Ejercicio y trabajo durante el embarazo
Algunos tipos de trabajo pueden aumentar los riesgos de complicaciones durante el embarazo.
Trabajos físicamente exigentes en mujeres embarazadas pueden ocasionar tasas más altas de nacimientos prematuros, restricción del crecimiento fetal o hipertensión gestacional.
La fatiga ocupacional se asocia con un mayor riesgo de la ruptura prematura de la membrana.
Cualquier ocupación que someta a la mujer grávida a severa tensión física se debe evitar. Idealmente, no debe haber trabajo o ejercitarse continuamente al punto que desarrolle una fatiga excesiva.
En general, las embarazadas no necesitan limitar el ejercicio, siempre que no se fatiguen excesivamente ni se arriesguen a sufrir una lesión.
En ausencia de contraindicaciones se alienta a las mujeres embarazadas a participar en actividad física regular de intensidad moderada por lo menos 150 minutos cada semana.
El ejercicio de rutina debe recomendarse a mujeres embarazadas sanas después de consultar con un obstetra. Incluso las mujeres embarazadas que no han estado haciendo ejercicio con regularidad pueden aumentar gradualmente su ejercicio durante el embarazo.
El ejercicio regular durante el embarazo promueve el bienestar general y ayuda a mantener un aumento de peso gestacional adecuado y un aumento de peso fetal adecuado.
El ejercicio durante el embarazo también puede reducir los trastornos hipertensivos del embarazo y la diabetes gestacional, y puede estar asociado con una primera etapa del trabajo de parto más corta y un menor riesgo de cesárea.
El ejercicio durante el embarazo es seguro para las mujeres embarazadas y sus fetos y puede tener múltiples beneficios para la salud.
Ejemplos de actividades seguras para embarazadas son caminar, correr, nadar, ciclismo estacionario, y aeróbicos de bajo impacto.
Durante el embarazo, las mujeres deben abstenerse de actividades laborales, lúdicas o deportivas con alto riesgo de caídas o traumatismo abdominal.
Es recomendable que las mujeres embarazadas eviten las actividades de buceo porque aumenta el riesgo que el feto sufra por la descompresión.
Las mujeres con ciertas complicaciones del embarazo pueden beneficiarse al abstenerse de hacer ejercicio e incluso limitar la actividad física. Como en el caso de algunas mujeres con trastornos asociados a hipertensión en el embarazo, trabajo de parto prematuro, placenta previa, insuficiencia cardiaca o la enfermedad pulmonar.
Las mujeres embarazadas que presentan fetos múltiples o sospechosos de restricción de crecimiento podrían beneficiarse de mayor descanso.
Guías de estudio. Homo medicus.
Fuente: F. Gary Cunningham, et al. Williams Obstetricia. 25ed. McGraw Hill. 2019
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