¿Cuáles son las meninges que protegen la médula espinal?

¿Cuáles son las meninges que protegen la médula espinal?
¿Cuáles son las meninges que protegen la médula espinal?

Las meninges espinales son capas protectoras que separan la médula espinal y las raíces espinales de las paredes del conducto vertebral. Están compuestas por tres membranas principales: la duramadre, la aracnoides y la piamadre. Estas estructuras forman una barrera crucial que envuelve y resguarda la médula espinal, proporcionando una capa adicional de protección y soporte a este componente vital del sistema nervioso central.

 

Meninges espinales

  • Duramadre
  • Aracnoides
  • Piamadre

 

Duramadre

La duramadre, la más externa de las meninges espinales, es una membrana en forma de cilindro hueco, se distingue por su robustez y escasa extensibilidad. Su extensión abarca desde el foramen magno hasta aproximadamente la segunda o tercera vértebra sacra, circundando la médula espinal y las raíces espinales en el conducto vertebral. Externamente, su superficie es redondeada y se adapta a las paredes óseas y ligamentosas del conducto vertebral, separándose de estas por el espacio epidural. Su porción posterior se encuentra libre, mientras que en la parte anterior entra en contacto con el ligamento longitudinal posterior que forma parte del soporte de la columna vertebral.

En su extensión lateral, la duramadre se prolonga alrededor de cada nervio espinal, acompañándolo y adelgazándose gradualmente a medida que se aleja del foramen intervertebral. La superficie interna de la duramadre es lisa y pulida, estableciendo una relación anatómica con la aracnoides, otra capa de las meninges.

En el extremo superior, la duramadre se integra sin límites netos con la duramadre craneal y se adhiere al foramen magno y al atlas. Hacia el extremo inferior, constituye el fondo de saco dural, deteniéndose alrededor de las vértebras S2-S3. Este espacio alberga estructuras vitales, como la cola de caballo y el filum terminal.

El filum terminal, en la parte más inferior del saco dural, perfora la duramadre, que se aplica contra él, envolviéndolo y descendiendo hasta la primera vértebra coccígea. Además, la duramadre se adhiere a la cara anterior del conducto sacro, contribuyendo a la estabilidad y protección de la médula espinal en esta región. Estos detalles anatómicos revelan la complejidad y la especialización de la duramadre en su función protectora en el sistema nervioso central.

 

Aracnoides

La aracnoides, se localiza entre dos meninges espinales: la duramadre y la piamadre, es un tejido que presenta una estructura característica. Está compuesta por una lámina externa homogénea, conocida como aracnoides propiamente dicha, y una capa interna, areolar, conformada por grandes mallas que forman el espacio subaracnoideo. Este espacio es crucial, ya que es por donde circula el líquido cerebroespinal, también llamado cefalorraquídeo.

La lámina externa de la aracnoides se adhiere a la duramadre, estableciendo una conexión entre estas dos meninges espinales. La cavidad subaracnoidea tiene una forma cilíndrica y envuelve la médula espinal y las raíces en toda la longitud del conducto vertebral, extendiéndose hasta el fondo de saco dural. Las trabéculas en esta cavidad se unen a la piamadre, pero el líquido cerebroespinal circula libremente por el espacio que corresponde a las envolturas encefálicas, facilitando su función de protección y nutrición del sistema nervioso central.

 

Piamadre

La piamadre es una membrana vascular y conectiva que se adhiere íntimamente a la superficie de la médula espinal, desempeñando un papel crucial en su protección y sustento. Su superficie interna se aplica y se une estrechamente a la médula espinal, penetrando en sus fisuras y surcos, extendiéndose incluso en sus raíces.

Externamente, la piamadre se corresponde con la cavidad subaracnoidea y está cubierta por la cara profunda de la aracnoides. Esta relación anatómica contribuye al mantenimiento del líquido cerebroespinal en el espacio subaracnoideo. La unión entre la piamadre y la duramadre se lleva a cabo en las caras anterior y posterior mediante delicados tractos conectivos.

En las caras laterales de la piamadre, se encuentran los ligamentos dentados, que se extienden desde el foramen magno hasta el cono medular. Dispuestos transversalmente, dividen el espacio subaracnoideo en dos, con las raíces anteriores en la parte anterior y las raíces posteriores en la posterior. Las raíces de los nervios espinales se congregan en el intervalo de las inserciones durales del ligamento dentado.

El borde medial del ligamento dentado se prolonga con la piamadre que recubre la médula espinal, mientras que el borde lateral se fija en la cara interna del saco dural, justo por encima del foramen intervertebral. Los dientes que conforman el ligamento dentado varían en forma y tamaño, siendo posible observar uno solo para dos pares de raíces en la región lumbar.

En el extremo superior, la piamadre se continúa sin límites definidos con la piamadre encefálica. Descendiendo hacia el extremo inferior, se aplica al cono medular, la cola de caballo y el filum terminal, continuando hasta el fondo de saco dural. Estos detalles anatómicos revelan la complejidad y la integración de la piamadre en la estructura y función del sistema nervioso central.

 

¿Cuáles son las meninges que protegen la médula espinal?

¿Cuáles son las meninges que protegen la médula espinal?

 

Importancia de las meninges espinales

Las meninges espinales desempeñan un papel fundamental en la protección y el soporte del sistema nervioso central, centrándose especialmente en la salvaguarda de la médula espinal. En primer lugar, cumplen una función crucial como barrera física, envolviendo la médula espinal y proporcionando un escudo contra posibles lesiones mecánicas, impactos y traumatismos. Esta salvaguarda es esencial para preservar la integridad de la médula espinal, que aloja las vías nerviosas responsables de la transmisión de señales entre el cuerpo y el cerebro.

Además de su función protectora, las meninges contribuyen significativamente al soporte estructural de la médula espinal al mantenerla en su posición adecuada dentro del conducto vertebral. Este papel garantiza la estabilidad y la alineación correcta de la médula espinal, evitando movimientos indeseados que podrían comprometer su funcionamiento.

Un aspecto fundamental de las meninges es su capacidad para aislar y controlar el entorno que rodea la médula espinal. Actúan como barreras efectivas que previenen la entrada de agentes infecciosos, garantizando un entorno interno estable y libre de amenazas para las delicadas estructuras nerviosas.

Entre las capas meníngeas, la aracnoides y la piamadre, se encuentra la cavidad subaracnoidea, que alberga el líquido cerebroespinal (cefalorraquídeo). Este líquido desempeña múltiples roles, como la amortiguación contra impactos, el suministro de nutrientes y la eliminación de desechos, todos esenciales para mantener la salud y el rendimiento óptimo del sistema nervioso central.

Además, las meninges espinales sirven como conducto vascular para los vasos sanguíneos que proveen oxígeno y nutrientes a la médula espinal. La circulación sanguínea es un componente vital para asegurar el funcionamiento adecuado y la vitalidad de las células nerviosas.

 

 

 

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