frecuencia hay abscesos en las criptas.
La colitis ulcerosa puede afectar el recto (proctitis), recto y colon sigmoide (proctosigmoiditis), recto y colon izquierdo (colitis del lado izquierdo) o recto y totalidad del colon (pancolitis).
La colitis ulcerosa no abarca el intestino delgado, pero el íleon terminal suele mostrar alteraciones inflamatorias.
Una característica fundamental de la colitis ulcerosa es la afectación continua del recto y el colon.
La falta de afectación del recto o las lesiones diseminadas sugieren el diagnóstico de enfermedad de Crohn.
Los síntomas de enfermedad intestinal inflamatoria se relacionan con el grado de inflamación de la mucosa y la extensión de la colitis. De manera característica, los sujetos se quejan de diarrea sanguinolenta y dolor abdominal tipo cólico. La proctitis puede causar tenesmo.
A diferencia de la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn es un proceso inflamatorio transmural que puede afectar cualquier parte del tubo digestivo de la boca al ano.
Los hallazgos anatomopatológicos característicos de la enfermedad de Crohn son ulceraciones de la mucosa, un infiltrado de células inflamatorias y granulomas no caseificantes.
Los síntomas de la enfermedad de Crohn dependen de la gravedad de la inflamación, la fibrosis, o ambas cosas, y la localización de la inflamación en el tubo digestivo.
En la enfermedad de Crohn la inflamación aguda puede causar diarrea, dolor abdominal tipo cólico y fiebre. Las estenosis inducen a menudo síntomas de obstrucción. Es común una disminución del peso por la obstrucción y pérdida de proteínas.
La enfermedad de Crohn perianal puede presentarse con dolor, tumefacción y drenaje de fístulas o abscesos.
Los marcadores serológicos se usan cada vez más para diferenciar la colitis ulcerosa de la enfermedad de Crohn. El anticuerpo anti-Saccharomyces cerevisiae y el anticuerpo perinuclear anticitoplasmático pueden ayudar a diferenciar estos dos procesos.
