Personas susceptibles de esofagitis infecciosa

Personas susceptibles de esofagitis infecciosa
Personas susceptibles de esofagitis infecciosa

La esofagitis infecciosa, una inflamación del esófago causada por agentes infecciosos, se manifiesta con mayor frecuencia en pacientes inmunodeprimidos debido a la reducción de la eficacia del sistema inmunológico. Este fenómeno se observa en individuos con diversas condiciones médicas subyacentes, como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), trasplantes de órganos sólidos, leucemia, linfoma y aquellos que reciben terapias inmunosupresoras.

La inmunodepresión conlleva una disminución significativa en la capacidad del sistema inmunológico para identificar y combatir patógenos invasores. Esto se debe a la alteración de los mecanismos de defensa inmunológica, incluyendo la respuesta celular y humoral. Como resultado, los pacientes inmunodeprimidos son más susceptibles a las infecciones oportunistas, que son causadas por organismos que normalmente no serían patógenos en individuos inmunocompetentes.

La esofagitis infecciosa puede ser desencadenada por una variedad de agentes infecciosos, incluyendo hongos, virus, bacterias y parásitos. Candida albicans es el agente etiológico más común, seguido por virus herpes simplex, citomegalovirus (CMV) y otros. Estos organismos pueden colonizar y causar daño en el epitelio esofágico, exacerbando la inflamación y provocando síntomas clínicos.

El equilibrio de la microbiota normal en el esófago también se ve comprometido en pacientes inmunodeprimidos, lo que puede facilitar la proliferación de organismos patógenos. Además, la integridad de la barrera mucosa del esófago, que actúa como una defensa física contra la invasión microbiana, puede estar comprometida en estos pacientes. Esto puede deberse a la enfermedad subyacente, a los tratamientos inmunosupresores utilizados para controlarla, o a ambos.

La capacidad del cuerpo para reparar el tejido esofágico dañado también puede estar disminuida en pacientes inmunodeprimidos, lo que puede prolongar la duración y la gravedad de la esofagitis infecciosa. La respuesta inflamatoria puede ser inadecuada o retardada, lo que dificulta la resolución efectiva de la infección.

 

Agentes etiológicos frecuentes

Candida albicans, el virus del herpes simple (HSV) y el citomegalovirus (CMV) son patógenos prominentes en la esofagitis infecciosa debido a una serie de características intrínsecas y factores predisponentes específicos. La presencia prevalente de estos agentes patógenos se basa en una combinación de su ubicuidad en la población general, su capacidad para persistir en el cuerpo humano y su habilidad para causar daño en el epitelio esofágico.

Candida albicans, un hongo oportunista, se encuentra comúnmente en el tracto gastrointestinal y en la mucosa mucocutánea en individuos sanos. Sin embargo, en condiciones de inmunodepresión o desequilibrio en la microbiota normal, Candida puede volverse patogénica y colonizar el esófago, dando lugar a la esofagitis. Además, la diabetes no controlada y el uso de corticosteroides sistémicos, radioterapia y antibióticos sistémicos crean un ambiente propicio para la proliferación de Candida en el esófago.

El HSV, un virus altamente contagioso, se transmite principalmente a través del contacto directo con lesiones activas. Después de la infección inicial, el virus puede permanecer latente en los ganglios nerviosos sensoriales y reactivarse periódicamente. Mientras que en individuos inmunocompetentes la infección por HSV suele ser autolimitada, en pacientes inmunodeprimidos, como aquellos con VIH/SIDA o en trasplantes de órganos, la reactivación del HSV puede desencadenar esofagitis debido a una replicación viral descontrolada.

El CMV es otro virus común que infecta a la mayoría de las personas en algún momento de sus vidas. Después de la infección inicial, el CMV puede permanecer latente en el cuerpo de por vida y reactivarse en situaciones de inmunodepresión. Aunque la infección por CMV es generalmente asintomática o causa síntomas leves en individuos inmunocompetentes, puede provocar enfermedad grave, incluida la esofagitis, en pacientes inmunodeprimidos, como aquellos con VIH/SIDA o sometidos a trasplantes de órganos.

 

 

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