¿Qué es un VIPoma?
Los vipomas son tumores poco comunes que pertenecen al grupo de los tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos (GEP-NET). Estos tumores se originan en las células neuroendocrinas productoras del péptido intestinal vasoactivo (VIP), una hormona que juega un papel esencial en la regulación del sistema gastrointestinal y cardiovascular.
A diferencia de otros tumores neuroendocrinos, los vipomas tienden a ser únicos y se localizan principalmente en el páncreas, aunque también pueden originarse en otros lugares del sistema gastrointestinal. Estos tumores son generalmente agresivos y, en aproximadamente el 80% de los casos, ya presentan metástasis evidentes (diseminación del tumor a otras partes del cuerpo) al momento del diagnóstico, lo que puede dificultar el tratamiento y afectar el pronóstico del paciente.
El VIP es una hormona que actúa en diferentes órganos y sistemas del cuerpo. Cuando se produce en exceso debido a un vipoma, puede tener diversos efectos en el organismo. Los síntomas asociados con los vipomas se deben a la acción del VIP y pueden incluir:
- Diarrea acuosa y voluminosa: El VIP aumenta la secreción de agua y electrólitos en el intestino, lo que conduce a diarrea profusa y deshidratación.
- Desequilibrio hidroelectrolítico: La pérdida excesiva de agua y electrolitos puede causar desequilibrios en el organismo, como niveles bajos de potasio (hipocalemia) y acidosis metabólica.
- Sofocos y enrojecimiento facial: El VIP puede dilatar los vasos sanguíneos, lo que lleva a la aparición de sofocos y enrojecimiento facial.
- Pérdida de peso y desnutrición: La diarrea crónica y la malabsorción de nutrientes pueden provocar pérdida de peso y desnutrición.
- Hipotensión: El VIP puede afectar la presión arterial y causar hipotensión o presión arterial baja.
El diagnóstico de un vipoma se realiza mediante estudios de imagen, como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, y análisis de sangre para medir los niveles de VIP y otras hormonas afectadas. La confirmación se realiza mediante una biopsia del tumor.
El tratamiento de los vipomas generalmente involucra cirugía para extirpar el tumor siempre que sea posible. Sin embargo, debido a la naturaleza agresiva de estos tumores y la frecuente presencia de metástasis, la cirugía puede no ser curativa en todos los casos. Además de la cirugía, pueden utilizarse terapias médicas dirigidas para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente.
Dado que los vipomas son tumores poco comunes y a menudo se diagnostican en etapas avanzadas, es esencial que los pacientes sean tratados por un equipo médico especializado en tumores neuroendocrinos para brindar el mejor cuidado posible. El seguimiento a largo plazo también es crucial para detectar recurrencias o cambios en la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.
Originally posted on 24 de julio de 2023 @ 10:16 PM
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