El coma es un estado de inconsciencia profunda en el cual la persona no responde a estímulos externos, como luz, sonido o dolor, y no tiene capacidad para despertar. Este estado puede ser causado por múltiples factores, entre ellos la intoxicación por drogas, lesiones cerebrales, infecciones graves, trastornos metabólicos, entre otros.
Causas comunes de coma
El coma es más frecuentemente asociado con la ingesta de dosis grandes de ciertos fármacos y sustancias, muchas de las cuales tienen efectos depresores sobre el sistema nervioso central. Algunas de las sustancias más comunes que pueden inducir coma incluyen:
- Antihistamínicos (por ejemplo, difenhidramina): Estos medicamentos se utilizan principalmente para tratar alergias, pero en dosis elevadas pueden causar sedación profunda, delirium, y eventualmente coma. La difenhidramina, en particular, es un antagonista de los receptores H1 de histamina, y en grandes cantidades puede tener efectos sedantes significativos.
- Benzodiazepinas: Fármacos como el diazepam, lorazepam, y alprazolam, utilizados en el tratamiento de ansiedad, insomnio, y como anticonvulsivos, pueden provocar depresión respiratoria y coma cuando se toman en grandes cantidades o se combinan con otras sustancias depresoras del sistema nervioso central.
- Sedantes e hipnóticos: Otros fármacos en esta categoría incluyen barbitúricos, que aunque han sido en gran parte reemplazados por benzodiazepinas, todavía se utilizan en algunos contextos médicos. Su sobredosis puede resultar en depresión profunda del sistema nervioso central.
- Ethanol (alcohol): El consumo excesivo de alcohol puede llevar a una intoxicación severa, que en casos graves puede inducir coma debido a la depresión del sistema nervioso central.
- Opioides: Fármacos como la morfina, heroína, y los analgésicos opioides prescritos (como oxicodona y fentanilo) son conocidos por sus efectos depresores respiratorios. Las sobredosis de opioides son una causa común de coma y muerte.
- Antipsicóticos y antidepresivos: Medicamentos como la clorpromazina y los antidepresivos tricíclicos, aunque son vitales en el tratamiento de trastornos psiquiátricos, pueden ser tóxicos en dosis altas y llevar a un coma debido a su efecto sobre el sistema nervioso central, especialmente si se toman en combinación con otras sustancias.
Complicaciones asociadas con el coma
El coma puede estar acompañado de una serie de complicaciones graves, que a menudo están relacionadas con la falta de control respiratorio, la insuficiencia de circulación, y otros trastornos fisiológicos. Las complicaciones más comunes incluyen:
1. Fallo respiratorio:
El fallo respiratorio es la causa más frecuente de muerte en pacientes en coma. El sistema nervioso central está implicado en la regulación de la respiración, y la intoxicación por muchas de las sustancias mencionadas puede inhibir este control. En particular, los opioides y los sedantes son conocidos por causar depresión respiratoria, lo que puede llevar a una hipoxia severa (falta de oxígeno en los tejidos) y, finalmente, al paro respiratorio. La respiración puede volverse superficial o incluso cesar por completo, lo que requiere una intervención médica urgente.
2. Aspiración pulmonar de contenido gástrico:
El riesgo de aspiración pulmonar es elevado en pacientes que están profundamente obtusos(consciencia muy disminuida) o aquellos que están convulsionando. La aspiración ocurre cuando el contenido gástrico, como alimentos o líquidos, entra en los pulmones. Esto puede provocar neumonía por aspiración y síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), lo que aumenta la probabilidad de complicaciones graves y muerte.
3. Hipoxia e hipoventilación:
La hipoxia (falta de oxígeno) y la hipoventilación (ventilación insuficiente) resultantes de la depresión respiratoria pueden tener efectos perjudiciales sobre el sistema cardiovascular. La hipoxia puede desencadenar hipotensión (presión arterial baja), arritmias cardíacas (ritmos irregulares del corazón), y convulsiones. Estas complicaciones, en combinación con un coma profundo, pueden empeorar significativamente el pronóstico del paciente.
4. Desórdenes metabólicos:
El coma puede estar asociado con alteraciones metabólicas, como cambios en los niveles de glucosa en sangre, electrolitos, y ácido-base. Por ejemplo, los pacientes intoxicados con antidepresivos tricíclicos pueden desarrollar arritmias cardíacas debido a alteraciones en los niveles de sodio y potasio.
Tratamiento del coma y manejo de la vía aérea
El mnemónico ABCD es un método rápido y efectivo para guiar a los proveedores de salud en el manejo inicial de un paciente en coma. Representa Vía Aérea (Airway), Respiración (Breathing), Circulación (Circulation) y Medicamentos (Drugs). Cada uno de estos componentes es vital para estabilizar al paciente y prevenir un mayor deterioro. A continuación, se presenta un desglose detallado de cada paso en el enfoque ABCD:
1. Vía Aérea: Establecer una Vía Aérea Clara
- Posicionamiento y Aspiración: El primer paso es asegurar que la vía aérea del paciente esté despejada. Coloque al paciente de manera que se evite la obstrucción de la vía aérea (por ejemplo, en posición lateral) y utilice succión para eliminar secreciones, sangre o vómitos de la vía aérea.
- Inserción de Vía Aérea Artificial: Si los reflejos de la vía aérea están deprimidos (como en el coma profundo), puede ser necesario insertar una vía aérea artificial. Las opciones incluyen una vía aérea orofaríngea o nasofaríngea para mantener la permeabilidad de la vía aérea.
- Intubación Endotraqueal: En casos donde el paciente está profundamente en coma o no responde a los reflejos de la vía aérea, se requiere la intubación endotraqueal. Esto consiste en colocar un tubo a través de la tráquea para asegurar la vía aérea y permitir la ventilación mecánica.
- Intoxicación por Opioides: Si el coma es debido a intoxicación por opioides y el paciente responde a la naloxona intravenosa, las intervenciones en la vía aérea podrían no ser necesarias, ya que la naloxona revertirá rápidamente la depresión respiratoria inducida por los opioides.
2. Respiración: Asegurar una Oxigenación Adecuada
- Evaluación de la Respiración: Evalúe clínicamente la respiración del paciente verificando la calidad y profundidad de la respiración. Busque signos de respiración inadecuada como respiraciones lentas o superficiales, patrones irregulares o episodios de apnea.
- Asistencia Ventilatoria: Si es necesario, asista la respiración utilizando un dispositivo de mascarilla con balón (bag-valve-mask – BVM) o un ventilador mecánico. El BVM se utiliza generalmente para ventilación a corto plazo, mientras que la ventilación mecánica es necesaria para un soporte respiratorio sostenido.
- Oxígeno Suplementario: Administre oxígeno si la saturación de oxígeno del paciente es baja o si está en riesgo de hipoxemia. Asegúrese de que el paciente esté respirando aire rico en oxígeno.
- Monitoreo de CO2 y Niveles de Oxígeno: Para evaluar la ventilación, mida la tensión de CO2 en sangre arterial o venosa, o utilice el monitoreo no invasivo de CO2 final en el aliento (end-tidal CO2). Estas mediciones ayudan a asegurar que la ventilación sea adecuada.
- PO2 en Sangre Arterial: Una medición de gases en sangre puede revelar hipoxemia(niveles bajos de oxígeno), que puede ser causada por varios factores, como:
- Depresión respiratoria (por ejemplo, debido a fármacos sedantes u opioides).
- Broncoespasmo (por ejemplo, en asma o problemas respiratorios similares).
- Aspiración pulmonar (por ejemplo, por la entrada de contenido gástrico en los pulmones).
- Edema pulmonar no cardiogénico (líquido en los pulmones no relacionado con insuficiencia cardíaca).
- Oximetría de Pulso: Aunque la oximetría de pulso proporciona una estimación rápida de la saturación de oxígeno, no es confiable en algunas situaciones de intoxicación, como en metahemoglobinemia o intoxicación por monóxido de carbono, donde puede dar lecturas normalizadas erróneas.
3. Circulación: Evaluar y Apoyar la Función Circulatoria
- Monitoreo de Signos Vitales: Mida el pulso, la presión arterial y la perfusión tisulargeneral. Esto se puede hacer observando signos clínicos como el color y la temperatura de la piel, la producción urinaria y el pH sanguíneo arterial.
- Monitoreo Continuo de ECG: Coloque al paciente en monitoreo continuo de electrocardiograma (ECG) para evaluar el ritmo cardíaco y detectar posibles arritmias. Esto es especialmente importante, ya que el coma puede llevar a trastornos electrolíticosy alteraciones cardíacas.
- Línea Intravenosa y Pruebas de Laboratorio: Inserte una línea intravenosa para la administración de medicamentos y la reanimación con líquidos. Extraiga muestras de sangre para verificar:
- Glucosa: La hipoglucemia puede causar o agravar el coma.
- Electrolitos: Los desequilibrios en sodio, potasio, calcio y otros electrolitos pueden empeorar el estado del paciente.
- Creatinina sérica y Pruebas Hepáticas: Las pruebas de función renal y hepática ayudan a evaluar la perfusión y la función de los órganos.
- Toxicología: Si la causa del coma no está clara, puede ser necesario realizar un análisis tóxicológico para identificar sustancias específicas o toxinas (por ejemplo, drogas, alcohol, venenos).
4. Medicamentos (Drugs): Tratamiento Farmacológico en el Coma
El tratamiento con medicación en pacientes comatosos es fundamental para estabilizar al paciente, revertir los efectos de sustancias tóxicas o medicamentos y prevenir daños irreversibles. A continuación se detallan las intervenciones farmacológicas más comunes en la emergencia de coma:
a. Dextrosa y Tiamina
Hipoglucemia grave es una de las causas más comunes y tratables de coma, y si no se trata de manera rápida y adecuada, puede causar daño cerebral irreversible. El manejo de la hipoglucemia incluye:
- Dextrosa (Glucosa intravenosa): En todos los pacientes que están obnubilados, en coma o con convulsiones, se debe administrar dextrosa al 50% (50–100 mL por bolo intravenoso). Esto se hace para tratar de manera inmediata la hipoglucemia, ya que los niveles bajos de glucosa en sangre pueden alterar de manera grave las funciones cerebrales.
- Prueba rápida de glucosa: Si se dispone de un medidor de glucosa en sangre de punto de atención, se puede realizar una prueba para asegurarse de que la hipoglucemia es la causa del coma. Si la glucosa no está baja, se pueden descartar otras causas.
- Tiamina: Los pacientes con trastorno por consumo de alcohol o desnutrición pueden tener reservas marginales de tiamina. La tiamina es esencial para el metabolismo de la glucosa en el cerebro. Cuando se administra dextrosaa estos pacientes sin antes administrar tiamina, existe el riesgo de desencadenar un síndrome de Wernicke-Korsakoff, que se caracteriza por daño cerebral debido a la deficiencia de tiamina.
- En estos casos, se debe administrar 100 mg de tiamina intramuscularmente o en los líquidos intravenososantes de dar la dextrosa, o en combinación con ella, para evitar complicaciones.
b. Antagonistas de Opioides: Naloxona
Los opioides, como la heroína o los analgésicos opioides recetados (fentanilo, morfina, etc.), pueden causar depresión respiratoria grave, que en muchos casos puede llevar a coma. Naloxona es un antagonista de los opioides que puede revertir rápidamente la depresión respiratoria inducida por opioides y restablecer la conciencia.
- Dosificación de Naloxona:
- La dosis inicial de naloxona intravenosa es de 0.4–2 mg.
- Si no está disponible la vía intravenosa, se puede administrar naloxona intranasal en forma de 2–4 mg.
- Nota importante: Naloxona tiene un tiempo de acción más corto (2–3 horas) que muchos de los opioides comunes, por lo que pueden ser necesarias dosis repetidas si el paciente no responde completamente, o si los efectos de los opioides se reanudan después de un periodo de tiempo.
- Intoxicación por Opioides Grave: Si se sospecha fuertemente de una sobredosis de opioides, se deben administrar dosis adicionales de naloxona. A veces, se requieren hasta 5–10 mg de naloxona para revertir los efectos de opioides altamente potentes, como el fentanilo. Debido a la corta duración de acción, el paciente debe ser observado de cerca durante al menos 3–4 horas después de la última dosis de naloxona para asegurar que la depresión respiratoria no se recupere.
c. Flumazenil: Antagonista de Benzodiazepinas
Las benzodiazepinas son fármacos sedantes comúnmente utilizados para tratar la ansiedad, el insomnio y en algunos casos, para prevenir convulsiones. Sin embargo, las sobredosis de benzodiazepinas pueden inducir coma y depresión respiratoria. En estos casos, flumazenil es un antagonista específico que puede revertir la sedación y los efectos del coma inducidos por benzodiazepinas.
- Dosificación de Flumazenil:
- La dosis inicial de flumazenil intravenoso es de 0.2–0.5 mg. Si el paciente no responde, esta dosis puede repetirse hasta un máximo de 3 mg.
- Cautela en su uso: A pesar de su eficacia, el flumazenil generalmente no se recomienda de forma rutinaria en todos los pacientes con coma debido a los posibles riesgos asociados con su uso. El flumazenil puede precipitar convulsiones en algunos pacientes, especialmente aquellos con intoxicación mixta o con consumo de fármacos que disminuyen el umbral convulsivo, como los antidepresivos tricíclicos o antipsicóticos.
- Indicaciones: El flumazenil es útil principalmente cuando se sospecha que las benzodiazepinas son la causa principal del coma, como en el caso de sobredosis conocidas o de administración inadvertida de estos medicamentos.
Consideraciones Generales sobre el Uso de Medicamentos en el Coma
El uso de medicamentos para revertir el coma debe ser rápido y preciso, ya que una intervención retrasada puede agravar el estado del paciente. Además de los tratamientos específicos para las intoxicaciones por fármacos (como opioides o benzodiazepinas), los siguientes puntos deben ser tomados en cuenta:
- Monitoreo continuo: Los pacientes comatosos requieren monitoreo continuo de signos vitales (presión arterial, frecuencia cardíaca, respiración, saturación de oxígeno) para evaluar la respuesta al tratamiento y detectar posibles complicaciones.
- Tratamiento dirigido: El uso de medicamentos como naloxona, flumazenil o dextrosadebe ser dirigido por una evaluación cuidadosa de la causa subyacente del coma. El tratamiento incorrecto puede ser ineficaz o, en algunos casos, peligroso.

Fuente y lecturas recomendadas:
- Goldman, L., & Schafer, A. I. (Eds.). (2020). Goldman-Cecil Medicine (26th ed.). Elsevier.
- Loscalzo, J., Fauci, A. S., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., & Jameson, J. L. (Eds.). (2022). Harrison. Principios de medicina interna (21.ª ed.). McGraw-Hill Education.
- Papadakis, M. A., McPhee, S. J., Rabow, M. W., & McQuaid, K. R. (Eds.). (2024). Diagnóstico clínico y tratamiento 2025. McGraw Hill.
- Rozman, C., & Cardellach López, F. (Eds.). (2024). Medicina interna (20.ª ed.). Elsevier España.